La historia sin fin. ADN

El peronismo provincial busca su recuperación, a partir del acuerdo del doñatismo y el sorismo, donde no todo luce sin descontentos, ya que hay heridos y enojados que posiblemente se expresen en las PASO votando a Juan Grabois, con destino de un 4 o 5% de los votos.

Faltan votar aún en varias localidades para elegir autoridades municipales, como Bariloche, Sierra Colorada, Sierra Grande, Río Colorado y Ñorquinco, donde sin dudas que la atención está centrada en la ciudad andina con todos los pronósticos que coindicen en un claro triunfo de Arabela Carreras, que podría obtener entre 4 y 5 concejales.

El peronismo (en sus dos versiones de Ramón Chiocconi y Andrea Galaverna) estaría lejos de toda pelea, incluso perdiendo también con Cambia Río Negro, que postula a Carlos Aristegui.

¿Entonces desde donde se piensa en esta recuperación? Con la candidatura a diputado nacional de Martín Soria, en una elección de tercios o no, con una incógnita aún no resuelta, como es establecer cuál sería la cosecha de Javier Milei en la provincia, que pondría en un lugar incómodo a JSRN que compulsa con boleta corta y con una inquietante falta de adhesión del candidato que lidera la lista del oficialismo, según datos recogidos en varias ciudades provinciales.

Martín Soria no tiene el apoyo de otrora, decayó a expensas de su hermana, que todo lo mide en la perspectiva de su candidatura a la gobernación en el 2027. Tampoco lució como Ministro de Justicia, donde está en deuda por no haber insistido en la reforma judicial, tantas veces anunciada por el presidente Alberto Fernández.

Pero, con poco Martín puede volver a colocar el PJ en modo competitivo.

Doñate no tenía candidato o candidata para proponer y, además, no quería repetir la mala experiencia vivida en la elección pasada con la candidatura de Ana Marks y delegó esta responsabilidad en el sorismo, que atesora un caudal de votos con base en General Roca.

El senador se quedó con el control del partido y tiene leve ventaja en los congresales. Además asentó las bases de este acuerdo con el aval de María Emilia Soria, que participó activamente con su hermano Carlos, en el diagrama del consenso. Una posición que su entorno roquense trató de desmentir, incluso con operaciones de prensa, para colocar una pátina de indiferencia a la intendenta de General Roca y descompromiso con ese momento «no quiere ningún cargo», dijeron los operadores.

Martín logro su objetivo y además no había otro candidato para sustentar el acuerdo interno, e impulsado desde una ciudad con capital propio de sufragios de rango familiar, mientras que Doñate salió ileso de esta difícil coyuntura luego del acuerdo con Juntos.

Ahora vendrán las PASO y se verá cuál es la adhesión del PJ y sus candidatos de unidad, pero al peronismo le falta un recurso sustancial para convencer al votante, una propuesta convocante, que hasta ahora pareciera que sólo domina JSRN, porque JxC solo recita ideas liberales de laboratorio porteño.

¿Qué falta al peronismo? Un discurso nuevo, porque el sujeto social histórico, ese obrero industrial, en blanco y formal, de las grandes fábricas metalúrgicas, automotrices, alimentarias, textiles, entre otros actores económicos, no existe más como se conoció y el modelo productivo tampoco es el mismo.

Cómo se traduce entonces, ese Estado de Bienestar que ofreció Juan Domingo Perón, al país y que se derrumbó a partir de 1976. Entonces, por qué la mayoría de los dirigentes peronistas le siguen hablando a un sujeto social inexistente y con promesas de un Estado improbable de repetir.