Donde hay poder, hay resistencia. ADN

Martín Soria llegó a Viedma. Después de su peregrinación por meses en casi todas las ciudades de la provincia, hizo su desembarco en la capital, un territorio que suponía hostil, donde reside su adversario. Casi sin promoción y organizado en principio como un acto partidario, su llegada se convirtió en un acto de campaña. Al notar que la actividad superaba cualquier expectativa, se animó: «vengo a avisarles que vamos a recuperar la provincia de Río Negro».

El presidente del PJ se colocó en el centro del ring y ahora espera adversario. Conocedor de las técnicas del boxeo, sabe que al cuadrilátero solo suben dos, así que jugó a unificar a Juntos con Cambiemos: «Macri y Weretilneck son lo mismo».

Pero ese discurso no es solamente un eslogan, una chicana, es, al final de cuentas, un desafío al poder, una resistencia, una revolución. Apeló al ser peronista, ese sujeto político que se visibilizó en el 45 cuando fue a la Plaza de Mayo a reclamar la libertad de Perón, y que volvió a constituirse -dijo en su discurso- en 2003 con los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.

La resistencia es al neoliberalismo, es al modelo del presidente Mauricio Macri y el gobernador Alberto Weretilneck, es, a ese poder que habita en la Casa Rosada y en Laprida y Belgrano, es a esa construcción -al decir de Foucault- que esos individuos atomizados y cerrados sobre sí mismos, despliegan en singularidades y otrerades.

Su discurso estuvo anclado en la idea que el poder son fuerzas en conflicto, y que lo que se está jugando en el país es, como hacía mucho tiempo no ocurría, un fuerte choque de vectores en pugna por la distribución de la riqueza.

Mientras Soria llegaba a Viedma, en Ushuaia se desarrollaba el 4° Foro Patagónico donde se exhortó al gobierno nacional a «rehacer» el Presupuesto, y elevar al Congreso un proyecto sin ajuste ni discriminación contra la región.

El jefe del PJ siente que «se viene una ola», como ocurrió cuando su padre fue electo gobernador. Y llamó a la unidad del campo nacional, aunque criticó a aquellos peronistas que «acompañan a Macri», «levantan la mano» o «prefieren criticar a un compañero o compañera» antes que al Presidente. Mensaje para el senador Miguel Pichetto.

¿Se sabía que iba a ocurrir esa crítica? ¿Quizás fue por ello que Juan Manuel Pichetto no asistió al acto? ¿Está dispuesto Soria a romper con el pichettismo?.

Es probable que la respuesta no sea unidireccional. Crecen los rumores sobre que en Viedma Juntos Somos Río Negro acompañaría una postulación de JM Pichetto, que iría por fuera del Frente para la Victoria. ¿La capital es el único sitio donde podría haber un rompimiento? Por ahora, el resto de las ciudades (Campo Grande, Villa Regina, San Antonio Oeste, Sierra Colorada…) con conducciones ligadas al senador, se mantienen dentro del esquema de unidad.

¿Qué piensan en el gobierno? Que habrá ruptutas, y que el escenario electoral será muy diferente al actual. En ello basan su esperanza de mantener el poder. ¿Cómo sería? Con acuerdos locales con sectores del radicalismo y el peronismo. Y para asegurarse una disputa más pareja (por ahora las encuestas siguen marcando el triunfo de Soria) incorporar a la ley electoral el balotaje.

Además, la receta de Weretilneck incluye seguir con el recorrido provincial llevando el Plan Castello. Y ya acordó con los intendentes de Cambiemos un refuerzo en la política social, especialmente la alimentaria, producto de la fuerte crisis económica y social, en una provincia donde crece la pobreza y en consecuencia los comedores escolares y comunitarios.

El gobierno y el FPV avanzan mientras la constitución de Cambiemos se demora. La UCR finalizó su proceso interno pero restan terminar las intervenciones y normalizaciones en el ARI y el PRO. El partido de Lilita Carrió (que esta semana amenazó romper la alianza) tiene más resuelto su armado. En cambio, el partido del Presidente sigue sin poder confeccionar una lista única y podría ir a internas. La disputa entre el diputado Sergio Wisky y el intendente de Cipolletti Aníbal Tortoriello, crece.

Y en medio de la marcha política rumbo a 2019, irrumpió en el escenario una denuncia por corrupción de menores en San Antonio que involucra, entre otros, al intendente Luis Ojeda y al legislador Javier Iud.

Tanto el jefe comunal del PJ como su antecesor, desmintieron la acusación y aseguraron que es «un ataque político» que surge de la oposición de la ciudad portuaria. Un dato: todos los legisladores del bloque del FPV, todos los intendentes y casi todos los concejales de San Antonio firmaron comunicados de respaldo. El único que no quiso hacerlo fue el presidente del Concejo Deliberante, Luis Esquivel.

El resto de los partidos, hicieron silencio. Ni Juntos ni Cambiemos emitió opinión. Solo el vicegobernador Pedro Pesatti explicó que la doctrina del Parlamento es otorgar el desafuero si la Justicia lo pidiera. Y sobre el apartamiento o no de la Legislatura de Iud, dijo que lo que deberá definir su bloque. Por el contrario, recordó que cuando hubo una denuncia similar contra el ex legislador oficialista Rubén López, le pidieron una licencia, y cuando fue procesado, la renuncia.

La causa está en manos de la fiscal de Viedma Paula Rodríguez Fransen y se esperan avances esta semana. Si hubiese una imputación o un procesamiento, es posible que comiencen a surgir voces pidiendo la salida de Iud del Parlamento.