Buscan declarar zona de desastre económico a la cordillera

(ADN).- La gobernadora Arabela Carreras elevó al Parlamento un proyecto de ley para declarar de zona de desastre económico a la región cordillerana, debido a la crisis que generó la pandemia del Covid-19. Con ese aval, se buscará después la misma declaración por parte del Gobierno nacional.

En su artículo primero, el proyecto (que tiene Acuerdo de Ministros) propone «declarar Zona de Desastre Económico y Social afectada por la pandemia de COVID-19 al territorio turístico de la Provincia denominado Región Cordillera, comprendido por el Departamento Bariloche más la localidad de Dina Huapi por el plazo de ciento ochenta (180) días a partir de la sanción de la presente Ley, plazo que podrá ser prorrogado en caso de persistir la situación epidemiológica».

La iniciativa faculta al Poder Ejecutivo Provincial, para que «arbitre las medidas que considere pertinentes a fin de atender las demandas derivadas de la situación mencionada en el artículo 1° de la presente Ley, y conceder los beneficios tributarios, totales o parciales a los contribuyentes de las distintas localidades según corresponda».

Además, «una vez declarado el estado de desastre Económico y Social, el Poder Ejecutivo Provincial deberá solicitar al organismo nacional competente la adopción de igual decisión en el orden Nacional», expresa el texto oficial.

Entre los fundamentos, el Gobierno expresó:

En el actual contexto de emergencia sanitaria, entendible como un evento imprevisible y de fuerza mayor, y en razón de las numerosas medidas adoptadas con miras a la prevención del contagio del COVID-19, se suspendieron gran cantidad de actividades comerciales, estableciéndose la prohibición de vuelos y transportes de media y larga distancia, el cierre preventivo de fronteras nacionales y provinciales, el cierre completo y la inactividad obligada de comercios e industrias, siendo el turismo una de las actividades más afectada por dichas medidas al no existir movimiento de pasajeros desde los grandes centros urbanos de nuestro País y de países como Brasil, Chile, Europa y el resto de América.

Ello trajo como consecuencia que las empresas y los prestadores de servicios turísticos receptivos de la Provincia y en especial de la Región Cordillera, tal como es definida en el Plan Estratégico Sustentable de la Provincia de Río Negro, vieran drásticamente afectados sus ingresos desde el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio.

En este escenario, corresponde tener especial reparo en relación a que los meses de julio, agosto y septiembre constituyen la temporada alta de mayor importancia en la Región Cordillera, tanto por el nivel de ocupación como por el gasto promedio del turista invernal -que es superior al de cualquier otra época del año- y que no hay fecha cierta de finalización de esta situación, toda vez que es incierto el avance de la pandemia, e inclusive, una vez determinada su finalización, la vuelta a la normalidad de la actividad comercial turística será paulatina.

En consecuencia, las personas humanas y jurídicas que dependen del turismo no podrán hacer frente a sus obligaciones si no se toman medidas rápidas y concretas para evitar el colapso de gran cantidad de ellas y la consecuente pérdida de las fuentes de trabajo.

En dicho contexto, la situación expuesta encuadra en la definición de desastre económico y social, al ser la pandemia de COVID-19 un factor imprevisible e inevitable que por su intensidad y carácter extraordinario afecta especialmente a las áreas receptivas del turismo, ocasionando el cese total o parcial de las mismas e impactando gravemente la evolución de las actividades económicas y el cumplimiento de las obligaciones crediticias, fiscales y previsionales.