Milei, el Papa, la nueva grieta y los gobernadores

(ADN).- El Presidente y el rumbo de su gobierno, la economía y el destino del país, la relación de la Casa Rosada con los gobernadores y la nueva grieta en Argentina son algunos de los tópicos que monitoreó el nuevo estudio de la consultora Zurban Córdoba y Asociados. Un párrafo aparte para la alta imagen positiva de Francisco (casi el 70%) que volvió a los primeros planos tras el encuentro con Javier Milei en el Vaticano.

La conclusión política más destacada para la empresa es que «el escenario político de tercios que apareció hace más de dos años con la irrupción de La Libertad Avanza está comenzando a desdibujarse. Hoy contamos con elementos para confirmar que ese rediseño sigue en marcha, ahora marcado por la disolución de los tercios y el armado de un nuevo sistema de polarización, con dos polos cada vez más nítidos».

A pesar de la derrota de la Ley Ómnibus, Milei logró instalar su espacio político que ahora podría engrosar con el PRO. Del otro lado, el peronismo kirchnerista que comienza a ser nuevamente un polo de atracción de algunos gobernadores, gremios, organizaciones sociales, dirigentes de la izquierda y de partidos como la UCR y el ARI para armar la «oposición real», más dura, distinta de los llamados «dialoguistas».

La política está en shock

El primer shock fue el de Milei cuando ganó las elecciones. Si bien era una posibilidad concreta, el libertario no se había preparado para un triunfo y echó mano de equipos y plan (ley ómnibus incluida) “prestados”. El segundo shock fue el de la oposición (dialoguista y no dialoguista) que no reacciona todavía para articular un discurso que antagonice con las posturas tan extremas del nuevo presidente. El tercer shock es el de la sociedad que asiste atónita a las subas de precios descontrolados en todos los rubros de servicios y artículos de primera necesidad.

Pero ya sabemos que las imágenes nos cuentan solo una pequeña parte. El contexto nos dice mucho más y está construido con expectativas y percepciones. Las opiniones sobre cómo estará la situación económica del país dentro de un año son negativas (57.1%) y el 52.8% que cree que el país va en la dirección incorrecta, ha crecido un 9% desde diciembre. El 54.5% tiene desconfianza de que Milei vaya a mejorar la economía. Pero mantiene un núcleo de apoyo muy importante, cercano al 45%.

Así las cosas, el gobierno ostenta un 45% de imagen positiva, aunque comienza a acusar recibo del golpe al bolsillo de la ciudadanía. En diciembre, el 50.8% opinaba que el responsable de la mala situación de la Argentina era Alberto Fernández, hoy ese número se invirtió y el 50.8% responsabiliza a Milei y los principales marcadores relacionados a su plan económico y político siguen apareciendo con grandes márgenes de rechazo. ¿Será el comienzo del final de la breve luna de miel?, es probable.

Capítulo aparte para las diferencias de género y las juventudes. Las mujeres se muestran más desconfiadas y alejadas del gobierno de Milei, con 7 puntos de diferencia con respecto a los varones. En todos los aspectos medidos, el gobierno conserva el apoyo de los varones menores de 30 años.

En segundo lugar, es necesario analizar el contexto político. Milei ha logrado fagocitar gran parte del electorado de JxC. Al menos el 80% de los votantes de ambas fuerzas acuerdan que es necesaria una alianza o fusión entre el PRO y LLA para gobernar, aunque difieren en quien creen que tendrá más poder en ese espacio. ¿Será Macri o Milei? Solo entre los votantes de primera vuelta de Patricia Bullrich y Javier Milei, está instalada la percepción que Milei tendrá mas poder, tras una eventual fusión. Para el resto de los votantes de primera vuelta, quienes sufragaron por Schiaretti, Massa o Bregman, quien va a tener más poder, es Mauricio Macri.

Este no es un fenómeno nuevo, en otros países ya hemos visto cómo la irrupción de fuerzas potentes de extrema derecha logra absorber por completo la representación política de las fuerzas de centro-derecha. Esto abre una incógnita sobre la estrategia política de los distintos sectores de JxC, especialmente ante la posibilidad de alianzas legislativas o incluso de un cogobierno. No parece nada sencillo.
Tampoco se presenta fácil el frente abierto con los gobernadores, el 55% de los encuestados, están en desacuerdo con ajustar por completo a las provincias, sacar los subsidios al transporte en el interior y nombrar a funcionarios macristas en el gabinete. Los rechazos crecen al 67% con la medida de no enviar fondos a los comedores populares.

El presidente retira la ley ómnibus del congreso y lejos de verlo como un fracaso se adjudica una estrategia calculada. La oposición repitió hasta el cansancio la palabra consenso, pero como respuesta se vino el ajuste a las provincias, aunque el 61.8% crea que el camino que debe tomar el gobierno sea que debe dialogar con los gobernadores y recuperar el consenso.

Las bases de sustentación del poder de Javier Milei se están resquebrajando rápidamente. Su 56% hoy alcanza al 45%. No es poco teniendo en cuenta la falta de apoyo para su ley bases, la dificultad que enfrenta de cara a los debates por el DNU vigente, el enfrentamiento con gobernadores, gremios y sindicatos y los parámetros como la inflación y la evolución de los salarios e índices de actividad pueden terminar de definir la dinámica del escenario social y político. Marzo y abril serán meses claves. Lo que suceda en esos dos meses seguramente determinará el recorrido del resto del año en términos de estabilidad política y social.

Milei también logró marcar el pulso del debate político en las últimas semanas. Aun con la caída de la ley ómnibus, la narrativa promovida por el gobierno logró instalarse en el espacio propio, ofreciendo anticuerpos ante la ofensiva de gobernadores y el peronismo.

El peronismo kirchnerista aparece como el otro extremo de este nuevo sistema de grieta. Por el contrario, la irrupción de nuevos liderazgos seguramente sea el proceso natural.

Esta nueva polarización, sin embargo, no debe leerse como un escenario necesariamente ventajoso para el gobierno. La cuestión económica sigue siendo el gran flanco débil del gobierno. Y una aceleración en esa área puede generar coletazos graves para el oficialismo, sobre todo con un presidente que no abandona el mood campaña y sigue hablando a su núcleo duro.

Muy seguramente asistamos en las próximas semanas a una auténtica guerra de posiciones. Con ambos lados de la nueva grieta buscando instalar sus frames. Será la cuestión económica la que determinará cuál de esos encuadres es el que logra imponerse en el corto plazo.

Mención aparte para el Papa Francisco, a quien hemos medido en anteriores ocasiones. Mantiene altísimos niveles de popularidad, prácticamente los mismos porcentajes de 2013.