Y… una noche Viedma bailó cumbia junto al río

(ADN). – Cumbia de la buena. Viedma bailó cumbia y la música la puso Pablo Lascano con su banda Damas Gratis. Así comenzó la Fiesta del Río con la participación de miles de personas.  Uno de los organizadores arriesgó más de 60.000 y si de comparar se trata, el público superó al recital de Los Palmeras del 2020, que inauguró este estilo de recitales organizados por el municipio y que la pandemia le puso un paréntesis forzado.

Ya se instaló un estilo de fiesta popular, masiva, y en un marco de oferta gastronómica que anoche brindó 120 carros con puestos de comida, con la presencia de las familias, con sillas playeras buscando esa mejor ubicación frente al escenario.

“Pablito” hizo bailar, reír, emocionar y puso de fiesta al Parque Ferreira. Bajó todo su repertorio: Sos Botón, Laura, No te creas tan importante y siempre “con las manos arriba”. Alegre, histriónico y con pases de cumbia en un escenario con juego de luces y fuegos de artificio, supo motivar a su público fans y a los demás que en más de una fiesta bailaron sus temas, sin tener identificado al hacedor de ese ritmo que se inició como cumbia villera, contestaria y marginal.

El recital comenzó a horario y en media hora, con un par de temas, ya estaba el clima en ascenso y fue preciso entonces que Pablo Lascano, tocara los primeros acordes de “Muchachos” para recordar la Copa del Mundo, al equipo de Scaloni, a los muchachos de Malvinas a Mesi y a Diego, para hacer estallar la noche.

Luego siguió como de costumbre, con sus mejores temas, su perrito malvado, convocando con “ART perro cumbia gato”, una consigna que sus seguidores repiten en la jerga diaria.

“Me vas a extrañar” y el público vuelve a estallar, cuando invita a Lautaro, un joven viedmense de unos 12 años, a cantar juntos en el escenario. Realmente un fanático de Pablo Lascano y con pasos de murga, se dio el gusto de su vida.

Lautaro le había pedido a Pedro Pesatti, que quería conocer a su ídolo y cuando llegó al predio, el intendente lo llevó a cumplir su deseo. La sorpresa estuvo cuando el músico lo invitó a subir al escenario.

Poco más de una hora de actuación para cerrar una noche a toda cumbia. Pablo Lascano se despidió batiendo una botella de champagne que desparramó entre los primeros de la fila junto al escenario y pidió saltar y bailar en “el pogo más grande de Viedma”.

En la previa actuaron Wicked Rock, Alejandra Gioventu, Mandale y se realizó un homenaje a Rodrigo, también a cargo de una banda local.