Paritarias: inflación, techo y ¿cláusula gatillo?

(ADN).- El INDEC le dio una mala noticia al gobernador Weretilneck: la medición anual superó el 23,5% de aumentos que su administración acordó con los gremios para 2017 y podría enfrentar reclamos -ahora sí con los datos oficiales en la mano- para reabrir la discusión salarial en enero.

Por ahora cuenta con la pasividad de los sindicatos y espera que ese reclamo llegue en febrero y estirar las definiciones a marzo. UPCN, ATE, SITRAJUR, UnTER ni el resto de los representes de los trabajadores se manifestó después que el organismo nacional publicó la inflación de diciembre (3,1%) y la internual que llegó al 24,8.

«Las paritarias son de marzo a marzo», insiste el mandatario. También se niega a revisar la pérdida del poder adquisitivo de 2016, que el gremio estatal que conduce Juan Carlos Scalesi calculó en 10%,

Si se sumara ese reclamo más el 1,3% de 2017, la recuperación -antes de acordar los aumentos de 2018- sería de 11,3%. A eso hay que agregarle los aumentos de tarifas que superaron por lejos las metas de inflación del gobierno nacional.

Los gremios evalúan que los incrementos deben tener en cuenta no solo la pauta inflacionaria sino también esos aumentos que deterioran el bolsillo de los trabajadores. En ese sentido, el senador Miguel Pichetto le reclamó al jefe de Gabinete, Marcos Peña, «coherencia». Fue durante la última asistencia del hombre fuerte del macrismo al Congreso. «Hay cosas que aumentan por encima de la inflación» le recriminó y puso como ejemplo los impuestos y servicios.

Weretilneck avisó que la paritaria 2018 estará entre el 12 y 15%. Así puso un techo. «No podemos gastar más que nuestros ingresos», se atajó.

En estos días, el ministro de Trabajo de la Nación, Jorge Triaca, dijo que las paritarias deben ser del 15% y pidió eliminar la cláusula gatillo, un recurso promocionado por la Casa Rosada en el pasado para cerrar los acuerdos salariales. Pero la utilización de ese recurso (porque la inflación superó los aumentos) pusieron en alerta al gobierno nacional, y a la administración bonaerense, que debió pagar la diferencia -por ejemplo- al sector docente, después de un duro debate.

En Río Negro no existe la cláusula gatillo. Sí el compromiso de revisar los aumentos si son superados por la inflación.

Nación corrió las metas previstas para 2018. Lo hizo al día siguiente que el Congreso convirtió en ley el Presupuesto. Allí, estaba estimada la pauta inflacionaria en 10% y la llevó a 15. Todas las estimaciones privadas indican que pasará ese índice: estará entre el 17 y el 20% afirman en el mercado financiero.

La última medición del INDEC pasó -por ahora- desapercibida en la Provincia, pero fuentes gremiales adelantaron a esta agencia que esta semana habrá posicionamientos públicos.

Acaba de finalizar el cronograma salarial. Tarde. Y todo indica que en febrero se retrasará también. Los gremios evalúan que el gobierno utiliza los tiempos para demorar las paritarias. «Quieren hacernos creer que no tienen recursos para pagar los sueldos, y desalentar nuestros reclamos. La lógica sería: agarren lo que hay», manifestó a ADN un dirigente sindical desde su sitio de descanso en la costa.

Hay otro punto de vista. Una fuente del oficialismo asegura que se están utilizando estos dos primeros meses del año para «revertir la curva» de ingresos y egresos. El esquema financiero hoy indica que entre el pago de salarios y la recaudación quedan semanas con las arcas vacías. Demorar el pago achica esa brecha y, con el tiempo, revierte la ecuación. Un dato que sostiene esa teoría es que la Tesorería congeló los pagos a proveedores.

Lo cierto es que ahora las centrales obreras tienen un dato concreto para romper el blindaje gubernamental y pedir aumentos, antes de definir la paritaria 2018.