Economía y elecciones. ADN

El gobierno anunció el pago de sueldos y aguinaldos y descomprimió la tensión que había vuelto a instalarse luego del retraso del mes anterior. Además, completará el cronograma de haberes antes del 10, lo que vienen reclamando los gremios legislativos y judiciales. La información surgió ayer, luego que el viernes terminara la operación de colocación de un bono de 1800 millones de pesos en el mercado interno.

Alberto Weretilneck quiere despejar todo conflicto de gestión posible, al menos hasta las elecciones de octubre. Y la demora en la cancelación de salarios estatales, siempre es un motivo de queja. Pero además de conseguir dinero fresco, también logró que el Banco Patagonia amolde los vencimientos de las tarjetas de crédito a los cronograma de pago de sueldos. Por lo que si hubiera un calendario que supere los primeros diez días del mes, a los trabajadores no les debiten sin fondos, les cobren intereses, o empujen a los clientes (cautivos) al pago mínimo.

El bono que colocó Río Negro es para pagar los vencimientos de las Letras que fueron emitidas el año pasado. El ministro de Economía, Isaías Kremer, había adelantado esta operación para «mejorar el perfil de deuda», es decir, pagar a largo plazo y con menor interés.

Uno de los agentes que participó de la operación, le dijo a esta agencia que la salud financiera de la Provincia es buena, de lo contrario no podría hacerse una colocación de tamaña magnitud. Sólo Buenos Aires y Mendoza lograron ingresar en el mercado con montos similares.

Pero el gobierno debe mirar hacia adelante. Las PASO de agosto y las generales de octubre, son en el segundo semestre de una Argentina que aún espera la reactivación del mismo período del año anterior. ¿Qué meta está planteada para los tiempos que se avecinan? Las reaperturas de paritarias.

La administración Weretilneck acordó con los gremios, fundamentalmente UnTER y UPCN, que se revisarán los acuerdos salariales después de septiembre. O sea, octubre. Es sabido que la impaciencia de los sindicatos -producto del alto costo de vida y la pérdida del poder adquisitivo de los salarios- no llegarán a tanto, por lo que se prevé que después del receso invernal, comenzarán los reclamos.

Esto convivirá con la crisis frutícola. Mes a mes se anuncian pérdidas de fuentes laborales. Ahora, el colmo es que una empresa quiere pagar sueldos con frutas. También hay malas noticias en los comercios, producto del freno al consumo. En toda la provincia locales cierran o despiden gente. Y en zonas limítrofes, como Bariloche, el panorama es aún peor, porque deben competir con los precios de Chile. Allí, desde 2015, 107 negocios desaparecieron.

Desde hoy los combustibles volvieron a subir, el dólar tocó un techo histórico y repuntó la inflación. Todos datos negativos para los asalariados de un país que, el 70%, cobra menos de 15 mil pesos.

El cuadro representa un doble desafío para Weretilneck: el propio, que es la conducción de la administración provincial sin sobresaltos; y el ajeno, que son las variables de las políticas nacionales y sus consecuencias en Río Negro.

Juntos, armó su estrategia de campaña alrededor de la defensa de los intereses de los rionegrinos. Sin dudas, Fabián Gatti y Mónica Balseiro (los candidatos del oficialismo), tendrán una tarea titánica en este contexto.

Weretilneck insiste en que hay que ir por el electorado que no es fiel al Frente para la Victoria, quien tendría un piso/techo -según el gobierno- del 35% de los votos. Es decir, que debe disputar el 65% con el ARI, Cambiemos, el Socialismo y el Frente de Izquierda de los Trabajadores.

El primer muestreo real, será en agosto. Las PASO solo servirán de encuesta, ya que ningún frente, alianza o partido dirimirá internas. El único que se encaminaba a esa compulsa era el FPV, pero la Junta Electoral no validó las presentaciones de las listas encabezadas por Mario Sabbatella y Rubén Yahuar, ambas por irregularidades en la confección y presentación de avales.

Yahuar no protestó, al menos públicamente. Sabbatella, pegó el portazo. El legislador no solo se fue del bloque sino que sacó a Diego Santos de la bancada de concejales del FPV en Viedma. Impulsivo, criticó el accionar de la Junta y denunció proscripción.

Pero se quedó solo.

Sabbatella creyó que luego de su acción, una catarata de adhesiones y respaldos surgirían del kircherismo, espacio que quiere liderar. No ocurrió. Ni el sector que lidera el diputado Martín Doñate, ni Kausa Peronista, ni Kolina, Nuevo Encuentro, La Cámpora, el MAD o algún sindicato alzaron su voz. Solo hubo una expresión aislada del Peronismo Militante. Ese vacío, hizo que el dirigente de Viedma presentara una impugnación en el órgano partidario para revertir su decisión y poder competir. Parece que es tarde.

El ex candidato a intendente de Viedma entendió que el problema no es únicamente formal y legal, también es político.

¿Afectará al FPV esta fricción interna?. El oficialismo evaluó que si. Y dio una señal en favor de aprobar en la Legislatura un bloque para que Sabbatella «pueda cumplir su función» porque en su bancada ya no será cómodo.

Hasta las PASO, será difícil saber cómo reaccionará el electorado rionegrino. Ya comienzan a circular encuestas y algunos analistas arriesgan escenarios. Algunos datos coinciden: Mauricio Macri tiene el 70% de imagen negativa en Río Negro y Cristina Fernández de Kirchner conserva un 50% de imagen positiva. Estos números cobran sentido si la contienda se nacionaliza -situación que ya nadie duda- pero habrá que administrarlos con cautela.

Un integrante de una consultora evaluó que esta elección podría asemejarse a la de 2003 para gobernador, pero con diferentes actores. El profesional estimó que JSRN, por ser oficialista, ganaría con un estrecho margen al FPV: 32% a 30% arriesga. Y ubica al ARI (17%) por encima de Cambiemos (12%). Otro, por el contrario, asegura que -como en todas las elecciones de 2003 hasta acá- el kirchnerismo obtendrá una victoria. «En 2015 sacó el 65% de los votos, por más que haya perdido, no complica un triunfo, máxime, cuando si la elección es percibida por los electores como nacional, porque no está en juego el gobierno de la provincia».

Simulaciones, que podrían cambiar de un momento a otro.

Lo cierto es que a la campaña le cuesta tomar temperatura. Se suponía que luego de la presentación de las listas, se movería más el amperímetro político. Pero un hecho lo frenó: el fallecimiento del intendente de Maquinchao, Marcos Pérez, en un accidente de tránsito. El gobierno decretó dos días de duelo y la actividad, consecuentemente, se paró.

Pérez era un hombre joven, apasionado por la política, respetado en su ciudad, querido en el ámbito partidario. No es poco en estos días. El último contacto que tuvo con periodistas de esta agencia hizo foco en el desarrollo de la Región Sur. Entendía que por sí solas las ciudades, pueblos y parajes no saldrían a flote, y machacaba con la idea de coordinar acciones y funcionar como un consorcio. Batalló a favor del Plan Castello porque contenía obras centrales para la Línea. Y proponía trabajar codo a codo con sus colegas sin importar la procedencia partidaria. Su anhelo era volver a poner en funcionamiento el aparato productivo para generar empleo y que la zona no sufra un despoblamiento ni los jóvenes migren por falta de futuro.

La semana que vien volverá a sesionar el Parlamento. Será otro paso al calentamiento de motores rumbo a las elecciones.