En la Patagonia el precio del asado bajó un 8% promedio

(ADN).- El asado experimentó una abrupta baja de precios en los principales mercados de la Patagonia durante el último mes, en medio de los anuncios del Gobierno nacional de permitir el ingreso a la región de carne con hueso, flexibilizando la barrera sanitaria.
Un reciente informe del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) revela que el valor promedio del kilo de asado cayó cerca de un 8% en las ciudades más importantes del Alto Valle de Río Negro y Neuquén, situándose en los 17.850 pesos hacia finales de abril. Se trata de una de las caídas mensuales más pronunciadas de los últimos años.
Esta baja ya se había registrado en la zona del Valle Inferior de Río Negro y en Bariloche, con un precios promedio por kilo de 17.000 pesos.
La caída, contradice la posición de los gobernadores que en defensa de la barrera, aseguraban que no influiría en precio. Sin embargo, para algunos productores todavía faltan registrarse más bajas en las góndolas de supermercados y carnicerías.
Además de la política nacional, es probable que la estacionalidad que presenta la producción ganadera ubicada al sur de la barrera sanitaria del río Colorado tiene mucho que ver con esta tendencia.
En paralelo, el precio del asado medido en dólares -una métrica habitual para observar las tendencias más allá de la inflación local- también dio señales de un cambio significativo. Desde el pico de febrero, cuando el kilo alcanzaba los 18,5 dólares, el valor cayó a 14,5 dólares en abril. Esto representa una contracción de más del 21%, marcando un giro importante en un mercado históricamente marcado por la rigidez de sus precios.
Patagonia vs. CABA
Uno de los indicadores que mejor permite entender la evolución regional del precio del asado es el índice de diferencia entre los valores pagados en la Patagonia y los registrados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Este índice alcanzó en febrero su punto más alto en casi dos años, cuando el kilo de asado en las ciudades del Alto Valle era un 93% más caro que en CABA. En abril, esa diferencia cayó a 66 puntos, reflejando la misma tendencia a la baja en los valores patagónicos.
Sin embargo, pese a esta significativa corrección, los precios del asado en la región siguen siendo elevados en comparación con el resto del país. La distancia geográfica respecto de los grandes centros de producción ganadera y el aumento de los costos logísticos continúan presionando los valores en las góndolas patagónicas. A medida que se desciende hacia el sur del país, los precios tienden a subir por la escasa oferta local y los altos costos de transporte, lo que convierte a estos mercados en zonas marginales para la ganadería.
La baja observada durante los últimos meses todavía no logra equiparar las reducciones que se han evidenciado en otras zonas del país. En CABA y el Gran Buenos Aires (GBA), por ejemplo, la caída interanual en el precio del asado ha sido más marcada que en las ciudades patagónicas. Esto puede explicarse, en parte, por un menor poder adquisitivo en las regiones más densamente pobladas del país, lo que ha forzado una reducción más rápida de los precios para sostener el consumo.