Las empresas piden un aumento del 35% de la tarifa del gas

Comienzan las audiencias públicas para definir un nuevo ajuste en las tarifas de gas en todo el país que será de más del 35% promedio. Hoy será el primer debate en Bahía Blanca para tratar los márgenes que percibirán, en apariencia desde enero, Transportadora de Gas del Sur, Camuzzi Sur y Camuzzi Pampeana, y los encuentros se extenderán hasta el miércoles para todas las zonas.

La iniciativa oficial -publicó Ámbito.com- consiste en determinar los ingresos que necesitarán transportistas y distribuidoras para realizar inversiones en los próximos cinco años y tener una rentabilidad que se ha fijado a priori en torno del 9%. De ese cálculo surgirán nuevos cuadros tarifarios para el quinquenio 2017-2021 que se actualizarán dos veces por año, en enero y julio, según el índice de precios mayoristas del INDEC, acotado a la evolución del salario en el caso de los residenciales.

Como ocurrió cuando se debatió el aumento para Edenor y Edesur, los datos disponibles se refieren al impacto en el monto final de la factura. Así, Gas Natural Fenosa, que opera en el área norte del Gran Buenos Aires, informó que solicitará «una actualización promedio de la factura del 33% para los residenciales y del 30% de la factura para las pyme».

Como la distribución significa alrededor del 25% de una factura, el aumento propuesto implicaría una recuperación de más del 130% en el margen de la empresa distribuidora. A esto hay que sumarle el ajuste para las transportistas, con lo cual el aumento promedio superaría un 35%.

Esta suba se aplica sobre los valores vigentes a partir del 1 de octubre que significaron una suba de más del 200% promedio para los residenciales que habían pagado los ajustes de 2014, y del 400% para los hogares del resto del país, lo que incluye las provincias patagónicas, Mendoza , San Luis y numerosas localidades del interior bonaerense.

Según lo decidido en octubre, la parte de la tarifa correspondiente al precio del gas que perciben las petroleras se ajustará dos veces por año en función de un sendero con valores en dólares que se extiende a 2019 para las jurisdicciones que pagaban las subas de 2014, como Capital Federal, Gran Buenos Aires y Córdoba, y hasta 2022 para el resto del país.

De este modo, las tarifas de gas se ajustarán en abril y noviembre de cada año según ese sendero predeterminado, a lo que deberá añadirse el impacto de la devaluación del peso. En tanto la recomposición de márgenes de transportistas y distribuidoras se aplicaría desde el próximo 1 de enero, con ajuste en julio según la fórmula mencionada antes.

En el caso de Gas BAN, la propuesta empresaria es realizar inversiones por $6.500 millones en los próximos cinco años para mantenimiento y mejoramiento de las redes y para incorporar 294.000 hogares al servicio. Al igual que con la electricidad, las asociaciones de consumidores que participarán de las audiencias no tienen elementos para determinar cuáles son las obras necesarias y cuál es su costo, y cómo será el traslado a tarifas.

Otra arista preocupante es que tanto el Gobierno como las empresas al suministrar el impacto promedio en factura final, incluyen a los beneficiados con tarifa social, por lo que el aumento de bolsillo termina siendo muy superior para la mayoría de los usuarios. Por ahora, el Gobierno sigue contando con la ventaja de que las facturas de verano son las más bajas del año en pesos, pero en el invierno próximo las boletas pueden volver a generar un fuerte malestar social.