Volver al futuro ● ADN

were3Una luz en el banco de niebla, encendió el gobernador Alberto Weretilneck, el jueves, en el Balneario El Cóndor. Reunió a ministros y funcionarios provinciales y les habló de la necesidad de trabajar en el planeamiento provincial.

Reconoce de esta manera una falencia que es inmanente al proceso iniciado en diciembre del 2011. Pasado más de un año de gobierno del FpV quedó en evidencia que el ex gobernador Carlos Soria no contaba con un plan de gobierno para Río Negro.

Fue un triunfo que convocó a la ciudadanía en base a la unidad del justicialismo y el agotamiento del radicalismo.

Al mejor estilo Soria todo fue atropellado, discursos altisonantes y escasa propuesta sobre un proyecto estratégico para el Estado.

Tras su muerte quedó en evidencia que no había nada escrito sobre el plan del gobierno y lo que siguió es por todos conocidos.

Alberto Weretilneck se hizo cargo de la administración del Estado. Como vicegobernador algo conocía de la idea que tenía Soria, pero sólo en grandes trazos.

La planificación estratégica es vital para gobernar. Es organizar el presente para proyectar el futuro y Weretilneck, al menos en el discurso, así lo explicó a sus funcionarios.

Siempre se dijo que el progreso de Neuquén frente a Río Negro estuvo en contar con un organismo como el COPADE, centro neurálgico de la planificación neuquina, además de poseer en sus entrañas una de las reservas de hidrocarburos más importantes del país.

Río Negro tuvo su Secretaría de Planeamiento que honró su labor con importantes aportes. Se estructuró con mayor presencia en las administraciones de los gobernadores Lanari y Requeijo y se consolidó durante el gobierno democrático de Mario Franco.

Aglutinó materia gris con el aporte de destacados profesionales que también supieron utilizar Osvaldo Alvarez Guerrero y Horacio Massaccesi y posteriormente fue perdiendo protagonismo hasta finalizar en el ostracismo en las últimas administraciones radicales. Aquellos profesionales y empleados se retiraron del Estado y varios fueron reciclados en el Consejo Federal de Inversiones.

También sirve como antecedente la publicación del programa de los tres primeros años del Gobierno de Edgardo Castello, donde se anuncian obras fundamentales para la provincia como el puerto de SAE, Soda Solvay, el plan de regadío del Idevi, el proyecto frutícola, turismo, las policías viales y energéticas, etc. Este libro debe estar en el Centro de Documentación o en alguna biblioteca pública.

Las palabras del gobernador conllevan la necesidad de elaborar en profundidad un plan estratégico provincial, en un mundo de constantes y veloces cambios tecnológicos y demandante de alimentos.

¿Podrá el gobernador ofrecer a los rionegrinos una planificación estratégica a largo plazo? Es su responsabilidad porque el voluntarismo siempre deviene en decepción.

Queda ahora esperar para conocer cómo y con quien se elaborará este plan de futuro.

En muchos funcionarios actuales hay carencias, inexperiencia y soberbia.

Existen casos en que la formación intelectual es inversamente proporcional a la ambición del bolsillo. Poca contracción al trabajo y ya es una verdad de perogrullo afirmar que en horas vespertinas los despachos oficiales están desiertos.

Laura Perelli, secretaria de Planeamiento, cuenta con buenos antecedentes de su gestión en la municipalidad de Cipolletti, pero el actual desafío supera con creces la planificación urbana de un municipio. Se requiere jerarquizar el organismo y dotarlo de profesionales calificados.

¿Pueden además los ministros coincidir en la planificación estratégica rionegrina cuando hay disparidad en las ideas y el pensamiento político?

Por caso, hay comunión de proyectos entre quienes se forjaron en los 70 y los que se formaron en el liberalismo menemista. El tema de la seguridad tiene la misma mirada entre el ministro de Gobierno, la Secretaria del área y el Jefe de Policía y así se podrían mencionar otras disparidades de criterios que conviven sólo a la luz de los acuerdos políticos internos del Frente para la Victoria.
El actual presupuesto de la provincia fue elaborado sin tener en cuenta proyectos de mediano y largo plazo. Sólo se pensó en el corto plazo, lo inmediato y la coyuntura, pero hacia el futuro la elaboración de la ley madre debe necesariamente estar atada a ese eventual plan estratégico.

Acá está el nudo gordiano a desatar y el talón de Aquiles del gobierno. Alejandro Palmieri fue colocado por Carlos Soria en el ministerio de Economía, para ordenar las cuentas y obedecer sin chistar. Nada de autonomía ni ideas propias.

Hoy la ejecución del presupuesto provincial es un maremágnum. Obras Públicas dice que agotó sus partidas y requiere de mayores fondos y Salud Pública ejecutó sólo un bajo porcentaje del presupuesto asignado. Hay subejecución presupuestaria en muchas áreas, tanto por ineficiencia, desconocimiento o falta de proyectos.

Algunos funcionarios se quejan que “todo lo pisa Economía” pero a la vez pocos, por decir ninguno, se atreven a plantear el tema con el gobernador, ¿hay temor o nadie pone en riesgo un jugoso sueldo?

En esta cuestión además existe una particularidad. El gobernador se maneja en línea directa con el Tesorero General Elías Kremer, quien es el verdadero “dueño” de la chequera. Ambos acuerdan día a día que se paga, donde se ajusta y el destino del movimiento de la caja oficial. Los demás están “pintados”. Salvo el ministro Marcelo Mango, único con vuelo propio.

Este panorama se completa con una decisión ya adoptada en el gobierno nacional sobre el ajuste en las provincias. Trascendió en medios periodísticos nacionales que los aportes de Nación serán escasos por no decir nulos y lo único que tendrán las provincias serán obra pública, para mantener la ocupación de mano de obra y no planchar la economía.

A su vez Weretilneck fijó como pauta para la confección del presupuesto próximo un incremento de sólo el 10 por ciento de lo ejecutado.

Hay preocupación por las cuentas, sobre todo si deja de soplar el viento de cola nacional. Algunos estiman que el déficit provincial superará holgadamente los 300.000.000 de pesos, sin perspectivas a la vista de cómo absorberlo.

En este contexto el gobernador comprometió a sus funcionarios a trabajar en una planificación estratégica para Río Negro, en verdad un compromiso que él mismo asume ante la ciudadanía para pensar la provincia del futuro.

¿Podrán elaborar este plan los mismos que apenas pueden superar día a día los problemas de sus respectivas áreas?

 

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