Apuntan contra la «desidia» de la cúpula de seguridad

Se llevó a cabo el alegato del fiscal Martín Lozada en la causa en que se investiga la muerte de Sergio Cárdenas y Nicolás Carrasco. Mañana realiza su alegato el fiscal Eduardo Fernández, y siguen los alegatos de la Defensa.

«Ha quedado claro que el 17 de junio de 2010 amaneció manchado con sangre, el hecho inicial fue la muerte de Diego Bonnefoi y a partir de ese momento se producen los hechos de relevancia», expresó e hizo referencia al parte diario de la comisaría 28 según el cual a las 10.43 comenzaron los primeros incidentes, cuando un grupo de chicos comenzó a tirar piedras en contra de la unidad.

Hizo referencia a una serie de hechos que mostraban, antes del mediodía que ya para esa hora la jornada era de «alarmante tensión». Enfatizó que «tanto Hermosa como Villanova conocían la gravedad de la situación planteada» y sin embargo se fueron a El Bolsón. Cuestionó que el entonces jefe de la regional no estuvo donde debía estar, para supervisar y dirigir al personal a su cargo. «Tal desidia se verificó en el comportamiento asumido por el secretario de seguridad Cufre y el jefe de la policía, Villanova», sostuvo y agregó que entre las 20.30 y 24 horas, según declaró el entonces jefe de la comisaría de El Bolsón estaban cenando en un restaurante. «Mientras en Bariloche se velaban dos jóvenes asesinados por efectivos policiales, mientras en el hospital zonal los médicos intentaban salvar la vida de Nicolas Carrasco, mientras al menos 23 personas heridas de balas policiales eran atendidas, un sin número de efectivos circulaban alrededor de la comisaría 28 sin comando y supervisión alguna, las más altas autoridades en materia de seguridad y policía de la provincia gozaban de una amable velada en un restaurante de El Bolsón», expresó en su alegato.

Señaló que su ausencia en la ciudad, desde las 14, los privó de hacerse un cuadro general del conflicto y el modo de abordarlo en forma responsable, «trajo aparejada la imposibilidad de supervisar y comandar a los efectivos policiales que se congregaron alrededor de la comisaria 28».

Para el fiscal «la respuesta policial no estuvo orientada a salvaguardar la vida y seguridad de las personas» y agregó que «la ausencia de los jefes hizo que la actuación policial no fuera proporcional al riesgo existente». Enfatizó que «nunca el grupo de manifestantes superó las 37 personas».

Insistió en que «el abandono de esta ciudad por parte de Villanova, Cufré y Hermosa hizo que el despliegue policial no fuera proporcional ni guardara racionalidad alguna», dado que «no hubo ninguna circunstancia que hubiera podido dar fundamento al intento de incendiar esa sede policial». Destacó que «los manifestantes sólo portaban piedras en su poder».

Señaló que el accionar policial no estuvo destinado a disuadir y pacificar el orden público y sostuvo que eso se advierte en el uso de munición letal, empleo de escopetas 1270 de modo directo al cuerpo de los manifestantes, que personal policial arrojara piedras a los manifestantes, entre otros hechos.

(Fuente: Bariloche2000)