La unidad interpela al peronismo. ADN

El acuerdo nacional en el peronismo que parió Unión por la Patria ordenó la interna en Río Negro. Bajó la orden. Cristina pidió lista de unidad “con todos” de adentro y los partidos aliados. La responsabilidad recayó en el senador kirchnerista Martín Doñate, que retomó el diálogo con el ministro de Justicia de la Nación Martín Soria. También tuvo participación activa la intendenta de Roca, María Emilia Soria, secundada por su hermano Carlos.

La relación entre el senador y el ministro estaba totalmente cortada y además dañada por las agresiones del sorismo, algunas graves, a la estrategia del PJ en su reorganización. Martín Soria acudió a la intermediación del diputado nacional Pedro Dantas, quien posibilitó la primera reunión entre ambos. En el avance de las conversaciones, sobre un posible acuerdo en la interna, Doñate pidió que María Emilia Soria se incorpore en las negociaciones para que todo se haga “con quorum completo” y evitar sorpresas.

Había necesidad de “juntarse” y además la demanda personal de Martín Soria de estar protegido por fueros. También el doñatismo que domina el PJ “salvó los trapos” y el acuerdo trajo al redil a sus mayores detractores que hicieron “mutis por el foro” y respetaron el acuerdo dirigencial.

Hay una tendencia a traducir las diferencias políticas en clave moral, donde lo microscópico se vuelve decisivo. De esto no se salva el peronismo rionegrino y si buceáramos en las causas de esta diferencia entenderíamos mucho más acerca de los pilares sobre los que se puede concebir la unidad del peronismo.

Antonio Cafiero señaló en una oportunidad que “el ideal de unidad peronista no debe dar lugar a melancolías, sino a un esfuerzo por superar aquello que la obstaculiza”.

Se entiende entonces que este acuerdo permitió a Martín Soria su candidatura y a Martín Doñate a fortalecer su dominio en el PJ mediante un llamado a elecciones internas acordado para elegir consejeros y congresales que también va en la línea del acuerdo, normalizar al partido y terminar con los tironeos internos.

El viernes venció el plazo para pedir color de boleta y participar en esta convocatoria electoral y surgieron las críticas internas debido a que para participar los sectores o unidades básicas de la provincia están obligadas a presentar lista completa de candidatos para consejeros y congresales. No se puede proponer candidatos solo al Consejo o al Congreso. Muchas críticas generó esta disposición, pero todo quedó “cerrado y atado”.

Esta medida fue precisamente una de las bases del acuerdo. Todo lo resuelto en la reunión del viernes fue por unanimidad. Las protestas llegan de algunos aliados del sorismo que ahora quedaron sin esa referencia interna.

La conducción del peronismo rionegrino quedó unificada detrás de este acuerdo y tendrá la responsabilidad de las políticas a llevar adelante en la provincia por los próximos cuatro años.

Para las PASO, en la lista de unidad que encabezan Martín Soria, Graciela Landriscini y Alejandra Mas están todos o casi todos y se presenta como una oportunidad de poner al peronismo provincial en modo competitivo y pelear por recuperar los porcentajes históricos.

Bajó la fórmula Massa-Rossi y previo al acuerdo se sucedieron las reuniones en el despacho del Senado de Martín Doñate con el ministro de Justicia y la jefa comunal de Roca desde la distancia y vía telefónica.

Este acuerdo también sorprendió a los sectores que acompañaron al sorismo en las peleas con el doñatismo en la conducción del PJ, incluso con denuncias penales. Vaya paradoja porque el principal denunciante fue el apoderado, barilochense Estanislao Cazaux, abogado de la familia Soria y defensor de Susana Freydoz.

Cazaux fue elegido en el 2019 como miembro del Tribunal de Cuentas de la municipalidad de Bariloche y ahora aspira a seguir en el cargo en las elecciones municipales de septiembre, pero no por el PJ sino por Juntos por el Cambio, ya que se sumó a las huestes de Aníbal Tortoriello.

El peronismo pudo disipar nubarrones, ir juntos a la normalización, sumar a la fórmula nacional en octubre y podría decirse que hasta acá se logró demasiado. Lo que vendrá luego es futurología donde queda claro que la propuesta María Emilia Soria 2027 es un proyecto consolidado en varios sectores internos que acompañan al sorismo y para esto se busca fortalecer la línea Roca-Bariloche con conversaciones con los dirigentes locales.

Este proyecto choca con el compromiso del doñatismo de aportar al llamado gran acuerdo provincial, hoy en stand by por las elecciones nacionales y las municipales que aún restan en la provincia, pero que sigue en pie, incluso en declaraciones del propio gobernador electo Alberto Weretilneck de sumar peronistas a su próximo gobierno.

El peronismo rionegrino es como una serie de Neflix, siempre promete “una próxima temporada”.