«La determinación del IPROSS es contra Viedma»

(ADN).- El presidente de CAPRESA, Floreal Iturburu, apuntó contra el gobierno provincial y aseguró que la decisión de prescindir de la clínica y el sanatorio, no es económica, es política, «es contra Viedma». Y aseguró que, en principio, peligra el pago de sueldos de 200 trabajadores, y si la situación sigue sin resolverse, las instituciones podrían cerrar sus puertas.

«No hay comunicación del IPROSS con nosotros» subrayó Iturburu en diálogo con Nada Personal en Radio Uno. El médico ironizó: «emitieron un comunicado que habían resulto el problema con otros proveedores, eso le dará tranquilidad a los afiliados que nosotros venimos atendiendo hace 30 años».

La falta de atención en los centros privados de salud se notó rápidamente en el sistema público en Viedma y San Antonio, donde los hospitales están desbordados, a pesar de la prédica de la obra social de haber «garantizado» la atención a sus afiliados. Es evidente, que sin el complemento que ofrecen sanatorios y clínicas, colapsa el esquema sanitario.

Iturburu recordó que «pedimos una solución de mínima para restablecer la cadena de pago». CAPRESA, que nuclea a la Clínica Viedma, el Sanatorio Austral y el Policlínico de San Antonio Oeste, solicitó al IPROSS un aumento en el convenio: llevarlo del 15 el 29,2%. «A las prepagas, el gobierno nacional les autorizó el 40%, nosotros no pedimos eso, en principio habíamos intentado un adelanto del acuerdo inicial (por ahora solo pagó el 9% y resta el 6 para llegar al 15 inicial) y un incremento» teniendo en cuenta la devaluación, la inflación, las paritarias y el aumento del dólar.

Desde la entidad indicaron que los costos aumentaron un 40% por los insumos en dólares. En consecuencia, se buscó una solución intermedia. Pero a pesar de las negociaciones, el IPROSS se negó a llegar a un acuerdo.

En consecuencia, Iturburu sentenció: «esto es en contra de Viedma».

El médico explicó que sin el convenio con CAPRESA, «la situación es dificultosa para el afiliado, que ahora se va a tener que moverse a otra ciudad para atenderse». «Además -agregó- si los van a derivar al Valle, Buenos Aires y Bahía Blanca, los costos para el Estado van a ser más altos».

Y arremetió: «La intencionalidad de los gobiernos (que existió siempre en mayor o menor grado) es que Viedma no crezca en determinados sectores en detrimentos del Valle. Eso es notorio. Y esta administración lo hizo con más agresividad hacia Viedma».

Iturburu subrayó que «quienes somos de acá apostamos al crecimiento de la ciudad, invertimos, mejoramos, capacitamos médicos, adquirimos equipamiento pero no tenemos respaldo político». Y denunció: «el IPROSS nos quiere pagar valores por las prestaciones muy por debajo del valor del mercado, incluso de lo que se paga en el Alto Valle».

Sin embargo, admitió que «no podemos funcionar sin la obra social, ya que el 70% de nuestros pacientes son del IPROSS». Por eso, advirtió que «hay 200 trabajadores (por convenio) entre Viedma y San Antonio que tienen en peligro sus salarios».

Esos empleados son enfermeros, administrativos, personal de cocina y hotelería sanitaria.

«No se puede mal atender a los pacientes» advirtió Iturburu. «Comprar insumos de baja calidad, tener instituciones con menos gente de la que se requiere… son temas de riesgo que nosotros no vamos a tomar», aseguró. «Por eso estamos viendo qué hacemos con las instituciones. Porque con la decisión que tomó el gobierno nos dijo: cierren».