Caló, Quintana y el salario de servicios no esenciales

(ADN).- El secretario de Hacienda de Bariloche, Diego Quintana, dio una primera pista de lo que puede venir en el país en materia salarial: «quizás (el empleado municipal) pueda resignar una parte -de su sueldo- porque va a privilegiar seguir formando parte del sistema”, dijo el martes. Hoy, el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló, informó que los trabajadores del sector que no trabajen por la cuarentena, cobrarán sólo el 70% de su salario. «No acordamos salarios a la baja, logramos que no haya despidos», justificó.

El denominador argumentativo común entre Quintana y Caló es mantener las fuentes laborales de los sectores que fueron alcanzados por el aislamiento social. ¿Son las primeras expresiones o planes piloto? Podría ser. ¿Otros sectores públicos y privados podrían ver reducido sus salarios? Probablemente.

La pandemia tiene un efecto devastador en la economía. Quitando a quienes cumplen servicios esenciales, hay en estudio diferentes alternativas para achicar el gasto público y evitar el quiebre de empresas y pymes.

Las industrias que están paradas no producen, si no producen no venden, sino no venden no pueden pagar salarios. Lo mismo ocurre en el ámbito estatal, que está resignando recaudación. Si baja la recaudación hay menos ingresos y menos dinero para distribuir.

En el caso de Río Negro, casi el 75% de su presupuesto está destinado a salarios. No está lejos la teoría de Quintana al registrarse una merma en los ingresos (cae la recaudación de impuestos y el precio del petróleo) que tienen como objetivo central destinar fondos para fortalecer el sistema de salud para hacer frente a la pandemia de coronavirus.

Por ahora, el Gobierno descarta que esté en estudio alguna medida de achique, y sigue buscando herramientas financieras para pagar salarios en tiempo y forma.

Gustavo Gennuso también salió a transmitir tranquilidad momentánea, pero abrió un interrogante hacia el futuro: “Esta gestión siempre priorizó el salario de los municipales y lo seguiremos haciendo”, dijo el intendente de Bariloche quien, lejos de contradecir a su Secretario de Hacienda, indicó: “las declaraciones de Quintana describieron una situación económica que es nacional y también provincial. Todas las cadenas de valor están cortadas y hace que muchos vecinos no puedan cumplir con sus impuestos como en otro momento, por eso habrá repercusiones en las arcas de municipio, y el Secretario no hizo más que describirlo, ligado también a una situación que es hasta internacional” y detalló que «hoy muchos cuentapropistas no pueden salir a generar su ingreso o están muy limitados, entonces su posibilidad de poder responder con los impuestos municipales y provinciales se ve afectada. Esto repercute en las recaudaciones de la Municipalidad y es más que atendible”.

En consecuencia, cada sector podría ir determinando la adecuación salarial. Es posible que no haya recortes salariales sino la suspensión del pago de adicionales e incentivos productivos, según corresponda a la actividad pública o privada.

En Río Negro se pagan adicionales, horas extras, guardias e incentivos en diferentes organismos y empresas públicas. Pero al no estar exceptuadas en el decreto y haber ingresado en receso, podrían dejar de percibir esos beneficios que está íntimamente ligados con el trabajo en actividad.

Si así ocurriera, habría diferentes reacciones sindicales. Está visto que la UOM aceptó una disminución salarial a trabajadores de pymes, pero el SOYEM rechazó de plano en Bariloche la idea de Quintana.

Ahora, lo que resta saber es si los dos ejemplos surgidos esta semana son hechos aislados, o se transformarán en un laboratorio social para medir la aceptación de la medida y el humor social. Pero es de suponer que una resolución global (al menos es las áreas estatales) podrían tomarse desde el Ejecutivo nacional con el consenso de las provincias, y la consecuente invitación para adherir a los poderes Legislativo y Judicial.