Exiliados internos

(Pedro O.H.Casariego).-Orillas del Mar Mediterráneo, costa de Turquía. El sirio Renah acaba de perder a sus dos hijos y esposa en un naufragio de personas que quieren exiliarse en Europa. Precisamente uno de sus hijos Aylan Kurdi , es el niño de tres o cuatro años cuya fotografía dio la vuelta al mundo al ser llevado a la orilla por las olas, sin vida, ahogado. Estados Unidos y Europa se horrorizan, también nosotros.

Sin embargo valga una reflexión personal: hay miles de argentinos de diferentes edades recogiendo comida de los basurales, durmiendo en la calle, viviendo en villas en condiciones deprimentes, sin servicios sanitarios, enfermos sin atención, pidiendo mendrugos de limosna, olvidados de lo que significa trabajar trabajar, drogándose para disimular su condición, robando y matando a cualquiera, analfabetos funcionales.

Nuestro país, con una sociedad bañada en la hipocresía se lamenta por el desdichado Aylan Kurdi, mientras que disimula lo que está pasando a la vuelta de nuestra casa, de nuestro trabajo, del colegio o del club. Pero al parecer no lo vemos.

Argentina es un país que carece sin guerras, problemas raciales o religiosos y que potencialmente puede dar alimento a 400 o 500 millones de personas, pero nuestra Presidente dice en la ONU que tenemos menos pobres que Alemania o Canadá, puesto que las cifras de su INDEC así lo reflejan. Entonces, además los carga, los gasta, les toma el pelo, pero a nosotros, sus conciudadanos nos denigra.

Si quién resulta ser la máxima autoridad de nuestro país hace esto, que podemos esperar de la sociedad que dirige, y mas aún de aquellos obsecuentes que aceptan sus dichos aplaudiendo y a las carcajadas.

Dentro de poco tiempo debemos votar, es nuestro derecho y obligación.

¿Y la hipocresía? Tratemos de no entrar al cuarto oscuro con ella.