Resignarnos no puede ser opción ● Claudia Beltramino

Si por fin de ciclo entendemos al inexorable cambio de gobierno que se producirá en tanto no hay posibilidad de una segunda reelección de CFK y sea quien fuere que la reemplace en el mando, más temprano que tarde imprimirá un perfil diferente a la gestión, es obvio que efectivamente estamos en las postrimerías de un ciclo político de más de 10 años caracterizado por algunos beneficios sociales, muchísimo marketing, el ejercicio autoritario de una mayoría parlamentaria, índices mentirosos y un esforzado ejercicio de colonización del Poder Judicial.

Una segunda generación que creció al calor de planes sociales y que sin educación terminó en manos del narcomenudeo que hizo de la prostitución infantil una cuestión que dejó de sobresaltarnos. Corrupción, enriquecimiento ilícito, funcionarios dispuestos a todo porque encontraron en la democracia una herramienta más que adecuada para introducir algunas mejoras para la sociedad e incontables y sonantes beneficios para sí, para sus hijos, los hijos de sus hijos y hasta los hijos de estos.

Quizás uno de los puntos que confirman el fin de ciclo sea la ausencia de la Presidente Kirchner durante casi un mes sin que se traspasara el mando como indica la Constitución. Algo así como recibir a las visitas en pantuflas y sin siquiera acudir a un peine.

La Presidente tuvo una infección. La infección fue muy grave y hubo que hospitalizarla. Los partes médicos fueron confeccionados de manera tal que nadie supusiera que esta infección, sin dudas una septicemia, pudo haberle costado la vida. Delicado.

Amado Boudou, el vicepresidente, era noticia porque su juvenil novia lo abandonaba. Con enorme muestra de afecto, Kempfer le dijo por la pantalla de todos los televisores, “No sos vos Aimé, soy yo”, y el hombre recibió un distinguido certificado que lo acreditó como 1º en el Top Five de los desechables.

Pareciera entonces que habría quedado a cargo Máximo Kirchner, el hijo que citó a intendentes bonaerenses en Olivos mientras delineaba estrategias políticas. NI vale la pena enfatizar que hubiera sido lo mismo que la cita fuera con cualquier otro familiar porque al hijo no lo votó nadie ni tiene cargo institucional alguno.

Hasta acá, los datos confirman un fin de ciclo, una Presidente de delicada salud, un vicepresidente al que se le impide cumplir con su rol asignado por la C.N. y un sólido ejecutivo que marcha como si nada pasara.

No obstante las denuncias de Capitanich, el hombre debería celebrar que a ningún argentino se le ocurre denunciar el vacío de poder, fruto de la profunda desinstitucionalización y desgaste de más de 10 años de gestión con escandalosas causas de corrupción que nos regalaron imágenes que no pueden despegarse de ninguna retina como las valijas de Antonini Wilson o la bolsa de Felisa Micheli.

Sin la menor duda, el efecto derrame de la señalada desinstitucionalización, replica en las 24 provincias.

En Río Negro, el Ministro de Gobierno aprovechó el infierno de inseguridad y se mandó a mudar a Medio Oriente. Luis Di Giacomo se fue estando a cargo del Ministerio de Seguridad que en su ausencia cayó en manos del entonces Secretario de Seguridad desde diciembre del 2013, Gastón Pérez Esteban.

Durante la estancia mística de Di Giacomo en tierras bíblicas, Viedma, una de las cuatro ciudades más pobladas en Río Negro, atravesó una serie de “Noches de infierno en el barrio Lavalle”. Sin duda la situación debe repetirse casi del mismo modo en Cipolletti, Bariloche o General Roca porque se mantienen las condiciones casi como en un laboratorio.

En la mañana del martes, se hicieron saber las quejas de muchos vecinos que padecieron una noche de bala y fuego, hubo confirmación de un herido de bala, una agresión a una embarazada y en la noche siguiente mataron a un joven de 22 años.

Durante la jornada y de seguro anticipando que todo podrá complicarse, se reunieron las áreas de sociales del municipio y la provincia y gente de la Fundación Creando Futuro del padre Luis García. La notoria ausencia de la Seguridad que constitucionalmente se define como un servicio que presta la Provincia, fue más que evidente. Ninguna justificación oficial, sobre todo cuando la jornada acabó con un muerto.

En el marco de algún programa social que baja de Nación, un grupo de funcionarios, legisladores y otros actores sociales intercambian correos para compartir información o para citarse a reunión en atención a las graves dificultades que se atraviesan, por caso en Viedma.

Algunos párrafos del mail que circuló el 20 de noviembre pasado, y cuya redacción corresponde a un miembro de destacado protagonismo social de este grupo, pormenorizan la situación en la que estamos y evidencian como, sino por la complicidad del poder político en sus tres expresiones institucionales, al menos por desidia que, si no estuviéramos atravesando este fin de ciclo a nivel nacional, otras serían las consecuencias, otra la decisión.

“Queridos amigos: Anoche estuve en el Barrio Lavalle ya que tenía reunión (…). La situación era de desborde total. Ya viene dándose desde hace varios días una inestabilidad tremenda como consecuencia del enfrentamiento entre adolescentes que acaba convirtiéndose en conflicto muy complejo entre familias. Anoche un joven fallecía. A la mañana un joven entraba en el Centro de salud del barrio buscando a la ex pareja con un arma en la mano y en la noche anterior un joven era baleado en plena esquina. Fue llevado a la salita y de ahí al hospital por (….). Esperemos que este nuevo dispositivo de Sedronar en conexión con la Red del Barrio, pueda ayudarnos a poner un poco de luz en medio de esta situación. Estoy convencido que estos movimientos no son ni más ni menos que las consecuencias primeras de un declive en la implementación de las políticas sociales en nuestros barrios. La poca dinamicidad (sic) con la que se ha actuado, la falta de recursos, promesas incumplidas, des financiación de las organizaciones y no respetar los tiempos de los desembolsos convenidos, la vulnerabilidad en la que trabajan muchos integrantes de instituciones gubernamentales etc, está llevando a esta situación. Si a esto le unimos los dos grandes negocios que hoy se manejan en estos barrios y que están «arropados» por personas que ocupan u ocuparon cargos importantes dentro de la administración pública, como son la el tráfico de droga y la trata de personas, especialmente la prostitución de adolescentes niñas, negocio que crece de día en día en estos barrios, la situación se torna más compleja aún. Muchos lo saben y callan por miedo. Es gente gorda la que maneja esto, y es mucha plata la que se paga por la entrega de pequeñas a estas redes de prostitución infantil. Y que estamos haciendo? Muchos lo saben y no se denuncia, a veces por interés porque es la misma familia la que entrega y otras por el miedo a los aprietes y amenazas a las que se han visto sometidas determinadas personas. Es peligroso preguntar en Lavalle por este tema porque no sabes cuáles pueden ser las consecuencias. Y la gente no denuncia porque se siente desprotegida por el mismo Estado. Es un secreto a voces lo que está pasando. Y se manejan nombres. Pero todo se habla con medias palabras por el temor a las represalias. Y se habla de ‘EL` ………..conectado a la justicia …quién es? la gente lo sabe…muchos lo saben…pero nadie habla porque se siente desprotegida, huérfana. No se fían ni de las instituciones del propio Estado al que muchas veces sienten como parte de este entramado. El ejemplo más claro es el caso Atahualpa y la forma en que terminó el proceso con un fiscal pidiendo 17 años para los procesados y una Cámara que los deja libres. Es un caso puntual en nuestra zona que se une a otros muchos en la provincia. Y no hablemos de que la Justicia es un poder independiente porque este discurso ya nadie se los cree. El poder que el Consejo de la Magistratura tiene y la presencia del poder legislativo en el mismo, hace que este poder aparezca como un brazo político vinculante.”

En este grupo hay legisladores oficialistas y de oposición, todos con fueros que los protegen. Hay funcionarios provinciales que deberían exigir en principio, un servicio de seguridad eficiente.

Nada, absolutamente nada, releva al Estado de la responsabilidad frente a la muerte violenta de un joven de 22 años.

La angustia desbordante que provoca saber que no hay recursos para planes sociales o para comedores escolares o para reabrir el PROZOME que lleva dos meses sin funcionar porque estallaron las cloacas y ARSA hizo mal el trabajo de reparación, pero que sobran para enriquecer a ex funcionarios, para pagar meditaciones en la India o en tierra de las 12 tribus; para que el IPROSS tire manteca al techo en una fiesta en el predio de UPCN sobre el Rìo Negro, con show de trans y sorteo de LCDs, notebooks y tablets que donaron LOS LABORATORIOS ABRITRARIAMENTE ELEGIDOS por el organismo para proveer medicamentos, prótesis y demás insumos, es inconmensurable.

Cientos de rionegrinos, empleados públicos, trabajadores de la construcción, docentes, fruticultores, empresarios, modestos comerciantes, deben preguntarse en este momento, si hay esperanzas. Si hay algo más allá de los discursos. Si hay posibilidades de una dirigencia seria, inteligente, formada, dispuesta a entregar su tiempo, no para llenar su billetera sino para establecer las bases de un Río Negro saludable, con más trabajo que asistencialismo, con industrias y chimeneas, con niños curiosos que en 10 años nos desafíen intelectualmente.

Los que vienen después de nosotros, nos preguntarán a todos, ¿y ustedes, porque no impidieron que la desidia, la corrupción, la torpeza, la barbarie, destrozara a Río Negro?, ¿y ustedes, porque fueron indiferentes?

Podremos entonces culpar a los otros, a los radicales, a los peronistas, al Frente Grande o a los socialistas, a los medios, al poder, a los ladrones, a los avivados, a los burros, a los sinvergüenzas, al cambio climático, a las Iglesias, a Tinelli, a Facebook, al vecino. A la hora de enfrentarnos con nosotros mismos, no podremos eludir nuestra responsabilidad en este proceso social como en todos los otros que hemos padecido.

La resignación no debe ser una opción.

Claudia Beltramino