Ansiedad por el futuro. ADN

El tiempo de vacaciones y descanso pasó casi inadvertido para la política ya que aún casi sin difusión, la dirigencia de todos los sectores estuvo activa porque el futuro genera ansiedad. El 2023 es una preocupación que se instaló en octubre del año pasado cuando dejó plasmada en la provincia una nueva relación de fuerzas de tercios entre Juntos Somos Río Negro, Juntos por el Cambio y el Frente de Todos.

Esta situación desvela y, si bien el partido del gobierno rionegrino está fortalecido, exige a su dirigencia estar atenta y no dormirse en los laureles. En el macrismo hay atisbos de malestar generados por la disputa en torno a la presidencia del PRO que el legislador Juan Martín le reclama al diputado Aníbal Tortoriello. Y el peronismo y sus aliados todavía se sacuden el polvo de la derrota, perfilándose una interna entre Martín Doñate y los hermanos María Emilia y Martín Soria.

Un tema que no podrá evitarse es la situación nacional, que por las difíciles circunstancias por la que atraviesa la administración de Alberto Fernández, repercute en todos los distritos del país. Este contexto -que preanuncia un futuro de nubarrones con cumulonimbus- obliga a una política de alianzas, que sin duda tendrá un parámetro nacional con efectividades variadas en las provincias.

De esta manera, el gobierno nacional no pierde de vista su relación con los partidos provinciales, aliados fundamentales en estos tiempos ajustados, situación que deriva en que el gobierno provincial y JSRN cuentan con un trato diferencial desde la Casa Rosada y el Congreso nacional.

Arabela Carreras integró la comitiva oficial argentina que acompañó al Presidente en su gira por Rusia, China y Barbados. Sólo tres mandatarios formaron parte de esta delegación nacional: la rionegrina; Axel Kicillof, de Buenos Aires, y Raúl Jalil, de Catamarca. Un dato no menor. Por eso, horas antes del vuelo, se produjo un encuentro clave entre la mandataria y el presidente del partido, Alberto Weretilneck. La foto, buscó más efecto hacia el interior del oficialismo, que hacia afuera.

En política la casualidad deviene en sorpresa y la invitación a Carreras no fue al boleo. La relación de la Gobernadora con la administración central es óptima, que se comparte con la presencia de los senadores Weretilneck (JSRN) y Martín Doñate (FdT) en beneficio de políticas públicas para Río Negro.

La Casa Rosada tiene en mente que el año próximo se sucedan elecciones anticipadas en los distritos y con derrotas de JxC, que anticipen un escenario nacional propicio para los comicios presidenciales del 2023.

El objetivo -murmuran en Buenos Aires- es “frenar el avance de la derecha”, y este mensaje también estará presente en la provincia identificando al adversario en Aníbal Tortoriello. En ese marco se moverá la política doméstica, y determinará la estrategia del oficialismo rionegrino y, al menos, un sector del panperonismo.

El cipoleño resume entonces, el prototipo de rival para Doñate y Weretilneck, aunque por razones diferentes.

El futuro rionegrino genera ansiedad atento al resultado de las elecciones nacionales a diputados, una división por tres que no deja margen para errores y obliga a tácticas precisas.

JSRN no debe descuidarse porque en la suerte del gobierno nacional también va su futuro, siempre sobre la base de su discurso provincialista y el rol que juegan sus representantes en el Congreso nacional. Adquiere un valor de importancia sus políticas de alianzas para coaptar a otras fuerzas en su proyecto rionegrino. Esto es, buscar alianzas con sectores del radicalismo, intendentes extrapartidarios y demás ámbitos sociales y económicos. En este contexto también son vitales las relaciones locales de cada jefe comunal del oficialismo.

El peronismo busca recuperarse y hacer posible en Río Negro ganarle al neoliberalismo y posicionarse frente a JSRN. La derrota del año pasado pegó fuerte y más allá de los tiempos de pases de factura y culpas, la unidad aparece lejana. Existen al menos dos sectores fáciles de identificar: el que responde a Martín Doñate y el que se ubica detrás de Martín Soria y ahora más precisamente con María Emilia.

Las críticas contra Doñate por su rol en las elecciones pasadas, no escapan a Soria -ministro nacional- con ausencias en la campaña y escaso en presencia política. Además, el desempeño del FdT en General Roca, fue muy pobre frente a otras elecciones con una magra diferencia de cuatro puntos de ventaja, un tema que afecta a la intendenta.

Con más o menos responsabilidad, casi nadie puede sacarse de encima -con una visión de conjunto y no individualista- el peso de haber ocupado el tercer lugar en la preferencia del electorado.

La única salida que muchos ven en el PJ rionegrino es convocar a elecciones para todos los cargos electivos donde se presenten todas las ofertas que el propio movimiento pueda generar, incluidos los gremios y los sectores sociales. Surgirán candidatos avalados por los afiliados.

Remontar la cuesta también tiene un imponderable que es preciso analizar. Cómo se conjugan las aspiraciones del peronismo con la relación política que el gobierno nacional privilegia con el gobierno de Carreras y JSRN.

Desde JxC hay mas serenidad. Sólo espera ser subsidiario de los errores del gobierno nacional. Este espacio tiene una clientela cautiva: el anti peronismo, que le permite tener una base del 20% del electorado. Cazar en el zoológico sólo le permite sumar la misma cantidad de piezas, salir de este coto es una tarea ardua.

Con el discurso crítico al gobierno nacional se habla al oído al mismo receptor, y por lo tanto está obligado a un discurso distinto. Por eso, un dirigente reflexionó que “tenemos que criticar al gobierno provincial, al senador y a los diputados rionegrinos por su rol en el Congreso”, al tiempo que señaló que el adversario para ganar en la provincia es JSRN y que “hay que pegarle a Arabela y Alberto”.

Todo un desafío.