EL PJ de Río Negro obligado a la unidad y la renovación

(ADN). – Ya es un clásico de los comentarios políticos pos- electorales,  destacar que en Río Negro el peronismo es ganador en las elecciones nacionales, pero cuando se trata de comicios provinciales, a legisladores nacionales o de municipios no hay correlación y le cuesta el triunfo en las urnas.

Las elecciones de este domingo no fueron la excepción. La fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández obtuvo en la provincia 239.979 votos, mientras que los candidatos al Senado Martín Doñate-Silvina García Larraburu alcanzaron 164.151sufragio y los nominados a la Cámara de Diputados, Martín Soria y Graciela Landriscini 16.4500 votos, que marca una diferencia de 75.828 y de 75.479, respectivamente.

No es menor  una diferencia de votos superior a los 75 mil votos en las dos categorías, como para que pase inadvertida para las autoridades partidarias del peronismo provincial.

En los discursos escuchados anoche en el escenario del Frente de Todos, festejando el triunfo de los Fernández, hubo un hilo conductor en las distintas expresiones que fue la palabra unidad, incluso fue un concepto definido como el motor del triunfo.

Este valor, tantas veces repetido pareciera una palabra vacía en la dirigencia rionegrina y vale recordar que la única vez que fue posible aglutinar a todos los sectores dentro de un proyecto provincial, le permitió a Carlos Soria llegar a la gobernación.

El mensaje de la elección de ayer debe ser tomado en cuenta y con responsabilidad por la dirigencia peronista rionegrina, desde la mesa del Consejo, el Congreso, las Unidades Básicas, legisladores, intendentes  y cada militante. Sin este aprendizaje no habrá futuro.

Hay una dirigencia con mirada corta, con egoísmos  de defensa estéril de espacios propios, que propician múltiples listas de candidatos en cada elección, dispersión de esfuerzos y acrecentados personalismos. Falta humildad, autocrítica, pasos  al costado y renovación de la dirigencia con un pensamiento abierto a los tiempos actuales.

Si no hay una oferta inclusiva y real, siempre el voto será esquivo para respaldar un proyecto provincial del justicialismo.