UnTER contra evaluaciones meritocráticas y mercantilistas

UnTER rechazó las pruebas standarizadas en los establecimientos educativos de la provincia, porque desvirtúan el proceso de enseñar y aprender y porque «da crédito a las instituciones privatizadoras y al poder económico para avalar los ajustes que siempre les interesan».

Recordó el sindicato docente provincial que en el año 2016 surge el operativo para evaluar en escuelas primarias y secundarias que fue rechazado primero ante Bullrich y ahora a Fonochiaro, quien ratificó el método de evaluación junto al ministerio provincial que conduce Mónica Silva. «Claramente dijimos que estas pruebas responden a las exigencias de los organismos internacionales de crédito y para nada se relacionan con la realidad de cada institución educativa», indicó UnTER.

Agrega que «para este gobierno la evaluación es una de las estrategias elegidas para justificar todas las transformaciones que quieren imponer en el campo educativo desde una perspectiva meritocrática, estandarizante, mercantilista y privatizadora. En este proceso de mercantilización la única finalidad es medir `la calidad educativa`, con el único objetivo de bajar la inversión del Estado, reducir el presupuesto, conducir a la privatización de la educación y promover el lucro de diferentes empresas vinculadas al gobierno neoliberal».

Según explicó UnTER, la oposoción al operativo «Aprender», radica en que el procesamiento de los datos de estas pruebas estandarizadas se utiliza un recurso estadístico que se llama escalamiento, que permite “agrupar” las preguntas por nivel de dificultad; es decir, se constituyen grupos de preguntas que miden el mismo nivel de desempeño. Si, por ejemplo, se comete el error -intencional o no- de poner preguntas “difíciles” en el nivel de desempeño “bajo” o se las categoriza como “problemas matemáticos sencillos”, se engrosará siempre el porcentaje de estudiantes que se encuentren en esta categoría. Esto implica que la validación puede manipularse para conseguir los porcentajes a medida de las necesidades de quien evalúa y no de los estudiantes.

«No avalamos el operativo “Aprender”, en el que meramente aparecerán estadísticas frías y numéricas que nada tienen que ver con nuestra concepción de escuela, de enseñanza, de aprendizaje, que entendemos como parte de un proceso de construcción atendiendo la diversidad y la realidad sociopolítica que atraviesa a las comunidades educativas», finaliza.