El Senado aprobó anoche la Ley de Solidaridad Social

El Senado aprobó la ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva luego de un largo debate con fuertes contrapuntos entre senadores, donde el oficialismo logró 41 votos a favor y hubo solo 23 en contra y una abstención. Los senadores rionegrinos Silvina García Larraburu y Martín Doñate del Frente de Todos y Alberto Weretilneck, de Juntos Somos Río Negro, apoyaron el proyecto de la Casa Rosada.

El Frente de Todos logró sortear la resistencia de Juntos por el Cambio –inmerso en una dura discusión interna– y abrió el debate en el Senado ya avanzada la tarde del viernes. Pasadas las cuatro de la mañana de hoy finalmente llegó a su fin. El oficialismo logró el respaldo de 41 senadores frente a 23 votos negativos y quedó convertido en ley el megaproyecto de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en la Emergencia Económica, que marca las prioridades que darán impulso al comienzo de la gestión del presidente Alberto Fernández.

La mayoría de los votos que permitieron convertir en ley el primer proyecto del gobierno de Alberto Fernández en apenas 72 horas provinieron del bloque del Frente para Todos, pero el oficialismo consiguió sumar el respaldo de otros tres senadores. La primera fue Lucila Crexell, una antigua militante del Movimiento Popular Neuquino que fue atraída a las filas de Juntos por el Cambio por Miguel Pichetto, pero que formó un bloque unipersonal cuando llegó al Senado.

El segundo fue el ex gobernador de Río Negro Alberto Weretilnek y el tercero Carlos Reutemann, que renovó por última vez su banca con los colores del macrismo. A la hora de votar, el ex corredor aclaró que lo hacía en general, pero señaló la lista de artículos a los que se oponía en particular.

El senador Jorge Taiana fue el encargado  de cerrar la lista de los oradores, para dar paso a los discursos finales de los presidentes de bloque: un duelo entre dos senadores formoseños, el radical Luis Naidenoff y el justicialista José Mayans.

«La situacion es compleja, lo aceptamos», empezó conciliador el jefe del bloque de Juntos por el Cambio, pero enseguida dedicó la mayor parte de su discurso a defender lo actuado por el gobierno de Macri y a criticar «la herencia recibida» en 2015. «Dos de cada tres dólares de la deuda fueron para pagar la deuda contraída por los gobiernos anteriores», explicó. 

Mayans no se quedó corto en la respuesta. «Esta situación no salió de la nada. Esto fue fruto de la timba financiera», aseguró, y hasta se dio el gusto de citar al ex titular de la bancada opositora Miguel Pichetto cuando dijo, antes de convertirse en candidato a vicepresidente de Macri, «la administración del Banco Central es nefasta». A la hora de responder a las quejas sobre los peligros de otorgar superpoderes a Alberto Fernández, como repitieron los senadores opositores, dijo que «ustedes ya otorgaron verdaderos superpoderes, se los dieron al FMI. Ni el presidente Macri podía tomar ninguna medida sin consultarlos», confrontó. «¿Y dónde está ahora Macri mientras la gente se debate en la miseria como consecuencia de esas políticas? En Qatar, disfrutando una final de fútbol». 

Para terminar, propuso que se vote conjuntamente el general y en particular, lo que se aprobó por amplia mayoría. Después sólo faltaba la votación final.