El nuevo cielo de Juntos. ADN

Arabela Carreras convocó a elecciones provinciales el 16 de abril, tal cuál fue anunciado innumerables veces en diversos ámbitos. El decreto de la Gobernadora lleva implícito el fin (exitoso) de las negociaciones internas en JSRN, y el principio del tiempo electoral que busca estirar el poderío del oficialismo por unos cuantos años más.

Se inicia también la última etapa del actual gobierno y el advenimiento de un nuevo ciclo conducido por Alberto Weretilneck.

Carreras termina una gestión exitosa, calificativo que se puede analizar desde varios ítems, como las políticas sanitarias en tiempos del Covid; su impronta medioambiental; proyectos estratégicos como el Hidrógeno Verde; el impulso a la industria del conocimiento; el valor agregado a la producción primaria; la relación con el gobierno central y otros, pero hay un valor sobresaliente: haber administrado el Estado de manera tal que permita a JSRN enfrentar las próximas elecciones sin alarmas y con aprobación de la gestión, sin poner en peligro el contrato en las urnas, de manera tal que ahora la única preocupación de la fórmula oficialista es el porcentaje de votos a lograr. Sólo la mezquindad política impide un reconocimiento a su administración, que la ubica entre los mandatarios provinciales con mejor imagen, un reconocimiento que también se hace desde Buenos Aires, donde muchos “la miran” y le adjudican destino nacional para octubre.

El camino está allanado.

Vuelve la fórmula matriz que gestó este espacio provincial, pragmático, variopinto y ambicioso, pero ¿quién cuida las puertas del nuevo cielo? Ni marines ni mandarines (diría el Indio Solari) sólo Weretilneck, celoso custodio de su proyecto. El presidente del partido recurre nuevamente a Pedro Pesatti, cancerbero político-ideológico y fundamentalmente leal, en tiempos que este valor cotiza en Bolsa. Al viedmense no lo comprende aquel viejo dicho del peronismo bonaerense, pergeñado en los 90: “ningún buen peronista le niega una traición a un compañero”.

El nuevo cielo de Juntos, es como el paraíso de El Dante, en la Divina Comedia, donde tan solo se puede ver aquello que los ojos humanos son capaces de captar. Realismo y pragmatismo puro. No hay intrusos y es obligación pasar por el Purgatorio.

La fórmula ordena y concentra. También pronostica sorpresas y el rumbo es aleatorio según la brújula del tempo político, sobre todo si los números en la Legislatura son ajustados y si cambia el color político en La Rosada.

Hay promesa de funcionarios jóvenes en la estructura del Estado, donde los viejos guerreros acompañarán desde el parlamento o nichos de confort. La retaguardia, garantía de mayor seguridad y fortaleza, estará en el poder territorial de los intendentes.

«¿Arabela? ¿A dónde va?» fue la pregunta más frecuente en las últimas horas. Dos caminos se bifurcan: uno a la intendencia de Bariloche y otro al Congreso de la Nación. Como Hansel y Gretel, el camino se irá develando por los rastros.

Firmado el decreto, ¿qué sucederá con los aliados y las listas de adhesión? Una incógnita que se develará tras conocerse el escrutinio final de los votos. Hoy sólo conjeturas.

El llamado a elecciones movilizó a los partidos a comenzar la tarea interna de nominar candidatos, una negociación complicada que trae más enojos que alegrías. No escapa a esta instancia Cambia Río Negro, que a pesar de pregonar la “nueva política” tendrá que transitar por el fango de la vieja política.

Es el caso de Aníbal Tortoriello, que deberá abordar ahora una tarea menos celestial y más terrenal. No hay peleas públicas, pero sí miradas que en algún momento necesitarán de la definición última del candidato.

La puja estaría entre el PRO y la CC-ARI y para curarse en salud, los lilitos se reunieron con Maximiliano Ferraro, presidente del partido a nivel nacional, para pedirle su apoyo y la defensa de los candidatos rionegrinos en la negociación de los cargos, sobre todo en la Legislatura. Se prevé además un viaje de Carrió a la provincia.

“Nosotros vamos a jugar fuerte para que Aníbal gane las elecciones y pedimos nuestros espacios en una negociación de tercios, cada tres uno propio” explicó Javier Acevedo titular del ARI en Río Negro, quien pretende el primer lugar en la lista sábana de legisladores, un lugar que también hace propio el único parlamentario del espacio, Juan Martín.

Las peticiones de la CC-ARI, comprenden, además, encabezar como mínimo las listas de diputados en dos circuitos, en General Roca, con Adriana Fenouil y el Valle Inferior, con Bautista Mendioroz; también tiene como candidata en el Circuito Alto Valle Oeste a María José Manonelles; en el circuito Atlántico a Fernando Frugoni y a María Eugenia Pailliapi, en el Circuito Alto Valle Este. Se suman también como candidatos a intendentes, de Villa Regina, a Matías Bertolini y de Allen, a Miguel Gentili.

Para fin de mes estarían confeccionadas las listas del PRO y del ARI, para luego mezclar y ocupar cada casillero. Se completa con la pretensión de los radicales que apoyan a Tortoriello, que están representados por Ángeles Dalceggio, de Bariloche y Miguel Martínez, intendente de Huergo y de los candidatos de Valores por mi País.

¿Y el peronismo? Sigue turbado. Hay peronistas con el PJ de Martín Doñate; con Gustavo Casas; con el sorismo; con el FdT; con Juntos; con Ariel Rivero (el candidato de Javier Milei) e independientes; pero nadie encauza y capitaliza esa pertenencia. Falta la convocatoria ideológica y el liderazgo que amalgame. Hay una peligrosa dispersión con tendencia a la disolución.

Ahora ya se conoce la fecha de elecciones y por lo tanto se estima que saldrá a la luz la estrategia del PJ y su publicitada adhesión a Juntos. A la par el FdT avanza con el apoyo del sorismo, con la candidatura de Silvia Horne, que no lograr entusiasmar.

Casas busca contactos en el partido. Desde Las Grutas, ayer dialogó con intendentes y dirigentes partidarios para agotar la instancia de una elección de internas y presentar candidatos o armar una mesa de consenso. La respuesta es que se espera una definición del senador Doñate. El arquitecto viedmense espera lograr el apoyo del Kolina y desde esta estructura política unipersonal, competir el 16 de abril. Esta semana se define el tema.

Hay coincidencia en la mayoría de los fragmentos del peronismo, tiene que haber un candidato para las elecciones. Es más, para algunos dirigentes, incluso, es “un inconveniente por no decir peligroso” para la vida institucional de Río Negro, que no esté representado. Se cumplirán 40 años del retorno a la democracia, en 1983, y esta ausencia en la vida política rionegrina, sería deplorable y penosa. La única vez que ocurrió, fue cuando el partido estuvo proscripto.