La pobreza llegó al 40,9% y la indigencia al 10,5%

La pobreza aumentó al 40,9% de la población en el primer semestre de 2020 desde el 35,4% registrado en el mismo período del año anterior, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en medio de una crisis económica profundizada por la pandemia de coronavirus. De este modo, si se efectúa una proyección a nivel nacional, alrededor de 18.500.000 habitantes se encuentran en situación de pobreza.

En la comparación con el trimestre previo, la cifra también aumentó en una proporción similar. El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, destacó en diálogo con C5N que el aumento de la pobreza se amortiguó gracias a las políticas lanzadas desde el Estado, como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), la Tarjeta Alimentaria, y demás ayudas a personas y empresas.

Desde el Gobierno aseguraron en varias ocasiones que el IFE evitó que entre 2,7 y 4,5 millones de personas cayeran en la pobreza e indigencia entre abril y junio.

En la primera mitad de este año, el nivel de indigencia creció a un 10,5%, frente a un 7,7% del primer semestre de 2019 y un 8% de la segunda mitad del año pasado.

De acuerdo a los datos oficiales, el ingreso total familiar promedio de los hogares pobres fue de $25.759, mientras la Canasta Básica Total (CBT) promedio del mismo grupo de hogares, que determina la línea de pobreza, alcanzó los $43.785, por lo que la brecha se ubicó en el 41,2%, el valor más alto de la nueve serie que construyó el INDEC de Jorge Todesca en 2016. Por lo tanto, no solo se incrementó la pobreza sino que la situación de las personas pobres se agravó aún más.

Con estos números, la pobreza se ubicó algo por debajo del 45% que había estimado la Universidad Católica Argentina (UCA) para fines de abril. Según la UCA, la caída de los ingresos laborales de los hogares de «clase media baja» fue lo que disparó este indicador, a pesar de que la inflación se mantuvo controlada y la canasta básica subió incluso por debajo del nivel general de precios.

Una muestra del impacto que el coronavirus provocó sobre los ingresos de los argentinos lo brindó hace una semana el INDEC cuando informó que la tasa de empleo bajó casi 9 puntos interanuales hasta el 33,4% sobre la población total, en el segundo trimestre, lo cual implicó una pérdida de 3,9 millones de puestos de trabajo respecto del mismo período de 2019.

Una porción significativa de los individuos que estaban ocupados en el segundo trimestre del año pasado ahora pasaron a formar parte de la población inactiva, que incluye tanto a las personas que no están en condiciones de trabajar como a aquellas «desanimadas» que no están buscando trabajo.

El informe del INDEC reflejó que el impacto de la pandemia en el empleo fue más fuerte en los asalariados sin descuento jubilatorio, a la vez que afectó relativamente más al sector privado, en general, y a algunos sectores en particular, como el de restaurantes y hoteles, la construcción y el servicio doméstico.

En cuanto a la desocupación, que trepó al 13,1% en términos generales, la mayor suba interanual se dio en el grupo que ya era el más golpeado: en las mujeres jóvenes, de hasta 30 años, donde la tasa trepó desde el 23,6% hasta el 28,5%.

Cabe recordar que el Gobierno de Mauricio Macri se había despedido con una pobreza del 35,5%, lo cual significó un aumento de casi 10 puntos en comparación con el segundo semestre de 2017, cuando el indicador alcanzó el el nivel más bajo de la serie actual del INDEC.