La mesa de diálogo que ayudó a distender el conflicto

(Por Nicolás Eisler*).- uando la tensión por la toma de tierras de Villa Mascardi parecía escalar hacia un estallido, la «mesa de diálogo» logró enderezar el conflicto y encaminarlo hacia una resolución pacífica. El miércoles próximo volverá a reunirse después de deliberaciones de las comunidades mapuche que posiblemente entreguen una «propuesta» para lograr una salida consensuada.

La mesa tiene varias patas y el obispo de Bariloche, Juan José Chaparro, es uno de sus pilares fundamentales. Todo comenzó el domingo pasado, cuando hubo acuerdo entre el juez federal Gustavo Villanueva, el religioso, organismos de derechos humanos y las comunidades mapuches para articular un vehículo que permita un desenlace sin violencia.

Si bien el Lof Lafken Winkul Mapu y las comunidades mapuche autoconvocadas se sentaron en la mesa aún faltaba la participación del gobierno nacional. Desde Casa Rosada habían expresado su negativa a negociar hasta que el predio no fuera desocupado, pero finalmente accedieron a que la directora de Asuntos Indígenas, Jimena Psathakis fuera parte de la mesa.

Igualmente continúan los reclamos para que Parques Nacionales participe del diálogo, ya que es el organismo que denunció la ocupación, pero por ahora la negativa persiste.

En las comunidades reconocen que la liberación el pasado miércoles de los dos jóvenes que habían sido detenidos en el desalojo ayudó a los avances de la mesa. Se trata de Fausto Jones Huala y Lautaro González, quienes permanecieron apresados por la Policía de Seguridad Aeroportuaria y denunciaron haber sido brutalmente golpeados antes de su detención.

La mesa también había tenido una pata más «política» con la participación, entre otros, de Leonardo Grosso del Movimiento Evita y Horacio Pietragalla del FPV, pero con el correr de los días solo se mantuvieron los actores locales y los demás volvieron Buenos Aires.

«Los avances se produjeron por la reunión de las comunidades autoconvocadas. Este tipo de juntas de hacen en casos muy excepcionales», confió a LPO Cristina Marín Werken Lof Lafkenche y referente de mesa coordinadora del pueblo mapuche.

«El conflicto nos atraviesa a todas las comunidades del pueblo mapuche. Pudimos sentar en la misma mesa a la coordinadora del pueblo mapuche de Río Negro, a la confederación mapuche de Neuquén y de confederación mapuche y tehuelche de Chubut», agregó Marín.

Una de las mayores novedades fue justamente la participación de comunidades mapuches de toda la Patagonia, que en contadas ocasiones interactúan. En este contexto parece todo un logro haber podido articular una posición común con una comunidad con la que tal vez no existía el mejor vínculo.

El miércoles en Bariloche hubo tensión entre dos marchas casi simultáneas, una en apoyo a las fuerzas de seguridad y la otra contra las reformas previsionales y laborales, que terminó en un pedido de justicia por la muerte de Rafael Nahuel. Todo cambiaría en las siguientes jornadas.

Mientras que el jueves hubo un apoyo explícito al juez Villanueva, las comunidades también plasmaron «la voluntad de continuar el diálogo» en las actas que le entregan al magistrado los miembros de la mesa.

Antes de llamar a un cuarto intermedio hasta el 6 de diciembre próximo las comunidades ratificaron por escrito que «aceptan la inspección ocular» en la zona de Villa Mascardi. Y además aclararon que «no reconocen la existencia de una organización denominada Resistencia Ancestral Mapuche».

«La primera preocupación es el esclarecimiento del asesinato de Rafael Nahuel», explican en el documento, donde destacan que la «primera indagatoria que se hizo pública dice claramente que no hay presencia de armas de fuego en posesión de la comunidad».

Si bien hay esperanzas en que haya una salida pacífica, en las comunidades reconocieron que los conflictos vienen desde hace varios meses. «Esto no viene de ahora, desde enero venimos con conflictos en distintos lugares, lo que pasa es que no han sido públicos. No se puede permitir que en un estado haya dos muertes por una reivindicación de territorio, donde no se está reconociendo la preexistencia de los pueblos originarios», rechazó Marín.

*Periodista. Enviado especial de LaPolíticaOnLine