«No tener Presupuesto sería una mala señal para el FMI»

(Por Carlos Galván*).- El jefe del bloque del PJ Federal, Miguel Pichetto, dice que el gobierno nacional debe hacer el esfuerzo de alcanzar consensos. En una entrevista con Clarín, dijo que ve difícil la unidad con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

-Usted pide una negociación con el Gobierno por el Presupuesto 2019, pero hay un sector del oficialismo que amenaza con prorrogar el del año pasado.
-La prorroga sería un grave error y tendría una lectura muy negativa en el marco internacional y fundamentalmente en el FMI. El Gobierno debe procurar arribar a un acuerdo con los gobernadores, por encima incluso de los posicionamientos políticos. Esto se hace con política, con diálogo, con equidad, con responsabilidad, con equilibrios y distribuyendo adecuadamente las cargas para que no haya provincias que estén privilegiadas por encima de otras. Hablo de la construcción de un consenso político imprescindible y que además le daría seriedad institucional a este momento tan complejo de volatilidad que vive la economía argentina. El Gobierno deberá tener cierta cuota de flexibilidad, lo que no tuvo con las tarifas.

-En sus propias palabras este será un «presupuesto de ajuste». ¿No teme pagar un costo político por eventualmente votarlo?
-Gobernar implica siempre asumir costos. Voy a acompañar lo que decidan los gobernadores, yo no hablo a título personal. En mi opinión debería hacerse el esfuerzo para que la Argentina tenga presupuesto. No son buenas las experiencias de países que ni siquiera pueden votar una ley de presupuesto. Por supuesto es un presupuesto en el que habrá restricción de gastos y baja del déficit. Debe verse de qué lugares y partidas se hace el recorte. Deberá haber un diálogo inteligente en una eventual convocatoria del Gobierno para que pueda haber un presupuesto. El Gobierno debe salir del tono electoral, del cuestionamiento al peronismo, ese discurso que el Presidente muchas veces hace cuando va al interior y ataca al peronismo en forma conjunta.

-¿Tiene alguna señal de esa posible convocatoria?
-Por ahora, ninguna. Ya deberían haber empezado a trabajar. Esta no será igual a otras leyes de Presupuesto que se confeccionaban en el Poder Ejecutivo y luego se discutían en el Congreso. Esta ley para mí tiene que tener primero la discusión federal. ¿Qué pasa con el acuerdo fiscal del año pasado? ¿Es sostenible que las provincias sigan bajando impuestos internos si además les vamos a limitar gastos? Esto es lo que hay que conversar. Por supuesto que la más fácil es plantear una postura radicalizada y decir «no vamos a votar nada, que el Gobierno se arregle”. El camino debe ser un diálogo constructivo, aportes que estén ligados a la gobernabilidad y a la racionalidad económica.

-¿Qué aportes?
-Hay que tratar de ayudar a que el dólar no se siga viralizando. Tenemos tasas de interés que son de los países más pobres de África, lo que impacta sobre la industria y la actividad económica. Hay una actitud de persistir en seguir bajando retenciones después de la devaluación. Hoy el campo tiene un tipo de cambio altamente competitivo con lo cual no sé si habría que pensar en suspender las bajas.

-¿Y subirlas?
-Ni digo subirlas, suspender la baja, repensar que hay sectores que se ven beneficiados por políticas de incentivo como la minería. El campo tiene que liquidar las divisas en un período no mayor a los 6 meses.

-¿Llevarán estos ejes a la discusión de Presupuesto?
-Todos son ejes de discusión de presupuesto en la medida que la situación fiscal tiene que ver con la recaudación y con el gasto. Todo esto tiene que estar en la mesa.

-¿Hay margen social para un mayor ajuste?
-Depende a quién toque. Los sectores más débiles no pueden ser tocados, jubilados, el sistema de asignaciones, el gasto de seguridad social. Tenemos que mirar lo restante del presupuesto, los salarios de la administración pública, obra pública y subsidios. Ahí hay que mirar bien, dónde se toca.

-¿Tocarían salarios del sector estatal?
-No, esa es una experiencia terriblemente frustrante. Me solidarizo con las Fuerzas Armadas; que le quieran plantear un aumento del 8%, me parece infame. Infame. La inflación de este año va estar en el 30%. Es reducirlos a la pobreza extrema. Hay cuestiones que se pueden conversar, que tienen que ver con política de subsidios, con que a lo mejor la obra pública hay que limitarla para todos y no solo para el interior. El Gobierno está colocado en una lógica del ajuste. Inmolarse en el altar del ajuste lleva a la gran frustración y al fracaso y además le va a sellar el destino y la suerte al Gobierno en 2019, no tengo ninguna duda.

-¿Darán acuerdo al pliego de Caputo como presidente del Banco Central?
-No vamos a interferir en su accionar. El presidente del Banco Central tiene una prueba de fuego consigo mismo y con el país, le vamos a dar tiempo. Se tratará en agosto, septiembre, veremos. El Senado va a evaluar al presidente del Central sobre la realidad directa, más importante que la audiencia pública es lo que pase en la argentina en los próximos 90 días.

-¿Hay chances de que vayan juntos con los K en 2019?
-Lo veo difícil. Creo que la ex presidenta va a ser candidata y Unidad Ciudadana va a ser su expresión política. El peronismo del espacio federal de los gobernadores tendrá una expresión electoral importante en 2019.

-Se dice que el espacio del PJ Federal lo quiere a Sergio Massa de candidato a gobernador porque necesita una figura de peso en la Provincia para poder aspirar a ganar la nacional.
-Massa es una figura importante del espacio federal y lógicamente sería un gran candidato en la Provincia, pero no puedo hablar por él. Creo que él tiene algunas expectativas que me parecen legítimas, también los gobernadores Schiaretti, Urtubey, Uñac, Manzur y Bordet, hay figuras resonantes como el ministro Lavagna y su hijo.

-Se le vence el mandato como senador el año que viene. ¿Irá de candidato a presidente o a vice?
-Son especulaciones. Estoy trabajando decididamente en el armado de la opción del peronismo como alternativa política para la Argentina. También es cierto que hace muchos años que estoy en el Congreso y creo que los ciclos se cumplen.

-¿El Senado aprobará la legalización del aborto?
– Hoy hay un escenario muy parejo y hay un número de indecisos que va a definir. En lo personal creo que la ley debe salir. Espero que la Iglesia argentina evolucione y comprenda los procesos de cambio. La propia Corte argentina en el caso F.A.L ha dictado el aborto no punible y estableció un protocolo respecto a las mujeres víctimas de violación. Decir que una mujer víctima de violación no puede hacerse el aborto me parece lamentable, lamentable, lamentable. Atrasa casi 100 años.

-El debate en Diputados del aborto dejó heridos en el oficialismo. ¿Puede pasar lo mismo en el PJ?
-Estamos teniendo una discusión muy serena y madura. El peronismo no se va a pelear por este tema. El peronismo es el partido de los nuevos derechos, del derecho de las chicas pobres a no morirse. El peronismo siempre fue un partido de avanzada. Espero que podamos sacar esta ley y que salga como vino de Diputados. Trabajo para eso.

-¿La movilización en las calles de los sectores a favor de la despenalización puede inclinar la balanza?
-Eso gravitó y sumó muchos votos en Diputados. En el Senado la estructuración del voto me parece más firme, hay culturas y procesos de algunas provincias en las que la presencia de la Iglesia en la sociedad es muy fuerte. Pero la movilización popular también puede ayudar a que algunos votos indecisos se inclinen para el lado del sí. ¿Cómo que no? Puede ser importante.

-La última. ¿Se saluda con Cristina en el Senado?
-Me la crucé el otro día en el ascensor, y la saludé, por supuesto. No puedo ser irrespetuoso, pero no tengo diálogo político. Simplemente me he saludado.

*Periodista. Diario Clarín.