¿Fecha propia? ADN

El gobierno de Mauricio Macri trabaja para unificar la fecha de elecciones en octubre bajo la premisa de ahorrar recursos y evitar el desgaste social que provoca tener varias votaciones en un año. Así pretende menguar el poder de los gobernadores opositores y sus chances de triunfo.

El encargado de explicar esta iniciativa es el ministro del Interior Rogelio Frigerio. Esta semana se reunió con el mandatorio de San Juan y logró “bajarlo” del encuentro del PJ que pretende avanzar en la unidad.

El ministro dialogará con todos los mandatarios buscando consenso. Sabe que será difícil en provincias como Córdoba pero pretende tener éxito en distritos con dificultades financieras, en especial los patagónicos.

Sin dudas, este emprendimiento -si se logra- pone en jaque la estrategia del oficialismo rionegrino de convocar a elecciones en mayo de 2019.

Después que se conociera la información, algunos dirigentes de Juntos vieron la oportunidad de volver a mostrarse díscolos con la Casa Rosada, para profundizar la estrategia autonomista. ¿Resistirán la presión? Se verá.

El partido que lidera Alberto Weretilneck está convencido que tiene chances de mantener el poder si se vota separado del proceso nacional. Además, está computando los beneficios del Plan Castello. El gobernador recorre la provincia con anuncios de obras y recoge el beneplácito de los vecinos. Incluso, hará foco en obras emblemáticas como el gasoducto de la Línea Sur, una “obra histórica, esperada y de una enorme justicia social” calificó el vicegobernador Pedro Pesatti.

El tándem Weretilneck-Pesatti ya no muestra fisuras y están desapareciendo las rencillas con la “pata peronista” desde que JSRN volvió al esquema original de partido provincial.

El legislador Adrián Casadei graficó: “era necesario volver a las fuentes” y recordó que no hay sectores. “Los que nos fuimos de nuestros partidos (UCR-PJ) nos fuimos”.

Ahora la preocupación es consensuar un candidato. Pesatti, Alejandro Palmieri y Gustavo Gennuso están en la grilla, pero podría haber otros.

Fundamentalmente, el oficialismo necesita una estrategia para ganar. Además de la fecha y el candidato, deben licuar al macrismo y dar la pelea al Frente para la Victoria. En ese objetivo nació la idea del balotaje. Se comenzó a pensar el año pasado (de eso se escribió en reiteradas oportunidades en esta columna) y se reflotó este año, a pesar que el oficialismo niega en público lo que resuelve en privado.

En los últimos meses de 2017 Weretilneck se reunió con varios encuestadores. Todos marcaban el triunfo del FPV. La candidatura del jefe del PJ, Martin Soria, recibía la mayor cantidad de adhesiones.

¿Cómo frenarlo? Con una segunda vuelta. El discurso será que los gobiernos deben tener mayor legitimidad que el 30% (en un escenario de tercios) y por eso se debía votar dos veces.

Pero la estrategia tiene dos dificultades: una el texto y la otra su instrumentación. La norma debe decir que quien no alcance en la primera vuelta el 50 más uno, se activa el balotaje. Necesariamente debe ser diferente a la nacional que impone obtener 45 puntos o una diferencia entre el primer candidato y el segundo de 10 puntos. Hoy, según los sondeos, es un riesgo.

Para avanzar en una modificación se deba cambiar la Constitución o producir una enmienda. De acuerdo a los especialistas consultados por ADN una ley no puede incorporar la segunda vuelta y tampoco se podría hacer por enmienda. La cuestión electoral es de orden públicos y no puede someterse a cambios de orden legislativo.

La situación abre una incógnita.

Hasta hace un tiempo (cuando aún gozaba de los beneficios del 53%) el gobierno podía imponer su voluntad con consenso social, como reformar la Constitución y hacer modificaciones de este orden. Hoy, el escenario es otro.

En los próximos días se espera la llegada de Adrian Pérez a Río Negro. El hombre del gobierno nacional que entiende en materia electoral vendrá a justificar la idea de que todas las provincias voten junto a Nación.

Pero antes de llegar al 2019, habrá una elección clave: Villa Regina. El macrismo apunta todos los cañones a ganar y de mínima a salir segundos, relegando al tercer lugar a JSRN, ratificando lo sucedido en las PASO.

La Casa Rosada apuesta a la relación directa con los intendentes pasando por alto a los gobernadores en distritos opositores, una táctica desplegada por el kirchnerismo. Una muestra de ello es la creación del registro único aspirantes a los planes de viviendas.

El resto también juega. Para Juntos, la elección del intendente de Villa Regina también puede ser el camino de la resurrección. Y el FPV quiere consolidar su marcha triunfal.

Para el espacio que lidera Soria solo resta saber si Carlos Vazzana está en condiciones de ser candidato. El dirigente lidera las encuestas, pero se espera su evolución después de la operación a la fue sometido después del derrame cerebral que tuvo hace unas semanas. Si el reginense no puede ser de la partida, el PJ no tendrá candidato, al menos que el Concejo Deliberante posponga la elección y permita un nuevo proceso de inscripción de postulante.