Alquimias y predicciones. ADN

Sin certezas ni definiciones, la política riongrina elabora alquimias y predicciones. Restan aún la conformación de alianzas -como Cambiemos- la confección de fórmulas y listas de legisladores y el debate judicial, antes de llegar a las urnas.

Mientras tanto los partidos se entretienen sacando cuentas. Las predicciones son disímiles según quien maneje la calculadora.

En el oficialismo imaginan una elección polarizada, con poco incidencia del macrismo. Es decir, un mano a mano entre Alberto Weretilneck y Martín Soria. Y, en ese escenario, computan una victoria para el cipoleño. Las proyecciones? 42 a 38 o 45 a 40. El encuestador viedmense Ricardo Vignoni anticipó «un empate técnico» (en 30 puntos), pero advirtió que aún -según sus mediciones- hay un 26% de indecisos.

No son los números que maneja el Frente para la Victoria, que auguran un triunfo para el roquense. Las diferencias oscilan entre regiones, pero no dudan -aún en mano mano con Weretilneck- que Soria será el próximo gobernador. Otra diferencia con el oficialismo, es la elección que le asignan a Cambiemos.

El macrismo, lejos de hacer pronósticos electorales, está enfrascado en determinar si la alianza estará o no integrada también por la UCR. Hoy se reúne la Convención y los radicales ratificarán la decisión tomada en Gualeguaychú en 2015, o se convertirán en el primer distrito del país en romper con la Casa Rosada. Los esfuerzos de las autoridades del partido están al servicio de la unidad, pero el poroteo previo no era muy alentador.

Lo que ocurra hoy en Maquinchao será seguido minuto a minuto por Juntos. La estrategia del gobierno es que la UCR «esté adentro». Cuando el gobernador anunció el adelantamiento de las elecciones, ya había trazado la estrategia de la polarización provincial. Para eso, necesita que Cambiemos se constituya formalmente con todos sus componentes. De esa manera, el FPV no podrá endilgarle que «Weretilneck es Macri», porque el Presidente tendrá sus candidatos. Sabe, además, que el PRO encabezará en casi todos los distritos del país las listas de la alianza, y en Río Negro no será una excepción, lo que empuja al radicalismo -al menos a muchos sectores ofuscados con sus socios- a votar a Juntos y, en consecuencia, el macrismo tendrá una magra cosecha de votos (entre el 5 y el 8% imaginan) . Por eso también, la veda a los intendentes a jugar. Ante el desamparo, ofrece a propios y extraños cobijo.

Pero en el PRO no dan crédito a esa ingeniería. Aseguran que una vez constituida la alianza comenzarán a definirse candidaturas y peregrinarán por la provincia los «popes» nacionales, comenzando por Elisa Carrió. Ayer, Sergio Wisky llevó a la Quinta de Olivos al Presidente de la Federación de Productores, Sebastián Hernández, y lo reunió con el ministro Nicolás Dujovne para encontrar respuesta a la crisis frutícola. De esos gestos, habrá varios. Allí consolida -aseguran- el crecimiento Cambiemos, que según las proyecciones de sus dirigentes rondará el 20% de los votos, lo que complicaría el triunfo de Weretilneck.

De todos modos, Cambiemos y el Frente para la Victoria ya anuncian que no van a caer en la provincialización de la campaña que propone Juntos, y coinciden en la nacionalización del discurso en un año donde se elige Presidente. Pero además confluyen en la idea de impugnar la candidatura del gobernador, ya no en los tribunales provinciales, sino en la Corte.

En los dos sectores anida la idea que el Tribunal Electoral «bajará» a Weretilneck. El gobernador -ante esa posibilidad- puede apelar en el Superior Tribunal de Justicia, pero el golpe político sería grande. Sin embargo, si la justicia electoral no actúa de oficio y espera la impugnación de los partidos, Sergio Wisky y Martín Soria lo harán directamente en Buenos Aires, basados en el fallo del máximo Tribunal sobre la Ley de Lemas en Santa Cruz, donde la Corte se reservó la decisión sobre temas constitucionales.

Cambiemos está seguro que se impugnará al gobernador y, corrido Weretilneck de la fórmula, sueña con darle pelea al FPV. Está claro, en ambos espacios, que el cipoleño es el gran elector. Y que sin él en la fórmula Juntos tiene menos chances. En la Casa de Gobierno opinan igual. «La gente tiene empatía con Alberto». JSRN subió en las encuestas desde que comenzó a rodar la idea de la reelección.

Las semanas que vienen serán claves para el armado de las fórmulas y las listas de legisladores. Habrá muchos tironeos a pesar del poder (y el personalismo) de Weretilneck y Soria para «cerrar».

En Cambiemos la fórmula podría ser Wisky-Matzen si prosperan los acuerdos. Juntos es probable que repita el binomio ganador de 2015: Weretilneck-Pesatti. Y en el FPV suena cada vez más fuerte Ramón Chiocconi -concejal de Bariloche- como compañero de Soria, aunque nadie descarta a la senadora Odarda.

Por ahora, alquimias y predicciones.