Final abierto: 34,19% Bullrich; 34,11% CFK

(ADN).- En un dramático recuento voto a voto, Cristina Kirchner apuntaba a imponerse por décimas en la decisiva elección PASO a senador en la provincia de Buenos Aires contra el candidato de Cambiemos, Esteban Bullrich.

“Nunca pensé que iba a tener que pedir perdón por este bochorno que hemos vivido aquí en nuestro país”, sostuvo la ex presidenta pasadas las 3.40 de la madrugada, cuando estaba a una centésima de Bullrich y el recuento se paralizaba.

La ex presidenta aseguró que había ganado la elección. “Pero no ganó Unidad Ciudadana sino estos hombres y mujeres que nos están acompañando”, dijo, para pasar a anunciar a las personas que la acompañaban sobre el escenario, las protagonistas de las historias de afectados por las políticas del macrismo que fue y será el eje de su campaña para las elecciones generales de octubre.

“De cada tres ciudadanos, dos le dijeron no al ajuste. El ajuste que quieren disfrazar con la palabra cambio. Vamos a pedirle al gobierno que escuche, que cambio el rumbo económico”, adelantó Cristina Kirchner en Sarandí. “Podrá no aparecer en la tapa de los diarios. Pero la realidad, cuando es tan grave y tan lacerante, siempre aflora. El Gobierno debe escuchar esa voz”, añadió la ex presidenta. Reclamó que se deje de destruir trabajo. También pidió por los medicamentos y las tarifas.

El recuento de votos había motivado, unas cuantas horas antes, el festejo del macrismo en Costa Salguero con el habitual cóctel de discursos ensayados y globos de colores. Para entonces en la Provincia llevaban seis puntos que parecían indescontables.

El grueso de los votos cristinistas se amontonaron cuando comenzaron a cargarse los municipios del segundo y tercer cordón. “¿Piensan que de este manera van a ver a la Argentina como un país seguro? Es un inmenso papelón internacional”, sostuvo Cristina Kirchner cerca de las 4 de la madrugada sobre la inexplicable carga y recuento de votos, en el que se dejaron para el cierre los lugares que suelen aportar el grueso de los votos peronistas.

Unidad Ciudadana se impuso por 20 puntos o más en La Matanza, José C.Paz, Merlo y Florencio Varela y por 10 o más en Almirante Brown, Lomas de Zamora, Berazategui, Ezeiza y Esteban Echeverría. Los intendentes, alineados con el kirchnerismo, garantizaron

Cambiemos volvió a mostrar la fortaleza de su voto en el interior bonaerense y en las tres grandes ciudades –La Plata, Mar del Plata y Bahía Blanca– donde edificó Vidal su triunfo dos años atrás. Erróneamente, algunas encuestas habían asegurado que la elección en esos distritos sería pareja, o incluso favorable a CFK. En Mar del Plata, donde la gestión del macrista Carlos Arroyo es criticada incluso por el propio oficialismo, Cambiemos ganaba por más de 15 puntos. “Estamos para no resignarnos nunca más”, celebró la gobernadora Vidal, figura estelar en Costa Salguero cuando ganaban por varios puntos.

Sergio Massa, con la alianza 1País que armó junto a Margarita Stolbizer, quedó en un lejano tercer puesto con poco más del 15 por ciento. Pese a la regular cosecha, menor a la de sus últimos elecciones, Massa hizo una particular lectura del comicio. Dijo que la mayoría de los bonaerenses votó contra el macrismo pero que también se habían opuesto contra el pasado y la corrupción, en referencia al kirchnerismo. En definitiva, él –que apenas se impuso por 800 votos en su feudo de Tigre– parecería ser uno de los ganadores.

Bastante más escasa resultaba la cosecha de Cumplir, del ex ministro Florencio Randazzo, con el 5,5 por ciento. Autopostulado como la opción para renovar al peronismo, la candidatura de Randazzo nunca tomó vuelo pero, ya lo mostrarán los estudios, puede haberle quitado a Cristina Kirchner los votos que necesitaba para un triunfo claro.

La quinta y última fuerza que conseguía superar el piso de los votos era el FIT con el 3,6 por ciento.