Salió la ley. Falta el decreto. ADN

La Legislatura aprobó por mayoría la reforma al Código Electoral rionegrino con dos temas claves: votar en marzo para elegir autoridades provinciales -incorporando algunas municipales-; y habilitar “la adhesión”, un eufemismo por colectoras.

La gobernadora está en Paris promocionado la feria mundial en Bariloche y, a su regreso el 1° de diciembre, está habilitada a firmar el decreto de convocatoria electoral y fijar la fecha para concurrir a las urnas. Hasta ahora no jugó, la estrategia estaba en el partido y en la Legislatura y ahora la “pelota está en su cancha”, que supone nuevos encuentros y negociaciones con Alberto Weretilneck antes de suscribir. Tiene tiempo.

El adelantamiento de la fecha para marzo tiene otras motivaciones que “la trampa”, denunciada por el macrismo. Cuando más cerca, más lejos, es un tema de tiempos. Hay que curarse en salud y evitar las elecciones en un camino de incertidumbres y tormentas financiera y económicas, que convocan al reclamo. Puede aparecer un clima social alterado.

Los gobiernos de otras provincias piensan lo mismo. En la Pampa las PASO están convocadas para diciembre y las elecciones en febrero. Salta votará en mayo, igual que La Rioja. También estarán fuera de octubre Jujuy y Tucumán y La Rioja, mientras que San Juan y San Luis avanzan en modificaciones del sistema electoral como la «Ley de Lemas».

Está la ley, la fórmula y votar en marzo aceleran los tiempos. Pero, ¿Cuál es la idea que tiene en mente Weretilneck, conversada con Pesatti, para armar el próximo gobierno?  

Con mucha juventud. La formula es sexagenaria (el senador 60 años y el intendente de Viedma, 61), pero el tope etario descenderá para la búsqueda de nombres. El target preferido es entre 40 y 50 años.

Encuestas en mano, Weretilneck chequea, por ejemplo, cada candidato joven a intendente. Quizás este sea el aval para que Marcos Castro sea el elegido en Viedma para el municipio. Del mismo modo se piensa en una joven para uno de los municipios del Valle Medio.

Ya veteranos, hay otros bendecidos como Diego Ramello (Choele Choel) y Bruno Pogliano (El Bolsón). Fue muy conversada la posibilidad para que Adrián Casadei repita como intendente de San Antonio, ya que había pedido que su esposa, Marcela Rossio, desembarque en la Legislatura. Lo primero es condición sine qua non para lo segundo.

Se analizan escenarios electorales en base a encuestas, donde los trabajos de campo no abundan -salvo excepciones como la consultora de Ricardo Vignoni- y la herramienta es el teléfono. Las respuestas de los encuestados tienen otras urgencias. Las alquimias y elucubraciones sobre acuerdos o internas forman parte de la sociedad política y aquellos que orbitan a su alrededor. Cualquier sondeo telefónico insume al menos 15 minutos para contestarlo completo, pero son muy pocos los que prestan atención y se someten al cuestionario.

El próximo gobierno, con fórmula masculina, deberá atender a las políticas de género, al trasvasamiento generacional y a la preservación del medio ambiente. No se podrá retroceder ni desatender a estos temas.

Juntos fue parido en el contexto del trunco gobierno peronista del recordado Carlos Soria. Precisamente Weretilneck y Pesatti conformaron un equipo que amalgamó el espíritu primario de la política, que es la construcción del poder. Juntos se engendró en la matriz del Estado. Luego llegó el mandato de Arabela Carreras y aportó con la gestión (pandemia de por medio) otros valores. Mantuvo e incrementó ese legado.

Ahora, Weretilneck y Pesatti proyectan volver para consolidar y solidificar un proyecto provincial, con proyección regional y nacional, y esperan contar con el apoyo del 60 por ciento del electorado. Un aval, que, con ese porcentaje, hace todo excluyente.

Casi un neo peronismo con estilos pejotistas. Un partido provincial pragmático que superó la grieta, y que ahora sumará y promocionará cuadros políticos jóvenes. Muchos de ellos con experiencia en las funciones del Estado.

El Peronismo

En el peronismo hay incertidumbre.  Por un lado, el PJ orgánico, controlado por Martín Doñate y mayoría partidaria, piensa que una vez reformada la ley electoral y en espera del decreto del Ejecutivo, no vale la pena apurarse, cuando aún persiste en lograr con JSRN el “gran acuerdo rionegrino”. Además, está en marcha el cronograma electoral, que culminará a fin de enero con la elección de los congresales y la normalización del Congreso Provincial.

Se estima que en la semana se podía fijar posición sobre diversos temas, por ejemplo, resolver la inquietud de los candidatos municipales que pedirían competir en las elecciones locales con el sello del PJ.

“Hace falta mucha generosidad de ambos lados”, dijo un dirigente peronista a ADN para ir a un acuerdo, “que supere la ansiedad de los cargos”. ¿Cómo será? Nadie sabe y a Doñate no le gusta «la adhesión»,

Ambos senadores vienen trabajando juntos, en la Nación, desde hace tres años, con importantes beneficios para la provincia y los municipios -sin importar el color político- y persiste la ida de replicar este esfuerzo en la provincia, en tiempos que no serán fáciles y se requiere una espalda ancha. El senador de Juntos, con su voto, fue clave en el nombramiento de Doñate al Consejo de la Magistratura y en la aprobación del presupuesto 2023.

Por otro lado, hay otro sector del peronismo que sostiene que con JSRN no debe haber acuerdo y que el justicialismo tiene que tener candidato propio. Son grupos con alianzas circunstanciales y están organizado por Convocatoria 2023; Movimiento Evita, con el partido Comunidad Organizada; PARte; el Frente Grande y otros, con el precepto que, aunque haya un magro resultado electoral, incluso perdiendo con Cambia Río Negro, Se salva el nombre y el honor.

Gustavo Casas podría ser el candidato a gobernador del llamado Nuevo Frente de Todos. Tendría una mujer de acompañante, surgida de Comunidad Organizada, PARte y el Frente Grande. ¿Podrían ser Odarda u Horne? El acuerdo cerraría con lugares de privilegio en las aspiraciones legislativas.

El sorismo “mutis por el foro”. Se refugia en Roca, manda a representantes a las reuniones del Nuevo FdT y pareciera hacer suya aquella consigna de la revolución rusa: “cuando peor, mejor”.

La propuesta del Nuevo Frente de Todos podría tener como inconveniente una intervención del gobierno nacional, que no vería con agrado un flaco desempeño electoral que lo comprometa, en una de las primeras elecciones provinciales que se realicen en el país.