Córtina de humo ● Jóvenes del ARI Viedma

Era el año 1946 cuando en pleno gobierno de Juan Perón se crea la primer Secretaría de inteligencia de la Nación. La misma tenía como objetivos principales proveer información clasificada acerca de determinados puntos considerados sensibles para la seguridad nacional,

tal como identificar e interpretar anticipadamente las amenazas contra el territorio, como proteger el bienestar general de la sociedad en relación al crimen organizado, terrorismo internacional o hasta problemas ecológicos que constituyan un riesgo para la sociedad, entre otros delitos complejos.

Una de las formas más habituales para la obtención de información, es mediante el seguimiento de la persona en forma física, la infiltración de agentes en organizaciones sociales, la interceptación de comunicaciones en sus teléfonos particulares, laborales y celulares, así como el hackeo de sus cuentas de Internet.

Según las voces oficiales, existen posibilidades de que la responsabilidad de la dudosa muerte del Fiscal Alberto Nisman corriera por parte de agentes autónomos, incontrolables e intocables.

Lo cierto es que la Ley Nacional 25.520 sobre Inteligencia Nacional establece que es el Titular del Poder Ejecutivo quien define las estrategias y objetivos de la misma, así como también es el encargado de designar sus máximas autoridades. Por otro lado, desde el año 2004 existe una Comisión Bicameral con atribuciones para controlar el sistema de inteligencia. El problema es que nunca lo hizo. Tal comisión, que maneja un presupuesto anual de $ 10.600.000, está compuesta por 14 integrantes, en su mayoría oficialistas. Durante el 2014 solo hubo dos reuniones; el control de los servicios de inteligencia fue paralizado intencionalmente.

Fueron llamativas las declaraciones del ex Secretario de Inteligencia de Menem, Juan Bautista ‘Tata’ Yofre, quien denunció que a la Mandataria Cristina Fernández de Kirchner «le gustaba leer las desgravaciones y escuchar los cassettes que le entregaba la SIDE cuando realizaban escuchas a políticos”. Según dijo Yofre, “a ella le gustaba escuchar los tonos”.

Tal vez es por eso que cuando Gustavo Beliz, ex Ministro de Justicia de Kirchner en 2004, se enfrentó a Stiusso (el ahora agente autónomo e incontrolable que en ese momento era protegido por Kirchner), con intenciones de modificar el régimen de Inteligencia, lo único que consiguió fue su propio despido. Paradójicamente, el proyecto que hoy promueve el oficialismo, es el mismo presentado por el ministro caído en desgracia en el primer mandato de la era K.

Lo cierto es que el proyecto de la nueva Agencia propuesto por el oficialismo, difícilmente permita una democratización, como se sostiene. Su dependencia del Poder Ejecutivo y las atribuciones dadas al Senado no constituyen garantía alguna de que no será utilizada contra los intereses del pueblo. Los antecedentes del Proyecto X de espionaje interno, o la designación de personajes nefastos como Milani o Berni en altos cargos de la estructura de seguridad, así como la negación rotunda a derogar la Ley Antiterrorista, confirman que no es posible alentar esperanzas en la nueva Agencia.

A nuestro parecer, la Agencia Federal de Inteligencia debería estar fuertemente sujeta al organismo de control correspondiente, compuesto en su mayoría por miembros opositores a la gestión de turno, donde su accionar sea sometido a la imparcialidad de la Corte Suprema de Justicia.

Por otro lado, en relación al caso Nisman, avanzar en la pronta creación de una Comisión Investigadora conducida por una fuerza opositora para lograr alcanzar la verdad en relación a la indigna muerte del Fiscal.

La SI o (ex SIDE) se convirtió en un estado antidemocrático dentro del Estado de derecho que tanto nos costó recuperar a los argentinos. Su necesario destino, debe ser la intervención del sistema de inteligencia y la desclasificación de cada uno de los archivos.

El resultado es que la muerte de un fiscal de la Nación sigue sin resolverse. Y honestamente, si dependemos de una nueva Secretaría de Inteligencia (y de todo el debate previo, de su proceso de conformación y puesta en funcionamiento) para esclarecer la muerte de Nisman, quiere decir que debemos estar predispuestos a seguir consumiendo a diestra -y sobre todo a siniestra- excusas, justificaciones y pretextos oficiales. ¿Un país con buena gente?

“La luz de la democracia debe entrar por las hendijas de las ventanas sórdidas de niebla y terror dando claridad a la oscuridad de esos claustros llenos de secretos y de datos recogidos a fuerza de escuchas ilegales, que sirvieron para tanto destino inconfesable…”

Facundo Montecino Odarda
Javier Iribarne
Ernesto Montecino Odarda
MILITANTES JUVENTUD ARI-VIEDMA

Título original: EL PROYECTO DE LA AFI: UNA CORTINA DE HUMO PARA TAPAR EL ASESINATO DE UN FISCAL DE LA NACION