IPC gremial: la inflación volvió a acelerarse en mayo
El jueves el INDEC publicará el IPC de mayo que mostrará una nueva aceleración en términos interanuales de la inflación: alcanzará el 57%. El dato será certificado si se cumple la proyección de una variación de 3,1% durante el mes pasado. Ese es el número que estima el consenso de analistas de la city porteña.
A la espera de ese dato clave para toda la macro economía, ayer el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET) publicó la inflación de los trabajadores, que efectivamente mostró una suba de 3,1% en mayo y alcanzó una interanual de 57,4%.
Así, incluso con recesión y emisión monetaria 0% desde octubre, el BCRA aún no logró domar la dinámica de precios.
La inflación interanual sigue en niveles récord desde la salida de la hiper, en 1991, cuando fue de 84%. Según el IET, la dinámica de la canasta de precios representativa del consumo de los trabajadores alcanzó una de 57,4% pero ese número se agrava si se distingue por deciles. De hecho, el décil 1, es decir el 10% de los trabajadores con menores ingresos, sufrió una suba de precios interanual de 60,3%. El decil 1 medido por el IET es el equivalente al decil 3 del total de la sociedad medido por el INDEC. El decil 2 tuvo una de 59,7% durante los últimos 12 meses. El decil 10 estuvo relativamente mejor pero tampoco tanto: fue de 54,8%.
Para la totalidad de la gestión Cambiemos, la comparación muestra una dinámica incluso peor para el decil 1, lo que se explica en primer lugar por las devaluaciones del 2016 y el 2018, que genera subas extraordinarias en los alimentos. Así, desde noviembre de 2015 la inflación acumulada para el total de los trabajadores fue de 215,4% (se más que triplicaron los precios). Pero para el decil 1 fue muy superior: llegó al 248,4%. En cambio, para el decil 10, el de mejores ingresos, fue de 195,3%. La mediana de los salarios registrados aumentó muy por debajo, al 164,9%, y por eso la caída del salario real redondeó 16% en ese período.
Mayo fue el último mes sobrecargado de subas en regulados. Las consultoras destacan que fueron los servicios los que más presionaron sobre los precios, mientras que los bienes estuvieron más moderados, gracias a una nueva pax cambiaria desde que el BCRA anunció el permiso del FMI para intervenir y contener al dólar. Para determinar si la inflación consigue desacelerar en algún punto, será clave la continuidad de esa variable.
El director de Ecolatina, Lorenzo Sigaut Gravina, afirmó ayer: «Desde que el BCRA anunció que recuperaba la potestad de vender reservas, el dólar permanece planchado. La pregunta del millón es cuanto durará la nueva calma. Si suponemos que no hay cambios del contexto internacional, la calma podría atravesar el cierre de listas y quizás extenderse hasta las PASO. Sin embargo, días antes o después de las PASO, la dolarización trepará y el mercado testeará el poder de fuego del BCRA».
El último Relevamiento de Expectativas de Mercado ( REM), la encuesta que realiza todos los meses el BCRA entre economistas de consultoras de la city y otras instituciones del rubro, señaló que, según el promedio de las respuestas, la inflación de marzo fue de 3,1%. A fin de año esperan una interanual de 40,4%. Un número muy parecido al del 2018, lo que acentúa la lectura de que al Gobierno le está costando la batalla contra los precios. A pesar del apretón monetario, la inercia, con los salarios y los márgenes empresarios buscando recuperar algo de lo perdido, seguirá generando presiones.