Marta Minichelli, la primera senadora rionegrina

Marta asumió el 25 de mayo de 1973 en representación del Partido Justicialista.

Junto con Marta Rosa Leni representante de Formosa y Yamili Bárbora de Nasif, de Sta Fe eran las tres únicas mujeres de los 69 integrantes del Senado.

Nilda Nervi de Belloso, al referirse a esa época, relataba que la rama femenina del Partido tenía asignado el tema social pero que “de la política se ocupaban los hombres”. Expresaba que “era como las ensaladas en el asado: les tocaba a las mujeres y a nadie se le ocurría discutir esos lugares”.

Cuando empezamos a investigar la labor parlamentaria de Marta, teníamos la idea de que sus proyectos estarían restringidos a ese ámbito asignado.

Sin embargo, a poco de revisar su labor legislativa, descubrimos que Marta, además de presentar proyectos relacionados con acción social y con el reconocimiento a la mujer y a toda su problemática, tuvo una labor muy importante en temas fundamentales para la provincia. Temas estratégicos que aún siguen pendientes, debido, entre otras razones, al mandato trunco por el golpe de estado de 1976.

Marta estaba convencida de que los derechos formales no eran suficientes para permitir a la mujer participar en la política o en el mercado laboral. A la vez, consideraba de especial importancia dar un marco de protección  a la mujer en su rol familiar.

En una entrevista aparecida en el periódico “La Voz Rionegrina” del 12 de abril de 1973 decía que entre los temas de su interés estaba el de “impulsar los legítimos derechos de la mujer argentina”.

Esta brecha entre derechos formales y sustantivos y su deseo de modificarla, se reflejaba en algunos de los proyectos de ley, de declaración y de comunicación de su autoría o de autoría de otros senadores que ella apoyó.

Uno de los proyectos que presentó fue el de la obligación para el Estado nacional de instalar guarderías dentro de cada repartición, o en sus cercanías, para los niños de 1 a 5 años cuyas madres prestaran servicios en esas dependencias.

Fue la impulsora de la creación de la Comisión de la Condición Femenina, la Familia y la Minoridad en el Senado. Como miembro informante decía: “…la inercia de todo un ordenamiento y una estructura social que rehuían la consideración debida a la condición femenina y a los problemas que le son específicos deja todavía secuelas que deben ser removidas, en cuya tarea le cabe una fundamental responsabilidad al Parlamento que integramos”.

En el año 1975, y dentro del marco del Año Internacional de la Mujer, proponía, a través de un proyecto de declaración, la emisión de un sello postal en adhesión al año internacional de la mujer. “Hoy –expresaba- se presenta la coyuntura de rendir un incondicional y merecido homenaje a la mujer silenciosa, a la mujer, célula de la sociedad. Su aprobación será no sólo un homenaje a la mujer internacional sino también la adhesión de todo un pueblo, que entiende que el objetivo primordial y definitivo de la mujer es nada más que alcanzar el derecho de crear, junto al hombre una humanidad mejor, un mundo feliz”.

También presentó proyectos que se enmarcaban dentro de la continuidad histórica del primer gobierno constitucional de la Provincia. Entre ellos, el proyecto de derogación del Decreto ley 18501/69 que había modificado los límites establecidos por el art. 1 de la ley 1532 privando a la Provincia de 1976 km2 por un erróneo trazado del meridiano 10.

Otro de los proyectos, enmarcado en un trabajo en conjunto con el gobernador Franco, era el de reivindicar la zona de la Patagonia como un todo indivisible en contraposición a la pretensión de la ley 16964 que ubicaba a la Provincia dentro de la zona del Comahue.

Lamentablemente, el mandato de esta mujer, nacida un 8 de marzo, con su visión original e innovadora que privilegiaba los derechos de la mujer y de las minorías, fue truncada por el golpe militar de 1976.

Gentileza: Graciela Perren.

Foto: Marta Menichelli de Costanzo; Adela de Nanti; Isabel Perón y Rosa Margiotta.