Legislatura: entre la acefalía y las medidas contra de los trabajadores

7374Viedma (ADN).- Lo que  está ocurriendo con  la imprenta de la Legislatura de Río Negro es sólo una muestra de lo que pasa también en otros sectores de ese Poder, donde la  discriminación, persecución y falta de aplicación de derechos de los trabajadores  se está convirtiendo en moneda corriente en un Poder donde reina la acefalía.

En la Legislatura se ha montado una estructura paralela de mando, que supera incluso a las autoridades elegidas democráticamente. A raíz de la enfermedad del presidente, Carlos Peralta, que lo obliga a ausentarse por largos periodos de Viedma, ha tomado el control una “camarilla de segundas líneas” que en los hechos sobrepasan a los propios secretarios de Cámara.

Se trata de cinco personas, coordinadas por Daniel Cardozo, empleado de planta en el área de  maestranza, ascendido por esta nueva gestión como funcionario, director general de Prensa.

El ex pichettista se  convirtió en el principal asesor de Presidencia, pero no se limita a realizar su tarea en el área de comunicaciones,  sino que recorre las oficinas levantando información de sus compañeros para acercar a las autoridades.

Para esta labor  posee unos pocos colaboradores,  ubicados estratégicamente en  lugares claves del Parlamento rionegrino.

En este contexto, fue que uno de esos “colaboradores”,  que presta servicio algunas horas en la fotocopia, Juan Domingo Meyer, realizó una serie de graves acusaciones contra sus compañeros de  imprenta. Habló de la supuesta impresión  de trabajos particulares, compras inadecuadas de  insumos y hasta habría  fantaseado  que en ese lugar se realizaban reuniones para complotarse.

Las actuales autoridades realizaron una investigación en base a los dichos de este  colaborador encubierto, pero luego de varias semanas de investigación, donde los empleados no tuvieron derecho a defensa ni a dar su versión, se concluyó que las acusaciones no se ajustaban a la verdad.

A los empleados de imprenta se les pidió disculpas, pero ya era demasiado tarde.

En la actualidad, los trabajadores de ese sector denuncian discriminación de parte de las autoridades ya que no hay compras de elementos de trabajo, como insumos para imprimir,  ni de seguridad, como  máscaras y guantes.

Relataron que tampoco se reparan las máquinas y que en la actualidad se trabaja con una sola duplicadora digital  con un solo color, que tienen un costo más elevado que la impresora offset.

Se describió que no se imprime el diario de sesiones desde hace varios años.

Otro ejemplo de esta situación  de discriminación denunciada, es que no se les ha comprado indumentaria adecuada para su trabajo y, para rematarla, se les quitó  la ración de leche diaria, que se daba habitualmente a los trabajadores de ese sector por su contacto elementos con tóxicos y tinta con plomo.

Piensan que está claro que ahora en Legislatura “hay empleados de primera y de segunda” y relatan que en días previos a sesiones, donde deben trabajar hasta 14 horas de corrido, no hay ni siquiera una cocina abierta para poder tomar un café.

El caso de imprenta es un botón de muestra. Hay casos confirmados de otras acusaciones falsas, que fueron escuchadas por las autoridades y también de la falta de defensa que padecieron los trabajadores, a los que se les sancionó sin investigación y sin ser escuchados. (ADN)