Carne con hueso: Argentina viene atrasada

(ADN). – Según una información publicada por Ámbito, mientras Paraguay y Uruguay ya cuentan con sendas autorizaciones para exportar carne “con hueso” al preciado mercado de Israel, Argentina recién está “preparando los papeles” para pedir esa autorización, a pesar de que hace años de que es proveedor de aquel destino.

Según esta publicación, mediante una nota oficial del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) del martes pasado, “la Argentina dio comienzo al trámite para la apertura del mercado de Israel para la carne bovina con hueso kosher”, según especifica el propio organismo. También destaca que Israel es un mercado muy importante para la Argentina, ya que “es el tercer comprador de productos de origen animal”.

Advirtió Ámbito, que el tema, además, «puede tener derivaciones con el sur del país, ya que allí se mantiene una férrea prohibición (interna) de comercializar “carne con hueso”, lo que también encarece sensiblemente el producto para los consumidores. Ahora, con la eventual flexibilización israelí, podría considerarse un contrasentido el mantenimiento tan rígido de barreras internas, más aún cuando se mantiene el estatus sanitario hace ya 18 años, y toda la región registra un sensible avance en materia de sanidad en general, y de aftosa en particular, al punto de que varios de los países vecinos ya plantean directamente dejar de vacunar (con el sistema de alertas inmediato listo, y el banco de vacunas disponible, temas en los que el país también sigue retrasado). Otros, sin embargo, más vale alientan un movimiento regional para cambiar el estatus máximo, directamente a “país libre de aftosa”, sin importar si es “con” o “sin” vacunación, dados los avances registrados en la materia en el Mercosur. “Es absurda la exigencia , sería lo mismo que decir que para lograr el máximo estatus sanitario en humanos, por ejemplo, en Covid, no habría que usar las vacunas disponibles”, criticó un alto ex funcionario del Senasa, que aboga hace años por encarar seriamente esa gestión en la OIE (Organización Internacional de Epizootias).