Río Negro no adoptará el protocolo Bullrich

(ADN).- El gobernador Alberto Weretilneck cuestionó los cambios que quiere implementó el Ministerio de Seguridad por decreto, que amplía el permiso del uso de armas de fuego a las fuerzas de seguridad federales y autoriza a disparar casi en cualquier situación. Y aseguró que la Provincia no adoptará ese protocolo.

“Nosotros no vamos a cambiar nuestra posición como gobierno en torno al uso de las armas de fuego y nuestra posición es que la policía debe disparar únicamente cuando está en peligro de vida el efectivo policial o un ciudadano», dijo el mandatario ayer en Las Grutas al ser consultado por la prensa. «Nosotros no habilitamos el uso del arma para aquellas situaciones que no contemplen estos dos y únicos casos. Peligro de vida para el policía o para una persona inocente en una situación de delito” aseveró. «En los otros casos hay otros remedios, como la persecución penal, por ejemplo”, amplió.

De esta manera, Weretilneck se suma al rechazo de otros distritos como Córdoba o la provincia de Buenos Aires, luego que la ministra Patricia Bullrich invitara a los distritos locales a adherir a la norma nacional.

Además, el gobernador alertó que «esto podría llevar a mucha cantidad de abusos policiales».

“Es que además hay una cuestión jurídica y hay que ver, a partir del decreto que sacó el gobierno nacional, cuáles son las posiciones del Ministerio Público Fiscal» consideró, «porque esto podría llevar a mucha cantidad de abusos policiales, y a muchas consecuencias penales también. Hay que ser muy cuidadosos sobre cuál es el abordaje”, aseguró.

Por último, Weretilneck reiteró que no habrá cambios en la Provincia.

“Nuestra policía tiene que seguir haciendo uso de la fuerza en las condiciones en las que las está haciendo hoy y por lo tanto siempre deben ser muy cuidadosos en el uso del arma con personas que no las utilizan. Es decir, una cosa es el uso del arma de fuego por parte de la policía cuando quien está enfrente posee un arma también y otra es permitir el uso cuando la otra persona no está armada, o está en fuga. Hay que ser criteriosos y evitar excesos, porque en definitiva los excesos terminan perjudicando a los dos. Al policía que puede terminar su vida preso y a la víctima que puede recibir consecuencias irreversibles”.