Se subejecutó más de $30.000 M en Salud, Educación y Ciencia

El Gobierno de Cambiemos profundizó el ajuste por vía de la subejecución presupuestaria. El rol del Estado quedó debilitado en áreas clave para el desarrollo del país. Durante 2018, el Ejecutivo Nacional subejecutó más de $30.000 millones en programas de Salud, Educación y Ciencia.

Así lo establece un informe de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), donde se calcula que el ajuste total del gasto fue del 15,6% real (neto de inflación) en el año pasado y en comparación con 2017.

El recorte del gasto en 2018 se produjo en diversas áreas, aunque las más sensibles fueron Trabajo (-54,7%); Ciencia y Técnica (-31,8%); Promoción y asistencia social (-23,5%); Educación (-22,4%); y Salud (-17,8%), ajustes que se dieron pese al incremento en un 13,1% en servicios de la deuda.

De este modo, las principales funciones del gasto se redujeron en los últimos tres años, excepto el pago de la deuda pública que creció más de un 90% acumulado.

“Tras el regreso al FMI, la estrategia ‘gradualista’ de reducción del gasto público debió acelerarse como forma de converger en un menor tiempo al superávit fiscal primario para pagar los intereses de la deuda, algo que no está claro que tenga altas probabilidades de suceder sin antes incurrir en un default de la deuda. A contramano de las prescripciones del Fondo, más ajuste en Argentina implica menos actividad económica, menos recursos y, por ende, menos posibilidad de repago de la deuda externa”, advierte el documento ligado a la Licenciatura en Economía de la UNDAV.

RECORTES 2018

Programas para la mujer, de educación sexual, de salud, de ciencia, entre otros, presentan subejecuciones manifiestas, en algunos casos llegando hasta un 41,5% de ajuste.

Vinculado a los recientes aumentos proyectados para los servicios públicos, en el informe universitario se vislumbra que en 2018 se destinó un 6% menos que en 2015 al gasto social y a los subsidios económicos sobre los servicios públicos.

Además de la erosión de recursos, también se subejecutan cuantiosos montos asignados.

Durante 2018 y con datos provisorios se tienen profundas subejecuciones en “atención y desarrollo de poblaciones indígenas” (-41,5%), “desarrollo de la salud sexual y procreación responsable” con un faltante de -30,5%, “innovación y desarrollo de la formación tecnológica” (.30,2%), fortalecimiento edilicio de jardines de infantes (-29,8%), entre otras.

“La política de reducción de los subsidios a las tarifas de servicios públicos continúa su marcha junto con la dolarización de las mismas. Se observa que en 2019 los mismos alcanzarán el 4,1% del PBI. Particularmente se destaca la caída en los subsidios a la energía, que bajan del 1,4% al 1,1%, y los del transporte que lo hacen desde un 0,7% hasta el 0,4% en 2019. En menor medida bajan los subsidios para asistencia social, ante la evidencia que el proceso creciente de ajuste y recesión ocasiona graves consecuencias para los sectores populares y medios, con lo cual la política de promoción y asistencia social se hace indispensable aunque escasa para contener los avances de la crisis”, apunta el documento de la Universidad Nacional de Avellaneda.

Por otra parte, el informe revela que los fondos ejecutados en programas de industria cayeron 57% respecto a 2015 y se prevé una nueva caída para el año en curso.

Ampliando el espectro, se tienen recortes fenomenales en el acumulado desde 2015. Si se computa la variación real del gasto en los tres años, se encuentras mermas en la inversión pública del 57,7% en vivienda y urbanismo, del 55,6% en políticas laborales y del 53,8% en industria, entre otros”, analiza el informe ligado a la Licenciatura en Economía de la UNDAV, que dirige Santiago Fraschina.

“La ejecución presupuestaria de 2018 evidencia que el sector industrial no ha sido una de las prioridades de la gestión de gobierno. De los 10.833 millones de pesos vigentes en el presupuesto, solo se devengaron $7.695 millones. Así, se ejecutaron el 71% de los fondos destinados para el sector. Una subejecución de casi 30 puntos porcentuales como esta, representa un retroceso significativo para la industria local, con políticas públicas disminuidas que impiden el crecimiento y desarrollo de un área clave de la economía”, explica el informe.

Salud

La inversión pública en programas de salud creció un 22% nominal en 2018 en relación a 2017 pero, si se descuenta el efecto de la inflación en el poder adquisitivo del presupuesto, se encuentra que los gastos cayeron un 18%, lo que representa un fuerte proceso de ajuste. Esto se da además con una subejecución presupuestaria del 7%, es decir, $ 7.862 millones que no se gastaron en 2018.

Desglosando por Entidad se encuentran fuertes recortes en ciertos organismos como en ANMAT que sufre un recorte en términos reales 31%, el Servicio Nacional de Rehabilitación (-86%), la Superintendencia de Servicios de Salud (-31%), la ANLAP (-4%) o las transferencias a la ANSES para el financiamiento del PAMI que cayeron un 12% real.

Al mismo tiempo se encuentra el desfinanciamiento a los hospitales como el Posadas (-23% real), el Sommer (-28% real), o el Laura Bonaparte (ex cenareso, con caída del 36% real).

En cuanto a las actividades que pierden financiamiento, el informe de la UNDAV detalla las de Prevención Epidemiológica (-52%), de la salud mental (-14%), de enfermedades transmisibles por vectores y zoonosis (-43%), asistencia a pacientes con lepra (-28%), al paciente miastenico (-42%), de las discapacidades (-43%).

Al mismo tiempo, los abordajes territoriales han caída en términos reales en un 46%. Al mismo tiempo se han destinado menos fondos en términos reales para salud infantil (-98%), salud ocupacional (51%), y a la vigilancia epidemiológica y control del SIDA (-32%).

Ciencia y Tecnología

En términos generales, la ejecución presupuestaria alcanzó los $ 34.023 millones de un total de $ 39.073 millones de crédito vigente. Esto representa una ejecución del 87,1% o 12,9 puntos porcentuales sin ejecutar.

La Comisión Nacional de Energía Atómica tiene la menor de todas, con 78,8%, unos $1.120 millones menos. También se destacan los menores fondos en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria con donde no se ejecutaron $1.077 y $681 millones respectivamente.

Más allá del porcentaje de ejecución, si se comparan los fondos invertidos en ciencia y tecnología en 2018 con los de 2017, teniendo en cuenta una inflación del 48%, estos sufrieron un recorte del 31,8%, lo que denota el fuerte ajuste en un sector clave para el desarrollo del país.

Asistencia Social

A pesar del aumento en el gasto en promoción y asistencia social en casi $ 7 mil millones en 2018, producto de la alta inflación en el año en gasto real cayó en un 24%. Esto estuvo fundamentalmente traccionado por la caída también del 24% real en transferencias. Además la subejecución llegó al 8%, con lo cual no se ejecutaron $ 5.405 millones en relación al presupuesto vigente para el año.

Deuda pùblica

Respecto de cómo ha sido el tratamiento de la deuda de la administración pública nacional, el porcentaje de ejecución llegó 89%. Al programa más significativo, Deudas Directas de la Administración Central, se destinaron 542.990 millones de pesos, una ejecución también del 89%. Pero lo notorio es el monto en que han crecido dichos pagos que, con una inflación del 48% se incrementan 13,1%, en términos reales.

Así, la ejecución presupuestaria también refleja el perfil neoliberal del programa económico, con ajustes en un sinnúmero de partidas que tienen que ver con aspectos sociales y económicos fundamentales, e incremento para los fondos de la deuda.

El 94,1% de las erogaciones corresponde al pago de intereses. No obstante el bajo peso relativo, las primas y los servicios no personales totalizaron unos 32.192 millones de pesos.