Próximos desafíos. ADN

La política siempre pone a prueba la imaginación y la capacidad de reacción para responder a escenarios que no siempre se controlan. Surgen definiciones que necesitan resoluciones en el marco de contextos sometidos a variables mimetistas.

Juntos Somos Río Negro se reúne en Fernández Oro y, entre otras cuestiones internas no menos importantes, comenzará el análisis de su participación en las PASO y en la elección nacional, donde irá con boleta corta sin apoyar a ninguna fórmula presidencial, que lo pone en desventaja ante el votante que quiere elegir presidente y vice.

Una elección en donde Libertad Avanza, el espacio de Javier Milei, tiene el propósito de llevar postulantes rionegrinos a la Cámara Baja y por ende, pone en alerta a JSRN porque habrá que disputar tres espacios entre cuatro ofertas. Matemática pura: uno se queda afuera y no sería el caso de Unión por la Patria ni de Juntos por el Cambio. Para colmo, el inefable libertario crece en adhesión en la provincia.

Hay riesgos y deberán ser asumidos con mucha inteligencia y habilidad electoral, ya que el discurso de campaña se limita. No hay alianzas territoriales, poco espacio queda para el mensaje provincialista y la defensa territorial y que en términos políticos define -aunque se niegue- tener posición frente a las propuestas en pugna, sobre todo en cuanto al rol del Estado y el costo del anunciado ajuste desde las consignas liberales.

También habrá abundancia de candidatos -lo que se supone hasta ahora- con postulantes por el lado de JxC, entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich y por el otro sector, entre el espacio del presidente Alberto Fernández y el de Cristina Fernández y Sergio Massa. En el medio: ¿de qué hablarán los candidatos de JSRN?

El oficialismo rionegrino viene de ganar en la provincia y mantiene el poder residual del resultado en las urnas el 16 de abril. ¿Este envión le alcanza para enfrentar las PASO y la elección nacional? En suma, cuál será la estrategia para sostener ese porcentaje?. Habrá que se desempolvar la tijera y recurrir a la máxima “La imaginación al poder” para salvar esta encrucijada.

Juntos viene de un proceso previo de definir la candidatura del partido para las elecciones municipales de Bariloche, donde finalmente Arabela Carreras resultó ungida por todos los sectores, cuando todo parecía controversial a partir del llamado a internas del partido para definir la lista.

Fue una semana ardua, donde las negociaciones internas sufrieron marchas y contramarchas. La gobernadora mantenía su posición original desde el momento en que hizo conocer su intención de “jugar en Bariloche”. Ser candidata dentro de Juntos. Pero también había dejado un mensaje: «soy candidata, a mi casa no me voy». Se abría el camino “por afuera”, ante la negativa que advertía en algunos sectores internos.

Para cualquier desprevenido era una confrontación innecesaria, pero el sentido común tiene razones que la política no entiende. La oposición a Arabela estaba en las formulaciones de Agustín Domingo, Carlos Valeri y principalmente de Gustavo Gennuso, reclamando el derecho de poner su candidato.

Alberto Weretilneck nunca definió en favor de la Gobernadora y argumentaba en la interna la decisión de los barilochenses en definir, un tema que la mandataria resguardaba convocando y con conversaciones con todos los sectores.

Entre idas y vueltas, un paso para adelante y dos para atrás, el senador se tomó unos días de descanso y salió del escenario andino. Al volver conversó con todos -menos con Carreras- y luego de entre dichos con Domingo, entre otros por el desembarco de Uber en Bariloche, dijo: “no tengo candidatos y no pongo bolilla negra”.

La mandataria redobló el trabajo. Profundizó el diálogo y buscó los consensos necesarios con una amplia oferta de espacios para todos.

Punto de inflexión, donde las aspiraciones de Gennuso con sus candidatos Marcela Abdala y Juan Pablo Ferrari fueron perdiendo fuerza, al ver que en el resto de los sectores la candidatura de Carreras se imponía a través del concepto requerido de unidad. Varios otros dirigentes empujaron el acuerdo, sin tanta exposición. Era necesario defender a Juntos.

En esta instancia fue Agustín Domingo, ya fuera de competencia, quien le dijo a Carreras que acompañaba su candidatura “por dentro o por fuera”. Carlos Valeri, también acordaba. No había mucho espacio para acrobacias arriesgadas, ya que el fin de semana pasado trajo la incontrastable realidad electoral de Juntos en tres municipios rionegrinos que fueron a las urnas.

Cerrar el proceso interno en Bariloche era una señal necesaria y una expresión interna del oficialismo de concurrir a la elección municipal con lista pura, sin alianzas. Así fue que surgió el acompañamiento a Carreras con Ferrari, funcionario de Gennuso, apadrinado por Weretilneck. Humo blanco.

Superada esta instancia, ahora Juntos enfrentará nuevos comicios municipales, PASO y la elección nacional con la necesidad de terminar el año consolidando su proyecto de poder provincial.