Ahora…el mensaje. ADN

Terminó el proceso de inscripción de alianzas y partidos que participarán en las elecciones provinciales del 16 de abril. Un tedioso camino de peleas por lograr espacios en las listas, mientras que otros tuvieron que multiplicar los argumentos para el acompañamiento en el llenado de casilleros, por ejemplo, los 92 lugares a cubrir, entre circuitos y sábana para el parlamento.

Ahora es tiempo de preparar la campaña que tendrá un mes de vigencia. En General Roca, donde se vota el 12 de marzo, los tiempos son mayores porque cada partido o alianza tendrá oportunidad para la tarea proselitista

¿Qué les dirán los candidatos a los votantes? ¿Cuál será el mensaje? En una sociedad que parece cada vez más alejada de ese mundo peculiar de la política. Donde la juventud no sólo es ajena a la vida política, sino que se mantiene indiferente a lo que pueda ocurrir más allá de su entorno más cercano.

Pero, también es necesario pensar en los canales por donde se enviará ese mensaje, sumado a otro tema importante, que consiste en atender a la diversidad etaria.

Se estima que, en Río Negro, entre un 28 y 30 por ciento del padrón general tiene entre 16 y 29 años. O sea que un votante que lo hace por primera vez -con 16 años- nació en el 2007. Su realidad está lejos de la historia política rionegrina, por ejemplo, si le preguntáramos quienes gobernaron Río Negro en períodos anteriores, o intendentes de su ciudad, legisladores o concejales, salvo que, en su familia, estos sean temas de conversación.

Si se trata de un ciudadano o ciudadana de 29 años, nació en 1994, cuando transcurría el segundo mandato del radical Horacio Massaccesi, y votó por primera vez durante el segundo gobierno de otro radical, Miguel Saiz.

¿Qué mensaje se emite a un porcentaje nada despreciable de votantes que concurrirán a las urnas y encontrarán en el cuarto oscuro una variada oferta de boletas, colores, nombres y apellidos?

Todo un desafío, que requiere conocer por dónde se informa el electorado. Los diarios en papel son artículos en desuso, la televisión guarda relativa audiencia en temas políticos y la radio, preserva una audiencia fiel en franjas etarias media y mayores, pero sin público en los jóvenes.

Se trata de explotar la fuerza que tiene la Política 2.0 como estrategia para alcanzar los objetivos políticos de la campaña, mientras conecta con el electorado joven y lo activa políticamente. Esto es, en las redes sociales YouTube, Twitter, Instagram, Facebook y Tik Tok que participan en un proceso electoral con alcances indiscutibles.

Las redes sociales y la política

El retroceso de la radio, la TV y la prensa escrita, hizo que las campañas electorales busquen espacio en las redes sociales donde hay mayor interacción y rapidez en el mensaje, estructurado además en un lenguaje nuevo, más relajado y que permite desarrollar perfiles de comunicación que lleguen con fluidez al votante.

La tecnología hizo lo suyo, por ejemplo, en los teléfonos móviles e internet, además de software y aplicaciones. La comunicación está en Twitter, Facebook, Instagram, LinkedIn y YouTube, entre otros; aliados valiosos para proponer un mensaje político tan convincente como vender zapatillas, ropa, teléfonos o todo producto que convalide a la sociedad de consumo.

La política se suma a esta demanda y procura llegar con estos medios tecnológicos, sin dejar de lado a las radios, la televisión y páginas digitales, además de seguir con otras metodologías más tradicionales, como encuentros personales y actos públicos. El afiche, los pasacalles y el aerosol, entre otros, son piezas de museo.

Hoy las redes son los canales de comunicación. Nadie sale a la calle o va a trabajar sin el teléfono móvil, sobre todo en los jóvenes. Para los Millennial y Centennials las redes son un instrumento fundamental en la vida.

¿Están preparados en los espacios políticos que confrontarán el 16 de abril, para este tipo de campaña? Aún se observa que hay mensajes “viejos”, del Pleistoceno, que además no se entienden. Tampoco es propio ver a un candidato adulto forzando un lenguaje que no le es propio. Para esto no sirve el mensaje directo, pero sí otros recursos que permiten las redes, como es el caso del Tik Tok.

Esto no quita que existan sectores jóvenes interesados en la política, incluso con capacidad de influir e incidir en resultados de campañas políticas. Las redes también hicieron posible que las nuevas generaciones se involucren más activamente en las campañas y procesos electorales.

De manera tal, que para atraer la atención de los Millennials o Generación Y (1981-1994) y a los Centennnials o Generación Z (1995-2010) hacia una candidatura en especial, tendrá que ser a través de las redes sociales, porque no usan radio, televisión y mucho menos a la prensa escrita, estos medios de comunicación, para ellos, prácticamente no existen. Pero mediante Facebook, YouTube, Instragram, Twitter o Tik Tok se podrá llamar su atención.

¿Cómo se acomoda el mensaje político de campaña desde sus principios ideológicos fundacionales o desde las propuestas programáticas? Se usa, en muchos casos, la respuesta “políticamente correcta”.

También hay un electorado más tradicional, con lealtades partidarias, afiliados, que siguen en padrones no purificados y una variada gama de votantes que se encuentran lejos del uso político de las redes y que vivió estos 40 años de retorno a la democracia, con frustraciones y contradicciones. Los que siempre votan con la camiseta puesta, que cada vez son menos.

La sociedad camina con pasos acelerados que van dejando brechas generacionales. La política también.