Argentina y las estrategias mundiales de la FAO

«Argentina puede tener acceso a las mejores estrategias mundiales a través de la FAO». Así lo aseguró a Télam el representante regional del organismo para América Latina y el Caribe, Julio Berdegué. Este sábado Alberto Fernández se reunió con Qu Dongyu, director de la institución.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, conocida como FAO por sus siglas en inglés (Food and Agriculture Organization), es un organismo con sede en la ciudad italiana de Roma que se propone erradicar el hambre en el mundo, y su director general es Qu Dongyu desde agosto de 2019.

La FAO, junto con las otras dos agencias de Naciones Unidas con sede en Roma, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), cumplen un rol central en los esfuerzos globales para erradicar el hambre y la malnutrición en el mundo, así como para hacer frente a los desafíos del sector agrícola y las poblaciones rurales de menores recursos, y brindar asistencia alimentaria en emergencias.

El representante regional de la FAO para América Latina y el Caribe, Julio Berdegué, dijo en declaraciones a Télam que se reunió con el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, a los pocos días que de su asunción. «Estuvimos juntos en Buenos Aires; él nos presentó el plan y nosotros quedamos muy bien impresionados», reseñó.

De acuerdo a datos de la FAO de 2017, los últimos publicados, un 32 por ciento de la población argentina se encuentra en una situación de inseguridad alimentaria moderada o grave, una cifra muy alta comparada con 2015, cuando había solo un 19 por ciento en esta situación.

«Es una situación muy preocupante. Estamos hablando de niveles de inseguridad alimentaria que son propios de naciones con un desarrollo muchísimo más bajo que los de la Argentina», manifestó Berdegué, quien, sin embargo, juzgó que «no se ve motivo alguno que haga pensar que Argentina no es capaz de volver a un nivel de inseguridad alimentaria que sea coherente con el grado de desarrollo del país».

«Insisto: Argentina es un país donde hay alimentos de sobra. El problema es que hay mucha gente que no tiene el dinero para comprar alimentos», subrayó.

En este sentido, recordó que, pese a que la FAO no es una entidad financiera, sí puede dar apoyo técnico para el desarrollo del programa y para captar inversiones internacionales de sostén al plan. «Argentina puede tener acceso a las mejores estrategias mundiales a través de la FAO», consideró.

No obstante, Berdegué también advirtió que, para tener éxito en la implementación del plan Argentina contra el Hambre, distintos sectores de la política, del mundo empresarial y de la sociedad civil argentina deberán coordinarse: «No va ser un ministerio que va a derrotar el hambre en la Argentina. Tiene que haber coordinación entre los distintos ministerios, gobiernos de las provincias, las intendencias y también el mundo empresarial. Esto es tal vez de las cosas más difíciles», afirmó.

En ese sentido, indicó que «no es sólo cosa que de convocarlos en una mesa, como ha hecho el Gobierno de Argentina, sino que hay que establecer los incentivos para que estas personas colaboren».

El trabajo de la FAO con el país
No sería la primera vez que la FAO trabaja con la Argentina, donde se instaló en 2003.

Pese a que la entidad no tiene en la actualidad un programa específico contra la malnutrición, esta agencia de la ONU mantiene cinco proyectos en el país, por un total de 14 millones de dólares, de acuerdo con datos de la representación en Argentina de la entidad.

Estos son proyectos destinados al desarrollo de una estrategia para el control de las especies exóticas, para la promoción de la energía derivada de la biomasa y de un enfoque ecosistémico de la pesca, la reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques, y para la reducción de pérdida y desperdicio de alimentos.

La FAO también está preparando un proyecto del Fondo Verde del Clima, para que la Argentina reciba un pago por el carbono que sus bosques ya han capturado y que ayudan a mitigar el cambio climático.

«Es un programa muy ambicioso por el cual Argentina recibiría unos 80 millones de dólares, con el compromiso de que siga conservando sus bosques», concluyó Berdegué.

La Cancillería informó que Argentina es un miembro activo en las FAO, la FIDA y el PMA, con las que lleva adelante acciones para lograr avances sustanciales en sus objetivos en forma coherente con la Agenda 2030.