Teletrabajo y modernización, un desafío para el Estado provincial

(ADN). – El Estado rionegrino enfrenta las consecuencias de la pandemia del coronavirus, con desafíos impensados a principio de año, que movilizaron la organización y las relaciones laborales en todos los poderes públicos.

No sólo se trata de reordenamientos presupuestarios en la asignación de recursos; interactuar por teleconferencia o pensar el debate legislativo o el funcionamiento judicial desde el aislamiento social, sino que la realidad se presenta como un desafío del propio Estado de pensar y diseñar sistemas que acompañen el nuevo impulso que comienza a visualizarse en muchos países, como el caso del trabajo remoto.

La Secretaría de la Función Pública puso en marcha una encuesta online sobre la administración de Recursos Humanos del Estado provincial, que a decir de su titular Liliana Arriaga, tiene como propósito “tener datos sobre la realidad para mejorar, rediseñar y reglamentar las distintas modalidades de administración del recurso o capital humano”.

Se pretende de esta manera aprovechar la experiencia que se puede recoger -en la cuarentena- sobre el teletrabajo en las oficinas públicas, donde hubo un desarrollo de las tareas del personal que trabajó desde sus domicilios, que en algunos ámbitos llegó al 50%, además de aquellos considerados grupos de riesgo.

Esta modalidad puso en debate nuevos parámetros, como concluir en que trabajando en la casa, hay mayor concentración, comodidad y flexibilidad, además de determinados ahorros, que no tienen que ver con la reducción de empleados, en el entendimiento que el trabajo remoto no es igual en el Estado que en el sector privado.

Además, Río Negro participa del Comité Federal de Modernización, donde éste es el tema central tanto de Nación como de las provincias que tuvieron -ante la urgencias que plantea la pandemia- implementar el teletrabajo en las administración estatal.

Con esta encuesta -según se informó- se recabarán los datos que permitan avanzar en una reglamentación moderna y eficiente que responda a los nuevos desafíos que se presentan, donde terminada esta etapa de aislamiento nada será igual y menos en el Estado, señalaron las fuentes consultadas.

También la nueva propuesta de funcionamiento que se implemente a futuro, despejará dudas y temores sobre despidos de empleados. Las consultas realizadas por ADN dejaron en claro que la reducción de personal no será la consecuencia de las nuevas pautas de modernización, sino que tendrá otros mecanismos de relaciones como una mayor flexibilización horaria de aquellos agentes que trabajen desde sus casas; capacitaciones permanentes; fin del hacinamiento de oficinas y reasignación de funciones.

El nuevo sistema tiene además otras herramientas de apoyo, como es la Gestión Documental (DG), un organismo que funciona en la administración rionegrina, como un órgano interconectado entre todos los ámbitos publicos, que además cuenta con firma digital para acelerar la tramitación de expedientes.

De todos modos continuarán y se reorganizarán las oficinas con trabajos presenciales, que son necesarias y hasta ahora imprescindibles en el funcionamiento del Estado, en todos sus poderes.

Sin dudas que se plantea un gran desafío, con un cambio de mentalidad, donde el éxito de este nuevo servicio de trabajo remoto estará en manos de los Jefes Organizadores que tendrán a su cargo la organización de las tareas en las casas de los empleados, las flexibilizaciones que demanden, horarios y demás modalidades, a partir de una producción exigida a cada agente.

El debate está abierto, pero son cambios que se avecinan, donde todos tendrán que realizar sus aportes, incluidos los gremios estatales.