Unidad con alfileres. ADN

Ni el liderazgo de Cristina Fernández de Kirchner logró disimular los resquemores en el Frente para la Victoria rionegrino.

El lanzamiento del Frente Patriótico y la fórmula Fernández-Fernández entusiasmó a la dirigencia, pero eso no logró amalgamar el heterogéneo espacio que busca en las elecciones de octubre volver al triunfo. Un triunfo que, según las encuestas, está garantizado.

Un episodio reveló que la unidad está pegada con alfileres. El desembarco de Unidad Ciudadana (que no será tal sino que tendrá otro nombre) en Río Negro reveló las tensiones de los diferentes sectores. El acto tenía fecha y lugar: 31 de mayo en Bariloche. El Instituto Patria delegó en la senadora Silvina García Larraburu el armado, pero la postergación -aún sin fecha- del encuentro azuzó una fuerte interna.

Larraburu atribuye la anulación del acto al jefe del PJ, Martín Soria, quien estuvo reunido esta semana con CFK. En rigor, el problema radica en la agenda del candidato a presidente Alberto Fernández. Una fuente calificada del entorno del ex jefe de Gabinete le dijo a esta agencia que pretendían desarrollar el acto una vez finalizado el proceso de cierre de listas en todo el país. Las energías ahora están puestas en la provincia de Buenos Aires y enla seducción a Sergio Massa para que incluya al Frente Renovador en el Frente kirchnerista.

Finalmente, el acto se hará y a Bariloche llegarán Fernández, Máximo Kirchner y posiblemente Cristina.

En el Patria aún no están seguros sobre Massa. Algunos creen que es mejor que el tigrense compita por Alternativa Federal para dividir el electorado. Con seguridad, Roberto Lavagna será candidato de otro espacio junto a socialistas, radicales y el GEN como en el 2007. Así, Fernández-Fernández se aseguran ingresar al balotaje con Cambiemos. Y una vez en esa instancia, el Frente Renovador aportará al armado kirchnerista. Por ahora, alquimia.

Lo cierto es que el episodio movió la interna que parecía aplacada después de la última reunión en Buenos Aires, donde Larrraburu, Soria y el diputado Martín Doñate se mostraron juntos.

Hay tensión por el armado de listas y el sitio de la senadora Magdalena Odarda. Pero todo indica que la barilochense y el dirigente de Valle Medio encabezarían la nómina de senadores (aún resta saber en qué orden) y Soria-Odarda la de Diputados.

Advertida de la pelea en el PJ, la jefa de RIO se refugió en el bloque con Pino Solanas y se incorporaron al Frente Patriótico, una instancia superadora del FPV. Además, buscó cobijo en el Grupo Callao, el equipo que asesora a Alberto Fernández. Ya se ofreció a que ese tanque de ideas haga pie en Río Negro con ella como referente. Así, se blinda de las críticas de sectores del peronismo y logra independencia.

Los coletazos de los resquemores llegaron a las elecciones municipales. Larraburu respaldó una lista que competirá por la intendencia de Roca con el sello del Partido Unión y Libertad (PUL) y que llevó como candidato a gobernador -el 7 de abril- al dirigente de la Línea Sur, Alí Yahuar.

Eso generó quejas en el entorno sorista que promueve a la diputada María Emilia como candidata a intendente. Y aseguran que el PUL fue financiado por el senador Miguel Pichetto, para debilitar la postulación a gobernador de Martín.

El jefe del peronismo se desentiende de cualquier responsabilidad de la cancelación del acto en Bariloche. Recuperó espacio en el Instituto Patria y tiene un lugar asegurado en el Congreso desde el 10 de diciembre.

Cristina hizo consultas y mide a Larraburu en Bariloche. Es la dirigente con mejor imagen e intención de votos. Con ella, el FPV podría recuperar el municipio. «Seré intendente, pero no ahora», respondió la senadora que busca quedarse un período más en Buenos Aires.

Mientras tanto, Doñate busca acercar posiciones. Entiende que es el momento para trabajar para que el Frente Patriótico llegue a la Casa Rosada. Un triunfo acomodaría después el territorio.

Mientras esto ocurre en el FPV, el gobernador Alberto Weretilneck sigue estudiando la posibilidad de armar una boleta corta para competir en octubre. En principio, el propio mandatario encabezaría la lista de senadores y piensa en su vice, Pedro Pesatti, para diputados. E insiste con la idea de ir solos, sin referencias nacionales.

Pero el diario Clarín reveló que el armado de Alternativa Federal lo tiene en sus planes. Según el matutino porteño, Pichetto se habría comprometido con los popes (Juan Schiaretti, Juan Manuel Urtubey y Sergio Massa) a llevar al gobernador rionegrino al espacio. Tanto, que algunos dirigentes de Juntos se entusiasman en que «Alberto integre la fórmula» presidencial.

En Cambiemos miran el escenario. Juegan todo a retener Cipolletti el 23 de junio. Sin ese bastión se complican las chances del macrismo de competir seriamente en octubre. La imagen del presidente Mauricio Macri en Río Negro está muy deteriorada y en sus cuentas solo aspiran -si Weretilneck compite- a quedarse con un escaño en Diputados.

He ahí el motivo de la disputa interna. El sector que encabezan el intendente de Cipolletti, Aníbal Tortoriello, y el legislador electo, Juan Martín, no quieren en ese sitio al diputado Sergio Wisky, a quien promueven para el Senado. Saben que la decisión de la Casa Rosada (Marcos Peña) tendrá un peso fuerte, por eso armaron una mesa de acción política -el PRO sigue intervenido- para resistir el dedo nacional.