«La gente sale a ver dónde están dando comida» en Roca

(ADN).- «El hambre no espera ni se toma vacaciones». La frase es de Florencia Gabba, presidenta de la asociación civil Corazón Solidario, quien indicó que desde diciembre se triplicó la demanda en el comedor que administra en Barrio Nuevo en General Roca, en el que reciben también vecinos de Alta Barda y otros sectores.

La situación no es exclusiva de la ciudad Roca. La pobreza en Río Negro alcanzó el 44,1% y la indigencia trepó al 6% según el INDEC. El organismo mide el conglomerado Viedma-Patagones pero proyecta la cifra de toda la provincia. En consecuencia, muchos comedores y merenderos en Viedma, Cipolletti, Bariloche y otras localidades vienen alertando el aumento de gente, y denuncian el retiro del Estado.

No solo el gobierno nacional cortó el insumo, también el provincial y algunas ciudades. «Solo tenemos donaciones de la gente», aseguró Gabba en diálogo con CNN Radio Roca.

«La gente sale a ver dónde están dando comida» dijo. Y explicó que «la situación que estamos viviendo es muy difícil. Antes, la gente se la rebuscaba, salía a la calle a vender cosméticos o algo y podía vivir, ahora esa gente es la hace cola en el merendero porque ya no puede comer. Las personas que estaban pagando alquiler dejaron sus casas y se están yendo a vivir debajo de una chapa. Se fue todo de las manos, está todo súper caro. Por eso se sumó un montón de gente», describió.

Gabba remarcó que «ya no hay changas. Ahora hay mucha gente desocupada y mamás que no pueden salir adelante. Llegan llorando y te dicen: no puedo, nunca vine a pedir a un comedor, pero ya no puedo darle de comer a mis hijos».

Al ser consultada por los insumos, aseguró: «Nunca alcanzan los alimentos, pero tenemos un registro de las familias que vienen y tratamos de que alcance para todos. No recibimos nada del municipio ni de la provincia. Solo tenemos donaciones de la gente», subrayó.

«La gente la está pasando mal» dijo, y aseguró que «nadie quiere hacer una cola para recibir una botella de leche».

Gabba contó que hay alrededor de 400 personas que esperan merienda y comida. «De diciembre hasta ahora se triplicó la demanda» expresó, y especuló en que la situación se puede agravar ya que «no está circulando la ayuda. No todos los comedores y merenderos pueden sostener la demanda de la gente» dijo, y se preguntó cuántos podrán seguir abiertos.