Bariloche: Jueces confirman dura condena a otro abusador sexual

Bariloche (ADN).- El Superior Tribunal de Justicia confirmó la sentencia de la Cámara Segunda en lo Criminal de Bariloche que condenó a un sujeto a 12 años de prisión por el delito de “abuso sexual agravado reiterado, gravemente ultrajante por su duración y circunstancias de realización, y en atención a la guarda, condición de convivencia preexistente y minoridad de la víctima”, aunque se trató de dos nenas. Los hechos ocurrieron entre los años 2001 y 2009.El expediente judicial describe ampliamente las posturas de la defensa del imputado y de la querella, como también las fundamentaciones de la fiscal viedmense Adriana Zaratiegui, quien adhirió a expresiones de aquella última parte en el complicado proceso.

La funcionaria judicial hizo mérito de la prueba y aseveró que “es un tránsito difícil el que la víctima se despegue de su abusador; así, la tardanza en la denuncia encuentra explicación. También menciona los e-mails y plantea que el proceso es similar: uno primero no lo puede creer; por ello, el comportamiento de la madre no es ilógico y no le extraña ni la tardanza ni un comportamiento cordial hasta asumir lo ocurrido”.

Reiteró que «la defensa no desvirtúa las conclusiones de la sentencia que resuelve de modo lógico los puntos traídos al debate” y señaló que “ha sido un largo derrotero el seguido por las víctimas y es dable esperar que la respuesta de la Cámara no se vea trunca y se confirme la sentencia, con rechazo del recurso”.

Según consta en el expediente, uno de los hechos ocurrió el 14 de marzo de 2009 en el interior del domicilio donde residían el imputado (cuya identidad no figura en el texto oficial) y una menor, quien para esa época contaba con 13 años, circunstancia en las cuales aprovechando que su pareja y madre de la menor se encontraba ausente del hogar, ingresó a la habitación de la niña, quien estaba acostada boca abajo donde comenzó a efectuarle tocamientos.

En segundo término se le atribuyó al mismo sujeto los hechos sucedidos en fecha que no se pueden determinar con exactitud, pero que tuvieron inicio aproximadamente en el año 2001, cuando la otra nena tenía nueve años de edad y se encontraba cursando cuarto grado de la escuela primaria, que “acontecieron de manera habitual y en forma periódica, con una repetición diaria, en el interior de la habitación que la niña para entonces ocupaba en el domicilio de calle …de la ciudad de San Carlos de Bariloche, el cual compartían por hallarse P. en pareja con la madre de la niña”. (ADN)

 

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