Todo es electoral. ADN

En el horizonte de todos hay una urna. Un escenario donde las elecciones presidenciales tiñen cada acción y lo posible no es lo que se quiere, sino lo que se puede.

El ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, pegó fuerte en la campaña y anunció la eliminación de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias, en línea con el pregón sindical: “El salario no es ganancia”.

En Río Negro son muchos los trabajadores del sector privado y estatal, como médicos y docentes, que dejarán de pagar Ganancias y que estarán atentos al voto de los diputados rionegrinos. A la Justicia no la comprende, los magistrados no pagan ganancias y los pocos afectados se cobijan en una acordada de la Corte, donde el descuento es menor al resto de los trabajadores.

El anuncio tuvo un marco de euforia junto a la CGT y “los gordos” de los principales sindicatos nacionales y luego buscó compartir este mandoble con los gobernadores, que también apoyaron, a sabiendas que el tributo es coparticipable a las provincias, y que recibirán menos fondos para sumar en las arcas flacas y desvalidas.

Pero no importa, porque las elecciones tiñen todo de una realidad en expectativa que se develará el 22 de octubre o en el repechaje de noviembre. Total, jugados por jugados, los gobernadores ya escucharon la promesa de Javier Milei que eliminará la coparticipación a las provincias y siempre hay dudas en el balbuceo de Patricia Bullrich.

El tema preocupó a Arabela Carreras y el ministro de Economía, Luis Vaisberg, sacó en enseguida los números. Río Negro pierde a fin de año 5.120 millones de pesos, y afecta a los municipios en 512 millones. Y así se lo comunicó la gobernadora a los intendentes, en una reunión on line, donde también informó de caídas de otros ingresos por retracción de la actividad económica.

A la par la mandataria hizo una propuesta a los estatales, ya que si hay poco para distribuir prefirió mantener la paz social. El monto ofrecido es de 60 mil pesos para todos y 90 mil a pagar en dos veces. Entusiasmó, al punto que Rodolfo Aguiar de ATE, lo consideró “histórico”. Dijo en Radio Raíces de Viedma que es la primera vez que un trabajador tiene un sueldo inicial por encima de la canasta familiar, que explicó que “tiene un costo de 203.000 pesos y el salario mínimo en Río Negro será de 295.000 pesos, o sea 92.000 pesos arriba”.

La administración Carreras camina por la transición hacia el nuevo gobierno de Alberto Weretilneck.

El gobernador electo definió. Hizo público su acercamiento a Massa, dijo estar de acuerdo con eliminar Ganancias, marcó que los legisladores nacionales de Juntos votarán la ley que el candidato oficialista mandó el Congreso y propuso debatir un nuevo sistema de coparticipación para que otros ingresos lleguen a las provincias provenientes del Impuesto País, de Bienes Personales y la ley del Cheque, entre otros.

Eligió. No optó por la posición de Juntos por el Cambio y quedó fuera de la foto ante el repudio de los gremios y la CGT que reivindican la medida en beneficio de los trabajadores.

Juntos necesita llegar al nuevo gobierno que iniciará el 10 de diciembre con fortaleza institucional para defender su proyecto provincial con el acuerdo con otras fuerzas y se puede mirar el espejo de Neuquén, con la derrota del viejo esquema del MPN o el provincialismo de Carlos Rovira, gobernador de Misiones, que arregló con Massa y ganó.

Este domingo se vota en Río Colorado, Maquinchao y Huergo, para elegir autoridades provinciales y Juntos -según algunas encuestas- perdería en la primera localidad en manos del peronismo; en la segunda podría retener el municipio, pero también perdería en Huergo, donde ganaría el candidato radical.

El horizonte reclama trabajar en la estrategia política futura. El 22 de octubre en los comicios nacionales presidenciales sus candidatos a ingresar a la Cámara Baja volverían a tener una magra cosecha, del orden del 12 por ciento, unos puntos más que en las PASO.

Según el encuestador Pablo Díaz, en las próximas elecciones Lorena Villaverde, del Partido Fe y Libertad Avanza, estaría en el 38% de los votos; el 25% para Martín Soria, Unión por la Patria y el 19% para Sergio Capozzi, de Juntos por el Cambio.

De acuerdo a este análisis el voto silencioso se vuelca de nuevo a Javier Milei, en 4 puntos, y en Río Negro sube del 30.5% de las PASO a 46%, también le saca un punto a UxP y otro a JxC, que quedaría en 21 puntos, una situación ventajosa que por el sistema D´Hont, podría darle a los libertarios dos diputados nacionales rionegrinos.

Según Pablo Diaz, el votante de Milei se reparte entre jóvenes hasta 24 años, Millennials, generación X-Y-Z y primerizos en votar, en un 70%. Luego vienen los jóvenes de 24 a 30 años, Centennials, que fueron votantes kirchneristas y están desencantados y luego hay un voto mayor, de perfil peronista, también frustrados del movimiento social ascendente.

El voto a Unión por la Patria es del movimiento nacional y aliados, mientras que en Juntos por el Cambio hay una adhesión de votantes mayores, conservadores y antiperonistas.

Por otra parte, Javier Milei, recoge también un voto identificado con sectores pobres y barrios marginales.

Se estima que votará en octubre, en la provincia, un cinco por ciento más que en las PASO.

“Si las barbas de tu vecino ves cortar, pon las tuyas a remojar”, dice una vieja expresión española que no es otra cosa que un llamado de alerta.

Esta señal incluye a todos. Para Sergio Capozzi, un desafío para hurgar en donde sacar votos; Martín Soria lo mismo y basta pensar que en las PASO, en su ciudad, General Roca, sacó 22 puntos y Massa le ganó y para Luis Di Giacomo, es “hola y adiós”.

Juntos, por otra parte, llega a esta elección nacional, sin saldar un debate derivado del resultado electoral provincial de abril, donde dirigentes del espacio adjudicaron la pérdida de votos a la alianza con el kirchnerismo, por el acuerdo con Martín Doñate.

Como contrapartida y para desmentir esta hipótesis, otros sostienen que el gran acuerdo provincial aportó 11 puntos del peronismo y 6 del radicalismo que sumaron a la magra cosecha propia de 20 puntos. También se mencionan otros aportes como en Cipolletti y varios municipios al proyecto, argumentos que esgrime tanto Nos Une Río Negro, como el radicalismo.

El llamado gran acuerdo provincial “está vivo y sólo permanece en stand by” -señalan dirigentes comprometidos con el proyecto- y su retorno a la vida dependerá del resultado electoral nacional.

Todo es electoral.