El ocaso

Al compás de la política, ya no queda nada del modelo económico del Gobierno. Estamos ante un verdadero ocaso.

-No entiendo qué no se entiende. El modelo está claro. El objetivo es el equilibrio fiscal

(por Estefanía Pozzo). – El funcionario pasaba días complejos porque, como desde 2018, el dólar estaba inquieto. La pregunta que precedió a la respuesta estaba orientada, justamente, a saber cuál era la explicación del modelo económico implementado por Mauricio Macri. El plan macroeconómico de todo un país era alcanzar el cero en una planilla. Como si se tratase de un balance contable.

El diagnóstico del que partió la actual administración nacional fue la piedra basal sobre la que edificaron el castillo de naipes de la economía: el Estado gasta más de los ingresos que percibe y la única manera de controlarlo es “ordenando” las cuentas con austeridad y disciplina.

En la mesa de discusión pusieron al tope la manera en que el Estado usa los recursos (es decir, cómo “gasta”), pero decidieron llevar adelante un recorte de los ingresos a través de reducción impositiva a los sectores más fuertes de la economía argentina. En ambos casos, el lema de esos primeros años fue “haciendo lo que hay que hacer”.

Al principio fue el gradualismo. Después, cuando Estados Unidos subió la tasa y los flujos financieros internacionales cambiaron (además de los propios cambios de reglas de la administración macrista, como por ejemplo el 28D), llegó el turno de acudir al FMI. Las tres patas fundamentales de ese plan fueron: eliminar el déficit fiscal, política monetaria restrictiva y política cambiaria flexible.

Ya podemos llevarle flores a la tumba a todas porque ninguna de las tres está vigente. Primero admitieron que no iban a lograr el tan mentado déficit cero. Después eliminaron las zonas de no intervención y luego la prohibición que ataba de manos al Banco Central para vender dólares al contado para evitar las disparadas de la divisa. Y por último, esta misma semana, relajaron la contracción monetaria. Dejamos al margen la imposición de controles cambiarios para evitar una disparada aún mayor del dólar.

Ya no queda nada del “modelo” Macri. No queda ni siquiera la desregulación financiera. Más allá de los resultados de las PASO, la economía también dice que estamos verdaderamente ante su ocaso.