Alertan sobre la asignación a las provincias de obra pública

(ADN).- Los gobernadores, en alerta por la distribución de nuevas obras, mientras que las provincias más chicas piden que se prioricen «criterios federales» a la hora de la elección de los proyectos que licitará el Estado nacional a través del programa de Participación Público-Privada (PPP).

En una nota publicada por La Nación se indica que los gobernadores siguen de cerca cómo es la distribución y qué distritos ganan y cuáles no con las obras que la Nación licitará a través del programa de Participación Público-Privada (PPP). Por una cuestión obvia de rentabilidad, los distritos centrales llevan la delantera en la adjudicación de los trabajos. El pedido de las provincias es que, en este mecanismo de financiamiento en el que el Estado pone el 70% de los fondos, «se priorice el criterio federal».

La primera licitación, que se llevará a cabo el 20 de este mes, es para rutas y autopistas. En el Ministerio de Transporte defienden el criterio aplicado y recalcan que con la infraestructura por construirse se reducirán fuerte los costos logísticos.

Los gobernadores apuntan a que la comisión bicameral encargada de seguir el tema -la preside el diputado Diego Bossio (Bloque Justicialista)- insista en que todos los distritos sean tenidos en cuenta a la hora de la distribución de las obras, a su vez el legislador justicialista dijo que está claro que ningún privado «pondrá plata donde no hay rentabilidad asegurada, pero para eso está el Estado», y describió que, en ese sentido, la «variable federal» tiene que jugar «fuerte» en el esquema de financiamiento, en donde el 30% lo ponen los privados y el resto, el sector público.

Según La Nación, si se toma sólo el gasto de capital (tanto por inversión real directa como por transferencias de recursos), el 38% no tiene definición geográfica (es clasificado como «nacional» o «interprovincial»); del resto, Buenos Aires se lleva el 15% y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 10%. Atrás vienen Santa Fe, con 4,2%, y Río Negro, con 3,2%.

De los gastos presupuestados para este año, el 25% no tiene una asignación provincial específica. Del resto, el 42% se concentra en Buenos Aires (22%) y en la ciudad de Buenos Aires (20%); le siguen Córdoba (4,5%) y Santa Fe (4,3%). Hay 12 provincias a las que, en conjunto, se les asigna menos del 10% del gasto.

Otra alarma se encendió cuando de 38 proyectos de PPP para 14 provincias por US$9500 millones del Plan Nacional de Agua que gestiona la Secretaría de Recursos Hídricos, del Ministerio del Interior, los más grandes (unos US$4500 millones) fueron para Buenos Aires y Mendoza. También hay previstas ejecución de plantas depuradoras para Tucumán, Gran Rosario y Santa Fe.

Este año, el mayor peso de la obra pública recae sobre el sistema de PPP; el presupuesto incluye 52 iniciativas por US$21.000 millones. De ese importe global, Buenos Aires es la provincia más beneficiada para hospitales (serán seis; en el interior solo hay previsto uno para Neuquén) y cárceles (tres unidades). Se trata de proyectos más complicados porque su operación y gestión son más sofisticados que, por ejemplo, rutas o tendidos eléctricos.

Hay reclamos porque entienden que existen «favoritismos» y que el desarrollo no es «armónico», según coincidieron distintas fuentes. Catamarca, Tucumán y La Rioja señalan que están rezagadas, por ejemplo, frente a Jujuy y Salta.

Eduardo Koch, experto en PPP del estudio Nicholson y Cano, advirtió que «en general siempre el sistema empieza con autopistas en áreas rentables y no con infraestructura social. Es que primero hay que atraer a los inversores, demostrarles que hay condiciones de seguridad jurídica y capacidad de repago. Si la propuesta es una obra donde el flujo de recursos es bajo, los bancos exigirán a los empresarios un tasa de retorno muy alta o directamente no les prestarán».

El próximo 20 de este mes se abrirán las ofertas para la primera parte de la red de Autopistas y Rutas Seguras, que prevé una inversión de US$6000 millones en los primeros cuatro años del proyecto. Las obras claves están en las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Mendoza, Córdoba y Santa Fe.