Morales: “El radicalismo no va a ser furgón de cola”

Ya son muchas las voces dentro del radicalismo que piden mayor protagonismo de la UCR dentro de Juntos por el Cambio, especialmente de cara a los próximos comicios. Pero hasta ahora el PRO -que tiene sus propios dilemas, entre el ala dura que apoya a Mauricio Macri y el sector larretista que quiere ‘jubilar’ al ex Presidente- no ha dado muestras de querer ceder terreno dentro del espacio. Más temprano que tarde, la UCR deberá decidir si ratifica o no la alianza.

Las recientes declaraciones de Gerardo Morales pidiendo mayor protagonismo de la UCR dentro de Juntos por el Cambio se suma a otras importantes voces radicales que ya se han expresado en un sentido similar, especialmente de cara a los próximos comicios. El  radicalismo mete presión pero, más temprano que tarde, deberá decidir si ratifica o no esta alianza.

Hasta ahora, el PRO no ha dado muestras de querer ceder terreno. De hecho, atraviesa también una grieta interna entre el ala dura, encabezada por Patricia Bullrich, que sigue a Mauricio Macri, y el sector vinculado a Horacio Rodríguez Larreta, que prefiere jubilar al ex Presidente para que su mala imagen no empañe al espacio.

«Si queremos volver a gobernar en el 2023 tenemos que plantar un Juntos por el Cambio serio», aseguró, y agregó que «el radicalismo no va a ser furgón de cola de nada, va a tener candidato a Presidente, va a disputar todos los espacio en Juntos por el Cambio, no vamos a dejar que el PRO nos camine el patio trasero del partido», dijo Gerardo Morales, este viernes.

Lo cierto es que no se trata del primer radical que pide protagonismo en la coalición. Días atrás, los jefes parlamentarios de la UCR, el senador Luis Naidenoff y el  diputado Mario Negri, firmaron un documento junto a legisladores y figuras del partido en el que, además de cuestionar al Gobierno por su manejo de la pandemia, le exigieron al PRO mayor participación en la alianza política y revisar su posicionamiento ideológico.

«Esa convergencia de fuerzas políticas deberá establecer reglas claras de competencia y colaboración y debe asumir el compromiso formal de un acuerdo programático y formas de integración hacia un gobierno de coalición en plena regla», reclamaron.

Y evaluaron que «al actual gobierno, sea cual fuere su presentación electoral, es muy difícil ganarle desde una perspectiva conservadora; un nuevo triunfo sólo se logrará si somos competitivos expresando con amplitud propuestas democráticas avanzadas, con afinidad hacia el electorado popular, inclusivo, juvenil y progresista».

El documento radical

El documento fue titulado «Manifiesto por la esperanza democrática», y cabe destacar que no lo firmó el presidente del partido Alfredo Cornejo, quien parece ser el único que sigue apoyando a Macri, aunque también ha dejado en claro sus aspiraciones presidenciales.

Sí pusieron su firma los jefes de los bloques legislativas y figuras como Ernesto Sanz, la ex presidenta de la Convención Liliana Puig, el auditor Jesús Rodríguez y varios legisladores como el senador Pablo Blanco y los diputados Karina Banfi, Facundo Suárez Lastra y Fabio Quetglas.

Y entre los ausentes, aparte de Cornejo, figuran el senador Martín Lousteau y los tres gobernadores radicales: Ricardo Suárez (Mendoza), Gustavo Valdés (Corrientes) y Morales. Sin embargo, pese a no firmar el documento, ahora el jujeño se expresó en el mismo sentido, reclamando protagonismo.

«La persistencia en errores y viejas prácticas, la matriz conservadora que se expresa en imaginar la prosperidad como una retropía que ve en el retorno al pasado el camino hacia adelante, van generando desencantos personales que se están convirtiendo en una barrera para el desarrollo», señalaron los radicales en el comunicado.

Y agregaron: «Los y las radicales no debemos dejarnos ganar por un ánimo vengativo ni obrar en el mismo sentido. No corresponde nunca, menos en una crisis como la que vivimos. En los extremos, dos minorías intensas y movilizadas, esperan que el fracaso del otro les allane el camino al poder, sin reparar en el enorme costo en sufrimiento y empobrecimiento que eso implica para la mayoría de nuestras y nuestros compatriotas».

En tanto, en territorio bonaerense, el intendente de San Isidro y candidato a presidir el Comité en la Provincia, Gustavo Posse, aseguró que “se terminan 5 años de sumisión, ahora se reformula ‘Juntos por el Cambio’, requerimos de un radicalismo no sumiso ni servil, sino que traccione con fuertísimas convicciones”.

Al presentar la lista 14 “Protagonismo Radical”, que encabeza junto a históricos y jóvenes dirigentes como el senador nacional Martín Lousteau, también se mostró a favor que la coalición que fue gobierno de 2015 a 2019, tenga “cada vez más radicalismo de modo tal de poder ampliar el 41% conseguido en la antigua elección”.

Ricardo Alfonsín

Cabe destacar que uno de los primeros referentes de la UCR que mostró distancia públicamente con esta alianza fue Ricardo Alfonsín. Luego, el hijo del ex presidente Raúl Alfonsín se acercó al gobierno de Alberto Fernández y, de hecho, en los últimos días sumó un cargo como embajador ante el Principado de Andorra, función que cumplirá a la par de su cargo como representante diplomático ante el Reino de España.

Alfonsín ha sido muy crítico de la cúpula radical por su apoyo incondicional al PRO. «El radicalismo, de radical tiene su nombre nada más», acusó el ex diputado. Y dijo que «desde 2015 dejó de representar la identidad y la ideología de la UCR».

En este sentido, acusó a la dirigencia del espacio centenario de «defender las ideas del PRO que son las del neoliberalismo, que son respetables, pero no son las nuestras».

Queda claro que dentro de la UCR el tema de recuperar protagonismo en JxC es crucial. La pregunta es qué ocurrirá si no lo consigue… ¿Abandonará la alianza o se volverá a someter? (Fuente: Urgente24)