Mensajes cruzados. ADN

Juegan los tiempos en la política. Se vota en una semana para definir la fórmula presidencial -entre cinco propuestas- que gobernará el país en los próximos cuatro años, con pronóstico, hasta el momento, de balotaje en tanto la fuerza que lidera la intención de votos no obtendría la diferencia exigida para acceder en esta instancia a la Casa Rosada.

Esta compulsa en Río Negro tiene sus particularidades. El partido gobernante no tiene alineamiento público con ninguno de los candidatos presidenciales y pide a los rionegrinos que corten boleta y voten los candidatos de Juntos con el propósito de mantener la banca de Luis Di Giacomo, en la Cámara de Diputados de la Nación, y tener algún tipo de presencia ante el futuro gobierno nacional. Una tarea titánica y con resultado incierto.

Esta propuesta, que milita el gobernador electo Alberto Weretilneck, en la provincia no es neutra en esta instancia electoral y juega en otro tiempo paralelo, con la mira en el próximo gobierno de Juntos en Río Negro, como afirmando la teoría del físico y teórico francés Jean-Pierre Garnier Malet, del desdoblamiento del tiempo.

La transición del cambio de Gobierno está en marcha y el senador sorprendió al dar a conocer una lista de 11 referentes que tendrán a su cargo coordinar con un equipo similar gubernamental para el cambio de autoridades en áreas del Estado.

Mensaje claro: su próximo gobierno tendrá el marco del «gran acuerdo provincial» y entre el equipo técnico designado ubicó a Pedro Sánchez, presidente de la UCR; Daniel Belloso, legislador de Nos Une Río Negro, del sector doñatista del PJ y a Nicolás Rochas y Alejandro Ramos Mejía, del massismo. Se suma Federico Lutz, hombre fuerte de la Cooperativa de Electricidad de Bariloche y con destino de primer nivel en la próxima administración provincial. Nuevas caras.

Una salida «pour la galerie» para dar alguna respuesta a la transición, pero oportuna para que Weretilneck pudiera emitir un mensaje con múltiples destinatarios. Les dice a los propios que se saquen de encima resabios de antiperonismo y que abran sus mentes. En el mismo sentido a los peronistas de Juntos, que conjuguen con los radicales y también a la sociedad rionegrina para entender que se pone a futuro un nuevo proyecto más abarcativo y redoblando la propuesta provincialista, en un marco económico-financiero más que delicado.

Surge así otro discurso cruzado. El miércoles, el ministro de Justicia y candidato a diputado nacional Martín Soria, llegó a Viedma, desde Buenos Aires, acompañado por el legislador Alejandro Marinao, en su primera visita de campaña electoral a esta capital y habló en la Unidad Básica, de calle Buenos Aires, ante un centenar de asistentes.

El escenario fue propicio para cargar duro, con su habitual verba, con los peronistas que «se pintaron de verde» en alusión a aquellos que comparten el proyecto del «acuerdo provincial», sin importar que entre el público y sentados en las primeras filas estuvieran los legisladores Daniel Belloso y Alejandra Mas, integrante del equipo técnico de transición y candidata al Parlasur en la boleta de Unión por la Patria, respectivamente, dos dirigentes de Nos Une Río Negro. También desconociendo a las autoridades del PJ en su acercamiento con el gobierno. Otro mensaje para los compañeros.

Weretilneck y Soria con dos mensajes cruzados y dirigidos a iguales destinatarios.

El gobernador electo está obligado a trabajar sobre su futuro gobierno, mientras que el compromiso del candidato Martín Soria, sólo está orientado a obtener un escaño en la cámara baja, que tiene casi confirmada, con un protagonismo depreciado en la política provincial. El futuro lo deposita en su hermana María Emilia.

Para aclarar sobre su actual visión política del escenario nacional y con repercusión provincial, Weretilneck afirmó en una nota en Radio Raíces de Viedma, que votará a Sergio Massa, de Unidad por la Patria y criticó a Javier Milei, de la Libertad Avanza.

Esta declaración, que si bien confronta con aquellos miembros de Juntos, que apoyan a Patricia Bullrich, y ejemplifica, sobre el mensaje «El presidente quieras….» , no fue lo más importante de los dichos del senador a la FM viedmense, ya que no sin preocupación indicó que la provincia tiene una imposibilidad real de pagar los sueldos todos los meses.

Este es el tema central que rige los tiempos políticos rionegrinos y por esto no es neutro el resultado electoral nacional, donde en el oficialismo observan que a futuro es mejor tener a Massa como presidente.

En tanto, se cumplió con el primer pedido a la gobernadora Arabela Carreras, y la Legislatura provincial votó la ley enviada por la mandataria para la emisión de letras de tesorería por 30 millones de pesos para el 2024 y autorizar sobregiros por un monto de 40 mil millones, en forma continua o alternada, en las cuentas corrientes oficiales que conforman el Fondo Unificado de Cuentas Oficiales (F.U.C.O). Es obvio que son recursos para pagar salarios.

Estas medidas no solucionan nada, sólo ofrecen alguna seguridad para arrancar el gobierno en diciembre, que por el contrario buscará fijar políticas para obtener recursos propios, que estarán orientadas al sector energético, petrolero y minero.

Falta plata y es un condicionante inquietante, porque también repercute en el equilibrio interno que debe tener el próximo gobierno, incluso en su política de alianzas, ya que -por ejemplo- perdió peso propio en el parlamento rionegrino. El camino será el diálogo y evitar la confrontación y aislar al sorismo como polo opositor.

Buscará también trabajar en el territorio, donde jugarán un rol importante los municipios gobernados por el PJ y la UCR, ya que Juntos perdió varias comunas.

Este contexto requiere también fijar políticas para los gremios estatales y del sector privado. En el primer caso juega un rol importante ATE que tiene un crecimiento importante en la provincia y UPCN, que representa a una base histórica de empleados, siempre con un accionar más dialoguista y con buena sintonía con el gobernador electo. En el segundo caso, reforzar los vínculos con la CGT.

Evitar el conflicto social en la demanda salaria y laboral, en un contexto de reclamos y defensa de derechos ante un eventual gobierno de Javier Milei.

Alberto Weretilneck tiene en mente una reforma del Estado que debe manejar con guantes de seda, porque un escenario nacional de conflicto social pondría en peligro sus propósitos.

En el Gobierno esperan las conversaciones sobre la transición. Por su parte la gobernadora Arabela Carreras eligió un transitar su delegación del mando recorriendo obras públicas en marcha y algunas terminadas, con un mensaje de despedida de Laprida y Belgrano, mostrando realizaciones y anticipando que su futuro está en la actividad privada.