Creció la deuda de provincias que firmaron el pacto fiscal

(ADN).- La mayoría de la provincias se sumó a la política de endeudamiento del gobierno nacional y en cuatro años multiplicaron por seis el stock de pasivos, hasta alcanzar la histórica cifra de 1,73 billones (1 billón 730 mil millones) de pesos. A la convocatoria de la emisión de deuda, se suman las constantes exigencias de ajuste de la administración nacional y la caída de ingresos por la menor actividad económica.

Río Negro, si bien no exhibe los peores índices como Buenos Aires (9.822 millones de dólares) o Córdoba (2.594 millones), tampoco está la línea de desendeudamiento como San Luis y La Pampa. Curiosamente, esos dos distritos fueron los que no suscribieron el pato fiscal con Nación.

La provincia que administra Alberto Weretilneck está en el lote -junto a Chaco y San Juan- por debajo de los 400 millones de dólares.

Luego de cuatro años de Cambiemos el peso de la deuda sobre los recursos provinciales se habrá duplicado para el cierre de este año, según un estudio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). Paradójicamente, las provincias más endeudadas son en su mayoría las que -además- se vieron favorecidas en el reparto nacional de recursos: Chubut, Neuquén, Jujuy y Buenos Aires; mientras que San Luis y La Pampa están casi desendeudadas.

Éstas provincias son las que no suscribieron el Pacto Fiscal. San Luis nunca asistió al encuentro con el presidente Mauricio Macri, y La Pampa se bajó a poco de andar el acuerdo.

El puntapié inicial del endeudamiento fue la decisión de pagarle a los fondos buitre incluso más de lo que demandaban, para lo cual el bloque oficialista negoció con sus pares de otros espacios políticos el acompañamiento en el Congreso, prometiendo la apertura de los mercados para sus respectivas provincias. La posibilidad de volver a tener acceso a los mercados de deuda fue clave para su aprobación. Comenzó entonces el festival de deuda nacional que terminó en default meses antes de que Mauricio Macri termine su período presidencial. Pero las provincias no se quedaron atrás. No solo tomaron deuda de manera desproporcionada a su nivel de recursos sino que cambiaron la composición de sus pasivos, con una mayor participación de emisiones en dólares.

Entre 2004 y 2015 el endeudamiento de las provincias se incrementó 258 por ciento, con nueve años de crecimiento económico y tres de caída, mientras que entre 2016 y 2019, en sólo cuatro años, el incremento de la deuda fue del 542%, con tres años de desplome de la actividad. El punto mínimo de endeudamiento de la provincias se produjo en 2014 y 2015, con una reducción en términos reales del 80%. En ese año el monto de la deuda era de 269.384 millones de pesos y hoy asciende a 1,73 billones, con un alza del 542%. Es decir, más que se duplicó año a año en valores absolutos. También duplicó su peso en relación a la recaudación y a la coparticipación de impuestos. Pasó del 22,7% de 2015 al 42,6% este año.

“El Gobierno nacional ha utilizado la emisión de deuda externa como el único mecanismo para atender los efectos de la megadevaluación, la baja de impuestos (básicamente las retenciones) y la caída del consumo y la producción. En lo que respecta a las provincias, la política ‘federal’ de Cambiemos ha sido facilitar el endeudamiento para enfrentar el deterioro creciente de las arcas provinciales”, explican desde el CEPA.

Las jurisdicciones con mayor stock de deuda en relación con la recaudación propia y vía coparticipación son Chubut, con 1,8 veces de pasivos sobre sus recursos, seguido por Neuquén (1,3 veces), Jujuy (1,1 veces), Buenos Aires (1,03) y Córdoba y Mendoza (ambas 0,94 veces).