Pesatti defendió el dominio rionegrino por el uso de agua

(ADN). – Pedro Pesatti defendió el dominio de Río Negro en el uso del agua para la generación de energía hidroeléctrica y apoyó el proyecto enviado por el gobernador Alberto Weretilneck, a la Legisatura, sobre el dominio originario de los recursos naturales pertenecientes a la provincia, en defensa por «los embates del poder central en desmedro de las autonomías provinciales”.

El vicegobernador rionegrino trató este tema con el gobernador y destacó que se trata de una reivindicación vinculada «con el federalismo que hemos elegido los argentinos como forma de organización territorial del poder”.

«El dominio originario de los recursos naturales pertenece a las provincias”, dijo Pesatti y señaló que “el agua es para las hidroeléctricas como el combustible para un motor de un auto». Precisó que «somos los dueños del agua y merecemos que nos paguen por ello”.

Pesatti describió que «Río Negro y Neuquén plantearon rediscutir la situación, pero nos encontramos una vez más con el destrato del gobierno nacional, que dispuso que cuando finalicen las concesiones el manejo de las represas quede para su dominio a través de Enarsa, desconociendo los acuerdos del Parlamento Patagónico y los gobiernos provinciales”.

«Lo que estamos haciendo es un acto de justicia para con nuestros recursos naturales, el federalismo y las autonomías provinciales, en respuesta al avasallamiento constante al que nos quiere someter un gobierno nacional que no dialoga, no escucha y desatiende a los argentinos”, precisó.

Los usos hidroeléctricos más importantes por su magnitud son los que explotan las centrales emplazadas sobre el río Limay, compartidas con Neuquén: El Chocón-Arroyito, Piedra del Águila, Alicurá y Pichi Picún Leufú. “Este complejo constituye una de las fuentes de energía renovable más importantes del país”, indicó Pesatti.

Pesatti referenció en la historia del País, en el primer gobierno de Juan Domingo Perón para encontrar los más fuertes impulsos a la generación de energía desde la norpatagonia. “Ese proceso iniciado a mediados de los años 40 se detiene con el golpe del 55 y toma nuevo impulso a partir del programa desarrollista de Arturo Frondizi”, expresó.

Explicó que «el presidente Arturo Illia también tuvo una mirada federal interrumpida por el general Juan Carlos Onganía vía Hidronor, que volvió a poner los intereses de Buenos Aires por encima de los provinciales” y puntualizó que “en la ola privatizadora de 1993-1997, las hidroeléctricas son concesionadas por el Estado nacional por treinta años, plazo que está vencido o próximo a vencer según el caso”.