La política juega. ADN

La política está aturdida. El escenario nacional y la medidas del gobierno de Javier Milei, confunden. Hay espacios partidarios que tienen en claro que están enfrente del libertario, pero otros que comparten “la idea de producir cambios” quedan desorientados a diario por el gobierno de LLA.

En Río Negro la centralidad está, como no puede ser de otra manera, en Alberto Weretilneck y se arma un campo magnético que repele sólo al PRO y a los seguidores del Presidente, que incluso no pueden armar su partido, pero que pretenden formar un bloque legislativo, que el vicegobernador se encargó de desalentar: «pueden constituir un bloque pero sin la entidad prevista en el reglamento interno», dijo el presidente del Parlamento y dejó a pie a Patricia Mc Kidd, Santiago Ibarrolaza y César Domínguez.

Fue una pretensión de Lorena Villaverde, diputada nacional de LLA y de Aníbal Tortoriello, que en marzo deja la presidencia del PRO. En realidad, la movida pareció un anuncio de la incorporación del cipoleño al mileneismo.

¿Cómo se arma este juego donde todos están aturdidos? La CC-ARI espera las órdenes de Elisa Carrió y piensa cómo disputará el 2025, ya que Juntos por el Cambio ni siquiera es un buen recuerdo. Buscarán acuerdos provinciales, pero no “pintados de verde”, cercanos y amigos, no enemigos del gobierno.

Lo mismo le pasa al radicalismo, pero al menos tiene en claro que en la provincia es parte del acuerdo con Weretilneck. Aun así, habrá bajada de línea de la conducción de Lousteau. Toda “orden” no siempre es cumplida al pie de la letra.

En todos los casos hay que ver que hace Juntos. ¿Va nuevamente sólo o abre el debate dentro del rionegrinismo? Esto equivale también discutir candidaturas.

¿Falta mucho? Si, ¿Hay aturdimiento? Si, pero esto no sucede cuando se tiene el gobierno.

Ejemplo. LLA piensa llevar como primera candidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires a la vicepresidenta Victoria Villarruel. Arma el 2025 para detener el avance del macrismo en las listas.

En la provincia todos se acercan al gobernador, sobre todo el peronismo que ahora no tiene el gobierno nacional y debe atender las demandas de sus municipios. Así es como intendentes, incluso acompañados por legisladores, se reúnen con Weretilneck.

¿Qué pasa con el peronismo? Pareciera que se empezaron a mover las piezas pesadas del tablero. El senador Martín Doñate recorre la provincia, tiene recompuesta la relación con el diputado Martín Soria, pero lo más importante, buenas relaciones con María Emilia Soria, como para armar algo hacia adelante.

Esto es cupular. Para evitar los consuetudinarios y arcaicos enfrentamientos internos, hay que trabajar también “abajo” y con todos. De los tsunamis electorales pasados, el senador nacional y la intendenta de Roca quedaron en pie, como para intentar un proceso de unidad del peronismo.

Queda a resolver un tema no menor. ¿Qué pasa con el Gran Acuerdo?

Hasta el momento se debe una acción que visibilice en la sociedad que se mantiene y que aún, los votos que Nos Une Río Negro aportó al triunfo de Weretilneck, cotizan en alza. Falta esa foto y esa reunión que muestren la vitalidad del rionegrinismo.

El gobernador, por su parte, “hace como si…” Recibe intendentes peronistas, se mueve con el diputado Pedro Dantas, sumó al gobierno a Daiana Neri, y otros gestos, siempre en el orden de la periferia.

Falta mucho, pero las elecciones del 2025 y el gobierno no se puede distraer en su política de alianzas, salvo que concurra solo a las urnas, que es otra definición.

También se estima que habrá un crecimiento de La Libertad Avanza, situación que puede producir mudanzas de JSRN al mileneismo. Esto también preocupa en la Casa de Gobierno.

Para los comicios del año que viene va estar claro el posicionamiento de los partidos frente al gobierno nacional y la cotización electoral de Milei. Existen encuestas que lo tienen en menos del 50% de imagen, en baja, en la provincia. Sin embargo, el gobierno maneja datos que lo ubican en un 62% de imagen positiva en Río Negro.

Tampoco es neutro para el gobierno nacional cuando tenga que designar a sus candidatos en esta provincia, en tanto necesita sumar diputados y senadores en el Congreso de la Nación.

La palabra tan temida

El gobernador Alberto Weretilneck debe pensar todas las noches, en qué escenario nacional le toca gobernar la provincia. “Con yuyos cualquiera es brujo”, dice el refranero popular aludiendo a que teniendo plata todo es más fácil.

El ajuste está y se hará aún mayor, única manera de ordenar. Entre otras cosas, Weretilneck, puso tope a los sueldos de funcionarios y titulares de empresas del Estado. Quizás sea simbólico, pero es importante.

Esto sucedió ya en otras crisis y también ocurrió que estos apremios nunca llegan al Poder Judicial. Es cierto que existe la intangibilidad salarial y otros beneficios monárquicos que se mantienen incólumes y “nadie se atreve tocar”.

Pero sin hablar de ingresos, hay que decir que este Poder podría ajustar algunos números como anunció la Justicia en Neuquén.

Se puede recortar en edificios y obras, en congelar vacantes, y sobre todo atender a la tasa de crecimiento de personal, en tanto el Poder Judicial rionegrino se tecnificó, con importantes gastos en software, inversiones en tecnología y eliminación de papel en los trámites judiciales, entre otros, que tendrían que haber derivado en menos contratación de empleados.

Si de privilegios se trata, como el ítem de antigüedad, está claro que rigen para quienes ya están dentro del sistema, pero podrían cambiarse para quienes ingresan.

Es necesario un gesto o un aporte al recorte de gastos de parte de la Justicia, en estos momentos tan difíciles para la provincia.

También en esto tienen responsabilidad los legisladores.

“Hacete amigo del juez, no le des de que quejarse, que siempre es bueno tener, palenque de ande rascarse”, dice el Martín Fierro.